11. Doble.

22 3 66
                                    


En cuanto regreso a su casa sus padres lo miraron preocupado y rápidamente le curaron aquellas heridas que tenía en su cuerpo y al responder  todas sus preguntas recibió un gran regaño, sabe que es peligroso estar en ese mundo y lo sabe mejor que nadie pero si quiere cambiar algo debe de sacrificar algo, ve su rostro en el espejo y sabe que tiene que esforzarse más que nadie en ese mundo, debe de estar preparado.

Y tal cual le pidieron fue en la mañana a la mansión Lee con el estómago ligero y aunque no sepa porque tampoco quiere preguntar, su familia está preocupada y lo sabe pero trata de no preocuparlos tanto, al irse promete regresar antes de la cena así que se apresura a llegar. En cuanto llega aquella vivienda entra y aunque a estado en ese lugar miles de veces no se siente igual así que no sabe realmente qué hacer al ser llevado a una habitación con decorados chinos y paredes verdes con katanas en diferentes partes de la pared, ve todo con atención y curiosidad digna de su edad ya que nunca había visto algo igual y quizá ni si quiera sabia de la existencia de aquel cuarto, su atención pasa al hombre frente a él.

—Te voy a entrenar para que logres dominar cada objeto de aquí, tú cuerpo pasará a ser una máquina para que logres hacer bien tu trabajo, después de esto quiero que hagas la cena y limpies las ventanas.

Las órdenes son exactas y sin peros ni detalles demás pero logra entender y al mismo tiempo no logra entenderlo del todo ya que ni si quiera estaba seguro de aquel "entrenamiento" decide preguntar pero en cuanto abre la boca siente la gravedad en todo su cuerpo y de la nada ya está en el suelo, lo a tirado al suelo, logra escuchar varias palabras salir del hombre pero realmente no le escucha del todo e intenta pararse pero al no lograrlo lo comprende, está ahí para ser igual o al menos intentar igualar la fuerza Hong-Lung. Se levanta con temblores y derepente esta otra vez en el suelo inmovilizado repitiendo los mismos pasos. Cae una. Cae dos. Cae tres veces y cada que intenta pararse termina en peores posiciones hasta que se harta y lo hace creer que se va a parar pero en cuanto cree que va atacar y que quita esta nuevamente en el suelo, no entiende que sucede por más que trata de pensar.

—Si no logras pensar como pararte ante una caída obvia no eres digno de estar aquí.

Con esas palabras en mente vuelve a levantarse y trata de ver en que momento lo golpea, siempre es el mismo lugar así que quizá si puede detenerlo o al menos disminuir la fuerza de este logre algo, le va a demostrar que es digno de estar ahí, un poco más, un poco más y lo va a lograr. Golpe tras golpe y minuto tras minuto, no le interesa cuanto dure todo eso hasta que logra detenerlo pero ya es tarde y lo termina echando con todo y golpes a continuar los deberes, le da solo cuarenta minutos para terminar todo y aún si siente que se va a caer por el dolor hace lo posible para tenerlo todo a tiempo, no es malo en la cocina realmente pero tan solo ver toda la variedad de cosas en esa habitación del tamaño de su casa entera le da un infarto.

Trata y trata hasta tenerlo todo, en cuanto dan las nueve de la noche se va a su casa y realmente no tiene hambre, su tarea es hacer un plan para no caer ante las trampas de Hong-Lung y aunque parece imposible trata, trata toda la noche y aunque llega al siguiente día y no lo logra ni a tercera ni a la quinta termina tirado en el suelo para luego tratar otra vez y tener el mismo resultado, a su edad no podría hacer nada de eso pero este hombre lo hace tan normal que le da miedo, así es el líder del clan Lee. Pasan los días y con ello varios planes fallados que aunque hace y crea miles y miles ninguna logra  convencer al hombre ni mucho menos disminuir la fuerza, pasa una semana hasta que logra aferrarse al pie del hombre que al tratar de quitarlo con otra patada no se quita, se aferra con uñas y dientes a esa parte del cuerpo hasta que este lo baja y le da otra patada.

—La cena y los pisos, treinta minutos.

Sigue en el mismo momento del que llego.

Día tras día y noche tras noche trata de detenerlo, su cuerpo pide descanso y su mente está agotada pero cada vez el tiempo pasa tan deprisa que en cuanto menos sienta pasara el año de ventaja y todo eso caerá de nueva cuenta, se tiene que esforzar más que nadie. Sus padres lo miran preocupados cada noche con heridas nuevas pero les entrega cada paga que le dan con cada trabajo. Veinte minutos. El tiempo va decayendo de poco a poco hasta que se harta y logra aferrarse aquel cuerpo y antes de recibir la patada se suelta y cae al suelo pero se levanta rápido y va directamente al hombre y lucha para tirarlo y al ver que logra moverlo de su postura trata y trata pero recuerda algo importante que olvidó.

Blue Fire.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora