XIV

415 39 4
                                    

- ¡Lo lamento mucho por eso! - Una Mitsuri arrepentida habló

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¡Lo lamento mucho por eso! - Una Mitsuri arrepentida habló

- Está bien.

Ahora estábamos en la sala de entrenamiento de la finca mariposa, después de lo ocurrido huí cobardemente ya que Mitsuri me buscaba por parte de Shinobu para entrenar y curarnos por completo, a Muichirō lo mandaron a su habitación a descansar ya que él lo necesitaba más junto a un poco de medicina. Cabe rescatar que ya era un poco de noche

- Entonces te besaste con él - murmuró Aoi

- Bueno... Técnicamente yo le dí el beso, no fue que me "besé" - Aclaré haciendo un breve suspiro - No duró tanto ya que... Bueno, vine acá - Dije mirando un poco de reojo a Mitsuri quien se lamentó más

- ¡Cuando yo llegué apenas se estaban acercando! ¡¡Si hubieran estado a solas lo hubiera hecho más largo!!

Miré como Aoi arqueaba un poco la ceja mientras me miraba dándome una sonrisa

- No pasa nada

- ¿Por qué iban a salir? - Habló esta vez Tsuyuri

- Me invitó a ver las nubes - Respondí a lo que se escuchó un chillido a mi lado proviniente de la pelirosa quién se disculpó de inmediato

- Sólo que vine a entrenar y estirar mis músculos un poco - Volví a hablar

- ¿No vas a ir? - Preguntó la peliazul confundida

- No lo sé, además él está más cansado que yo y ahora necesita descansar

Las tres asintieron al mismo tiempo sin decir nada, ahora el entrenamiento iba a comenzar

- ¡Listo! - Aoi habló - Ahora... Primero las niñas van a ayudar a estirar sus músculos.

Kanroji y yo asentimos, ella más que emocionada

Las niñas nos empezaron a acomodar, aún en poses extrañas me quejaba, me quería morir ahora, pelee hasta el amanecer y ahora lo único que quería era tener un momento de paz.

Por otro lado se encontraba mi amiga la pelirosa con verde, quién se encontraba riendo de la situación, en este momento envidiaba bastante su flexibilidad, tiene mucho más que yo y eso ayudaba

Maldecí por lo bajo, por lo que las niñas lo notaron y esta vez cambiaron de actividad.

- Ya acabamos nosotras - Las tres hablaron al unísono - Ahora, sabemos que Kanroji-San tiene bastante flexibilidad así que le vendría bien que ella le ayudara a usted, Habarani-San

¿Qué? ¿Estas niñas me querían matar? No podría aceptarlo, abrí mis ojos en grande. Antes de que pudiera reprochar Kanroji gritó emocionada y se posicionó rápido conmigo agarró mis manos y con sus piernas fue estirando cada parte de mi ser

Volví a maldecir, hice mi cuello para atrás, allí se encontraba Aoi y Kanao mirando sonrientes - Las voy a matar - Les murmuré, Kanao cambió su expresión pero Aoi sonrió sin más

-*• 𝐌𝐈 𝐌𝐈𝐓𝐀𝐃 | Tokito MuichirōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora