✑IV. Impresión𝄢

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1. Gustar


El pequeño Michael regresa a casa con su madre, sin dejar de observar o darle vueltas al hermoso balón que Yoichi le obsequio. Se le nota tan radiante y animado que duda poder conciliar el sueño en la noche.

Rose por otro lado, mira atentamente las expresiones de su hijo, contento porque al menos este feliz pero algo reflexiva por lo que sucedió momentos antes.

No duda de lo mucho que le encanta a Kaiser el fútbol y lo emocionante que es tener un balón nuevo, sobre todo si es gratis y tan lujoso como aquel que le dieron, sin embargo, no deja de pensar que tal vez, lo que emociona aún más a su hijo es que dicho balón se lo obsequio ese alguien especial, aquel niño japonés que no sólo parecen ser amigos cercanos, sino que hasta vio a su propio hijo darle un beso en la mejilla.

Hablamos del mismo Michael Kaiser que detesta y tal vez hasta aborrece las muestras de cariño, no importa si es familia, dice que ya no es un bebé, y apenas las acepta cuando son días importantes y específicos como cumpleaños o navidad. Pero no sólo rechaza muestras de cariño de su tía y ella, sino también de sus antiguas compañeras en la anterior escuela.

Cada San Valentin, en los eventos de la escuela se enteraba de que su hijo siempre recibía regalos como dulces o hasta confesiones de las niñas de su edad. Pero Kaiser siempre afirmaba con una mirada ya sea inexpresiva o de asco sobre su desagrado hacia las muestras de cariño de las niñas, sobre todo porque a veces estaban tan locas para acercarse a él y querer besarlo sin su consentimiento.

Claro que sus reflejos y velocidad lo alejaban a tiempo, pero siempre se quejaba de ello. De cómo odia cuando le quieren forzar a tomarse de la mano con ellas y también con otros niños en general, no importa si es incluso alguna profesora, le fastidia con todo su ser dichas muestras.

No le gustan los abrazos ni ningún gesto romántico, el contacto físico solo lo tolera mientras está jugando fútbol con otros compañeros puesto si o sí debía haberlo.

Incluso tuvieron que mandarlo al psicólogo de la escuela para saber si aquello que tenía Kaiser respecto al contacto físico se debía a algo más profundo y grave, alguna fobia, tal vez un trastorno mental, algún trauma que escondía en lo más profundo de su ser.

Pero realmente no se trato de nada de ello, simplemente no le gusta el contacto físico, sobre todo con gente como compañeros y ni hablar de gente desconocida.

Así que decir que la madre de Michael está sorprendida más no alertada ni asustada por haber visto a su hijo tener contacto físico voluntario como lo es besar a alguien externo a la familia, es poco.

Le genera tanta intriga y extrañes. Desafortunadamente ha estado mucho tiempo ausente por el trabajo, quiere indagar pero, ¿su hijo querrá contárselo?

—No es que me moleste pero, ¿alguna razón en especial por la cual hayas besado ese niño frente a sus padres?—pregunta directa, observando detenidamente las facciones de su hijo y el camino por delante.

El rubio menor se tensa un poco, lo piensa y titubea al responder.

—No lo sé... solo sentí que debía hacerlo.

—¿Dices que te gusta?

Tal vez esta siendo demasiada directa y cruda, pero a ella igual le cuesta un poco la comunicación con las personas, inclusive su propio hijo. Muchas veces se le olvida tener tacto en este tipo de situaciones.

—No estoy seguro.—Confiesa el menor.—Yoichi se me hace la persona más interesante y bonita que he visto, pero no se si me gusta en realidad. Tal vez sólo se me hace muy transparente y sincero.—explica brevemente, ignorando la profundidad de sus palabras y el fuerte significado que traen.

"Hier Kommt Die Sonne" ❥Kiis Donde viven las historias. Descúbrelo ahora