VII

540 33 16
                                    

- ¡Buenos días! ¡Despierta! ¡Tenemos un gran día hoy!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¡Buenos días! ¡Despierta! ¡Tenemos un gran día hoy!

Mi cuervo entró a mi casa hablándome, desde hace rato me había despertado pero a diferencia de otros días estaba más decaída que antes

- No tengo ganas de hacer nada — Mientras me dejaba caer en mi futón estirando todo mi cuerpo y cerrando los ojos por la satisfacción le respondí

- ¡Es tu deber!

- ¿Qué tengo que hacer?

- ¡Ayudar al Pilar del Viento, ayudar al Pilar del Agua o patrullar!

- Ya he convivido bastante con Shinazugawa-San... — Me volví a sentar en mi lugar de antes — Además con él tuve una misión hace una semana casi, la cuál resultó en una yo desmayada...
— Dije recordando lo que pasó

Flashback

- ¡Habarani! - Gritó Shinazugawa llegando hacía donde yo me encontraba.

Al fin habíamos encontrado a aquel demonio, uno que materializaba sangre a objetos bastantes duros, unos casi iguales a los metales e incluso al oro, no necesariamente tendría que ser su propia sangre.

Antes de que pudiera hablar o contestarle sentí como me jalaba del brazo fuertemente

- ¡¡Serás la carnada!! - Me gritó para después aventarme dentro de aquel callejón

- ¿!Qué carajos crees qu-

Antes de que pudiera hablar escuché un aplauso, sentí un fuerte dolor de cabeza y como mis ojos se oscurecían en unos muy pocos segundos, uno de aquellos de sus objetos me había caído en la cabeza, uno bastante fuerte

Sanemi terminó con el demonio, después excusándose de que no sabía cuál era el arte demoníaco de nuestro oponente y "cómo yo era más débil que él" él terminaría con él en ese descuido.

Aprovechando que me había caído algo en la cabeza fingí tener pérdida de memoria para que me pidiera perdón, pero al estar Muichirō también en aquella habitación no duré mucho con la broma

Spoiler: No me pidió perdón, me volvió a pegar por lo que dije

- ¡Con eso no se juega, Yuta!

- Yo sé que te preocupaste, Sanemi - Dije alargando aquella "i" mientras sobaba mi brazo

- Yo también me preocupé, eh. - Mencionó Muichirō mientras recalcaba el "yo" de forma seria

-*• 𝐌𝐈 𝐌𝐈𝐓𝐀𝐃 | Tokito MuichirōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora