Embarazo One Piece (Yaoi 18+)

Fin.

Buenas tardes!!!!

El día de hoy me ha tomado mucho tiempo actualizar, pero por fin pude terminar esta historia, no sabía como darle fin, pero logré que algo de lo que escribía me gustara, fueron semanas dificiles así que lamento la tardanza, ando trabajando en mi nueva entrega y creo que será algo que muchas han estado esperando jajajaja

En fin, como ya es costumbre en mi, espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo 11.

Luffy vivía muy feliz desde que había nacido el pequeño Ren, sus días en casa eran una aventura diaria, después de todo él era el único que le podía seguir el paso con sus locuras, si bien Law quería mucho a su hijo y le dedicaba un tiempo bastante considerable, el cirujano era consiente que su hijo era un torbellino que solo su esposo podía controlar, él jugaba una o dos horas y terminaba medio muerto en el piso, pero Luffy mientras tuviera comida podía jugar días enteros, Law jamás podría hacer eso.

Ambos padres veían como su hijo crecía feliz en casa, se llevaba bien con los hijos de sus amigos, estaba demostrando un muy buen desarrollo y Kureha aseguró que sería un idiota como la madre, ya que estaba tan bien de salud y ella aseguraba que solo los idiotas no se enfermaban.

Todo el desarrollo familiar iba viento en popa, pero un día su hijo hizo una pregunta bastante curiosa que los padres o supieron contestar de inmediato, después de todo… teniendo solo un año y medio no debería preguntarlo.

-       ¿Por qué yo no tengo hermanos? – preguntó con su voz de bebé con las palabras entre cortadas y con mala dicción al hablar (N/A: no se como habla un bebé, así que pido usen su imaginación aquí). Luffy quedó callado y Law que estaba cerca de ellos escuchó sin saber que contestar.

-       Es que no han llovido bebés, pero cuando lo haga tomaremos uno – dijo Luffy como si la respuesta no fuera absurda, el niño sonrió feliz por la respuesta y siguió jugando con su papi.

 

Es día por la noche Law abrazó a su esposo y empezó a besarle el cuello, Luffy sonrió, pero le dijo que lo esperara, ya que aún no había terminado de alzar las cosas de su hijo, pero el cirujano no le importó, ya mañana uno la chica que los apoyaba limpiaría, así que lo cargó hasta su cuarto y lo recostó en la cama. El joven pelinegro sonrió al ver como su marido se portaba tan desesperado, así que lo abrazó por el cuello y empezó a besarlo.

-       Podríamos intentar – dijo Law después del beso, mientras empezaba a quitarle la ropa a Luffy que no entendió a que se refería – que lluevan bebés para que Ren tenga a su hermanito – Luffy se sonrojó, ya que ese comentario había sonado demasiado cachondo como su esposo lo pronunciaba.

-       ¿Crees que pueda? – preguntó con angustia, para él Ren era un milagro después de que no pudiera tener hijos, así que no quería abusar de su buena suerte queriendo tener más.

-       Sino lo logramos al menos lo disfrutamos en el proceso – y con esas palabras volvió a besar a su pareja.

 
Law terminó de desnudar a Luffy y a él lo más rápido posible, tener a su esposo debajo de él era algo que lo prendía muy rápido, así que se apresuró a poder disfrutarlo, una vez lo tuvo desnudo, acarició sus piernas desde los tobillos hasta los mulos para empezar a subirlos y morderlos en el proceso, fue bajando su boca hasta la entrepierna de su marido y le regaló un beso en la punta de su pene.

Luffy sonrió al sentir el contacto, amaba que su esposo fuera tan dulce y tierno mientras estaban en la intimidad, así que lo tomó por el rostro y lo acercó hacía él, le dio un beso apasionado y aprovechando que estaba distraído invirtió las posiciones, el cirujano amaba ver a su marido arriba, le daba una vista tan sensual al momento de los encuentros pasionales, que lo mantenían bastante activo.

El menor empezó a ensalivar sus dedos y de manera juguetona empezó a preparar su entrada mientras su marido lo veía, la preparación no era muy necesaria, ya que llevaban una vida sexual muy activa, pero esos momentos donde él se portaba cachondo hacían que su esposo fuera más salvaje, así que se preparó levemente y entonces le dio la espalda a su marido, para que viera mejor como se iba tragando su miembro con el trasero.

Law veía como entraba lentamente y se sintió morir, quería el contacto de inmediato, así que levantó la cadera y entró de un solo golpe, logrando que Luffy viera estrellitas, así que sin esperar mucho, el menor empezó a subir y a bajar de manera rápida para seguir dando en ese punto exacto que lo hacía ver estrellitas, ambos llegaron al clímax y Law se levantó para abrazar a su esposo por atrás y seguir con los besos, ya que no pensaba dejarlo ir tan rápido.

 

Luffy estaba en su casa normal jugando con su pequeño Ren, ese día habían citado a Sanji con su hijo para poder jugar un rato, ya que el torbellino hijo de Luffy le había dicho que quería verlo, así que aprovecho para descansar de la vida de madre y de esa manera platicar con alguien diferente a su hijo.

Al llegar Sanji saludó feliz a su amigo, se veía más radiante que nunca y Luffy notó esto de inmediato, así que le preguntó a su amigo el motivo de su felicidad y le mostró el resultado del laboratorio que le habían hecho ese día por la mañana y feliz le dijo que esperaba a su segundo hijo, con vergüenza aceptó que si no fuera porque él era prudente y tomaba anticonceptivos Zoro ya lo abría llenado de niños, el peli verde no se podía aguantar una, así que Sanji preocupado por acabar con mil hijos decidió empezar a cuidarse.

Luffy sonrió al ver que su amigo tendría otro integrante en la familia, también el rubio le presumió que su hijo iría a clases de kendo, Zoro había insistido para que de esa manera entrenara su espíritu y dejara de ser un tornado sin rumbo, Sanji decía que su hijo necesitaba más que el kendo para poder frenar toda esa energía, así que aun en contra de su marido también lo metería en clases de natación, tal vez con ambas actividades al fin el niño fuera menos atrabancado.

Mientras hablaban Luffy fue por botanas a la cocina y las llevó a la mesa, ahí Sanji notó algo raro en su amigo, así que se le quedó viendo a su cadera sobre todo cuando se agachó para poner toda la comida en la mesa de centro.

 
-       Luffy no lo había notado, pero tienes un enorme trasero – el menor lo golpeó con un cojín por el comentario tan desvergonzado – no te ofendas, pero pensé que después del embarazo se te había encogido, pero ahora que te veo si te quedó enorme, casi pareciera que estuvieras embarazado de nuevo – Luffy quedó de piedra, ya que él y Law habían estado intentando tener un hermanito para Ren en los últimos meses, pero hasta el momento las pruebas habían salido negativas.

-       No jodas… - Luffy se paró y fue al baño, dejando a Sanji sorprendido, ya que no pensó que su comentario lo afectara tanto, así que fue a tocar la puerta y empezó a ofrecer una disculpa, le dijo que un trasero enorme no era malo y que estaba seguro que Law lo agradecería, pero no terminó de disculparse cuando su amigo salió y le enseñó la prueba de embarazo casera que estaba sobre el fregadero.

-       ¿No inventes? – ambos quedaron en silencio y esperaron a que sonara la alarma del reloj indicando que habían pasado los 5 minutos – no sabía que lo estaban intentando.

-       Ren pidió un hermano… pero como sabes para mi es difícil… así que lo intentamos sin intentarlo realmente, era más que nada un juego para ver si pasaba algo – Sanji pensó que si su amigo estaba embarazado al fin se haría realidad la fantasía que habían tenido de ir a comprar ropita para bebé juntos. Mientras pensaba eso sonó la alarma del reloj y ambos se asomaron a ver la prueba de embarazo.

-       Ves lo mismo que yo…

-       Sí… ¡Es positivo! – ambos gritaron el resultado al mismo tiempo y empezaron a planear todo su embarazo juntos como amigos, pero antes de continuar Luffy le mandó una foto de la prueba a Law por el celular.

 

Law vio la prueba en la foto y quedó en shock… sería papá de nuevo, recordó el embarazo anterior y saco sus notas, esta vez estaría preparado, no iba a volver a sufrir lo mismo que la vez pasada.

Fin.