Tennis Prince »EUNHAE |TERMINADA|

🎾T r e s

Hyukjae salió con su mochila al hombro y se despidió del guardia como lo había hecho en las últimas tres semanas y media, ahora tenía que caminar hasta la parada e ir a su trabajo. Una rutina que no le agradaba mucho pero al menos había podido comprarle todos sus medicamentos a su madre sin problemas.

—Hey, ¿te llevo? —Un auto se aparco a su lado. Donghae le sonreía desde el interior.

—No te preocupes, solo iré a la parada. —Le sonrió amablemente.

—Insisto, puedo llevarte hasta Hongdae, vivo cerca de ahí. —Donghae le dijo una vez más esperando que el mesero aceptará.

—¿Seguro que te queda cerca? —Le volvió a preguntar a lo que Donghae asintió efusivamente. —De acuerdo. —Accedió finalmente para subir al auto lujoso que ni en sus sueños podría pagar.

—¿Todos los días vas a trabajar ahí? —Le preguntó tratando de sacar conversación.

—Excepto los lunes que permanece cerrado, fuera de eso, si. —Hyukjae respondió mirando las transitadas calles de aquel viernes.

—¿Y trabajas todos los días en el club? —Cuestionó Donghae pues él no iba los fines de semanas.

—Todos los días, doble turno. —Afirmo sorprendiendo a Donghae.

—¿Y cuándo descansas?

—Cuando duermo. —Hyukjae le respondió con una mueca, siempre llegaba a casa a las 2 de la madrugada y tenía que despertarse a las 5:30 de la mañana.

—¿No sales con tu familia? —Donghae se sentía intrigado y es que por más que él pasaba mucho tiempo entrenando y en competiciones, siempre procuraba tener descansos.

—Vivo con mi mamá así que la veo por las mañanas. —Hyukjae le contó.

—Trabajar tanto te hará daño. —Donghae le dijo un poco preocupado a lo que Hyukjae soltó una pequeña risa amarga.

—Bueno, no tengo otra opción. —Se sincero con él. —Las personas como yo debemos trabajar mucho para sobrevivir.

—Lo siento, yo no quise...—Donghae se arrepintió pues no sabía el contexto de porque aquel chico trabajaba tanto y en un lugar tan explotado como el Club.

—Esta bien, Donghae. —Hyukjae le cortó un poco incómodo, los minutos siguientes fueron en total silencio cuando el celular de Donghae sonó y respondió con el altavoz sin siquiera fijarse quién era.

—Hola Hae, ¿cómo va todo? —La voz de Sungmin resonó en el auto.

—Genial, ¿y tú? —Le preguntó rogando que no dijera nada indebido.

—Estupendo, como siempre. —Sungmin alardeó. —En fin, Ryeowook y yo queremos invitarte a comer antes de que te vas a competir al otro lado del planeta.

—Claro, díganme qué día y ese día cancelo mi entrenamiento. —Acepto de inmediato pues se iría casi tres semanas a Estados Unidos.

—Te mando mensaje, también deberías invitar al bartender del otro día porque conociendote no le has pedido una cita. —Sungmin dijo despreocupado.

—Ajá, me tengo que ir, hablamos después. —Se despidió rápidamente antes de colgar, se puso rojo y no quería voltear a ver a Hyukjae de quién sentía la mirada.

—¿Con él fuiste el otro día? —Hyukjae preguntó en lo bajo.

—Si. —Donghae se limitó a responder apenado, se quedó callado hasta que visualizo el lugar poniendo sus intermitentes y orillandose. —Respecto a lo que dijo Min...