🎾 D o s

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—Lee Hyukjae has esto, Lee Hyukjae has lo otro. —Murmuro Hyukjae molesto mientras limpiaba las mesas. —Lee Hyukjae nos vamos a aprovechar de ti por ser el nuevo y porque necesitas el trabajo, idiotas.

—Parece que alguien tuvo un mal día. —La voz de alguien a sus espaldas lo hizo girarse con el rostro pálido del susto. Donghae lo miraba divertido.

—Y-yo es que...—Comenzó a balbucear nervioso, ahora sí lo iba a delatar.

—Tranquilo, yo no diré nada. —Hizo un gesto de cerrar su boca antes de darle otra sonrisa. —Vine por mi otro Gatorade.

—S-si. —Hyukjae se movió con torpeza chocando con una silla para ir detrás del mostrador y sacar del refrigerador una botella. —Aquí tienes.

—Gracias, Lee Hyukjae. —Le sonrió ampliamente metiendola en su maleta. —¿Ya pudiste descifrar cómo cobrar?

—Si, hoy me ensañaron aunque no se que tan bueno haya sido. —Hyukjae soltó un suspiro. —Ahora quieren que haga todo, lo siento no debería contarte mis problemas.

—No te preocupes, yo también tengo una queja de tu jefe. —Donghae bajo la voz. —Es fastidioso.

—¿Qué te hizo? —Hyukjae preguntó sorprendido.

—Ordena a todos que me traten como si fuera el mismísimo presidente de Corea y es un fastidio. —Donghae confesó.

—Perdón que pregunte, ¿quién eres? —Hyukjae se animó a preguntar al ver que aquel chico era relajado y amigable, aparte que tenían en común detestar a su jefe. —Ya sabes, para que te traen así.

—Soy tenista profesional, para algunas la leyenda viviente del tenis en Corea y estoy rankeado en el número 4 en la ATP. —Le resumió brevemente su historial. —Esto a nivel mundial.

—¿Has conocido a las Williams? —Hyukjae fue lo primero que le preguntó emocionado.

—Si, en varios torneos he coincidido con ellas. —Le afirmo Donghae.

—¡Eso es genial! —Exclamo Hyukjae con una gran sonrisa. —No soy fan del tenis pero ellas siempre me parecieron fabulosas.

—Lo son. —Afirmo Donghae complacido, ni una pregunta sobre él o cambio de actitud después de saber quién era.

—En fin, debo apurarme. —Dijo un poco desanimado al ver que le faltaban mesas por limpiar.

—No te quito más tiempo, suerte Hyukjae. —Le sonrió pero antes de salir se detuvo en la puerta y lo miró dirigirse con fastidio a las mesas. —Al inicio siempre es difícil pero no desistas, pronto dejarán de tratarte como un novato. —Le aconsejo llamando la atención del chico. —Te veo mañana.

—Gracias. —Murmuro Hyukjae con una sonrisa tímida. Un sujeto al que apenas conocía lo había animado. —Vaya cosa...

Ese día era su descanso de su trabajo nocturno así que en cuanto salió del club de tenis, camino hasta la parada y tomó su bus que lo dejaba cerca del centro para después tomar el otro que lo dejaba cerca de su barrio. Vivía en un lugar un poco apartado de la ciudad pues era más barato poder pagar una renta ahí, durante todo el transcurso hasta su casa decidió ver videos de Donghae, le causaba curiosidad como alguien de su talla fuera más amable que su propio jefe que ni tenía pinta de ganar una millonada ahí.

Un par de partidos descubrió el porqué de que la gente lo admiraba, era demasiado bueno. Tenía tantos premios internacionales, subcampeonatos, entre otras cosas que le dieron la razón al apodo que le pusieron.

Tennis Prince.

Era un hombre guapo, parecía de la realeza y no podía esperar más de alguien que posiblemente venía de una familia adinerada porque solo los ricos jugaban tenis y gente como él no podía darse el lujo para algo así.

Tennis Prince »EUNHAE |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora