El choque de Todo

Capítulo 8 : Un pequeño debate

Punto de vista de Snape

"Director, ¿va a dejar que ese... niño le hable de esa manera?" preguntó Snape, completamente anonadado por la actitud del adolescente de pelo desordenado. Si bien siempre había pensado que el chico era arrogante, esto estaba más allá de los límites. Si el amnésico alguna vez recuperaba su memoria, entonces estaba en un gran problema si ese mocoso mantenía su personalidad. No había forma de que este chico nuevo se sintiera intimidado para que cumpliera. El Maestro de Pociones solo esperaba y rezaba para que el adolescente nunca se recuperara.

"Ay, hay poco que pueda hacer", dijo Albus mientras observaba a sus estudiantes alejarse. “En mi prisa por curarlo, he perdido su confianza. Ahora me ve como un enemigo”, afirmó con remordimiento. Su mente estaba calculando cómo podría hacer que las chicas hicieran ver al rebelde adolescente que él, Albus Dumbledore, era el ídolo de Harry. Entonces el niño seguiría junto con lo que se necesitaba. La señorita Granger sería de gran ayuda, pero la señorita Lovegood podría ser un problema. Si bien nunca había sido vilipendiado en El Quisquilloso, tampoco fue visto con buenos ojos. Los Lovegood eran una familia muy honesta y controvertida y nunca se acobardaron ante la presión.

"Sin embargo, no deberías dejar que se salga con la suya con tal falta de respeto", gruñó Severus mientras miraba la espalda de su estudiante más odiado.

“¿Qué quieres que haga, Severus? No puedo disciplinar a un niño que no sabe quién es o que está haciendo algo malo”, dijo el Director mientras miraba a su protegido. “Él es simplemente una víctima de una enfermedad. Podría haber sido el impacto de ser llamado como campeón. O de alguna manera, le borraron la memoria como al pobre Gilderoy”, dijo el anciano mientras observaba la reacción de su maestro ante ese comentario.

"Si lo dejas salirse con la suya con ese comportamiento ahora, nunca aprenderá", fue la refutación cuando Snape hizo todo lo posible por no mirar al Barón Sangriento, que se burlaba con aire de suficiencia detrás del Director. 'Aparición furtiva', fue su pensamiento mientras trataba de encontrar una historia sobre esa noche. “No tenemos forma de saber qué causó el sostén… la pérdida de memoria del niño. Sin embargo, que él sea lo suficientemente débil mental como para que el shock haga que suceda no está fuera del ámbito de las posibilidades”, se burló, solo para palidecer un poco cuando el fantasma lo miró.

“Haré todo lo posible para asegurarme de que el niño esté bien cuidado, eso es todo lo que puedo hacer. Ahora, en cuanto a la noche de Halloween…”, las voces se apagaron cuando los dos hombres y un fantasma se movieron en la dirección opuesta.

Punto de vista de Harry

Harry los escuchó hablar e ignoró las, para él, palabras sin sentido. Apretó su brazo alrededor de Hermione cuando ella trató de darse la vuelta. Luna casi saltó y abrió el camino. Cuando llegaron a las cocinas, Luna le hizo cosquillas a la pera y atravesaron la puerta que apareció. Los tres estudiantes se pararon por un segundo y observaron el caos organizado en masa. Los elfos domésticos que los recibieron estaban muy ocupados preparando la cena para las masas, así que dejaron que Dobby atendiera a los niños. Los adolescentes pronto fueron empujados a una mesa a un lado por el amigo elfo de Harry.

"¿Qué puede obtener Dobby para el Maestro y sus amigos?" preguntó el hiperelfo mientras rebotaba en sus pies cubiertos con calcetines. Estaba tan emocionado de poder servir a Harry Potter. Tenía muchas ideas sobre cómo hacer que el Maestro recuperara sus recuerdos. Por otra parte, por lo poco que había visto del adolescente, le gustaba este nuevo hombre. Este Harry Potter no parecía necesitar ser salvado tanto como el anterior. Se enfrentó al viejo y pequeño Maestro, al grasiento Maestro de Pociones y al Director. Si esto era cierto, entonces tal vez Dobby no necesitaba observarlo tan de cerca, entonces Dobby podría comenzar a servirle realmente.