IV

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VIKTOR

Sentia un fuerte dolor de cabeza, como si un taladro mecanico retumbara dentro de su cabeza, parecía una fuerte resaca, "seguramente fue una fiesta muy dura, Iari y Klev seguro estarian igual" pensó Viktor

Los recuerdos empezaron a abordarlo, Iari había muerto, Klev es muy probable que también. El dolor se hizo mas fuerte, entonces sintió una luz muy brillante, abrió los ojos lentamente.

-¿Dónde... Estoy?- pregunto Viktor

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No hubo respuesta alguna, aun veía borroso, Viktor se tallo los ojos para acentuar su vista.

Lo primero que lo incomodo fue el suelo donde estaba recostado. No habría problema si fuese solo suelo común, pero, ni siquiera el suelo era visible en aquella alfombra de suciedad, desorden y paquetes de chucherías, no había un suelo a la vista en aquel suelo.

Lo segundo que lo incomodo fue un gato que lo estaba viendo fuertemente. Lo inquietante de el gato era que tenia una pila de libros encima, que parecía haberle caído e inmovilizado, además de eso, el gato estaba rodeado por un grupo de unos 5 ratones parados a dos patas con lanzas hechas de lápices.

No parecía haber nadie en la habitación.

En el centro de aquella habitación basurero había una hermosa cama, bellamente tendida con sabanas de oro y plata que resplandecían con la poca luz que se filtraba por un tragaluz estratégicamente puesto por encima de la cama.

Viktor se puso de pie y camino hacia el gato. Tomo uno de los libros.

El resto de libros se deslizo y el gato quedo libre. Viktor no lo noto, pero aquel gato de pelaje amarillo tenia dos colas en vez de una, y usando esas dos colas arraso a los ratones que lo habían rodeado en un principio.

Viktor en cambio estaba centrado en el libro, no sabia en que idioma estaba, pero no era ruso, asi que le era imposible leerlo.

La puerta se abrió con un sonido violento seguido de una chica peliroja entrando con una evidente fuerza en busca de algo.

-Alfin despertaste ruso mimado – Hablo la chica, Eli, Viktor recordaba su nombre – Antes que hables, toma, come.

La chica le lanzo a Viktor una fruta redonda parecida a una manzana, Viktor la atrapo en el aire y miro la fruta extrañado, no era una manzana, tenia una forma esférica perfecta y no solo eso, era de un color rojo mas fuerte que el que cualquier manzana podría tener, casi como si brillara.

-No es un fruto de inmortalidad, pero si no lo comes tu vida se acortara significativamente – Explico Eli – Es un fruto de el saber, te permite hablar y entender todas las lenguas, es la alternativa a la sangre de dragon que sabe horrible.

Viktor seguía un poco confudido por todo lo que dijo, pero, no parecía que tuviese veneno. Ademas, tenia hambre asi que no le vendría mal comer la manzana que no era una manzana.

Pensar con el estomago vacio era difícil.

Viktor mordia la fruta y se comio un bocado.

No tenia sabor y tenia una textura horrible, como arena seca en su boca.

-Bua que asco- Dijo Viktor tras tragar

-Bien, ahora ponte de pie y.... ¿Dejaste escapar al gato?- Pregunto Eli viendo la pila de libros

-Tal vez- Resondio Viktor intentando ponerse de pie.- ¿Quién coloca un monton de libros sobre un gato?

-Finalmente había logrado que los ratones usaran armas- Se quejo Eli – seguro los mato a todos, tendre que cobrarte

Humanidad y Dioses 1: Internado ValhallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora