El choque de Todo

Capítulo 41 : La profecía

POV de Amelia

Después de que el Sr. Lupin se fue, Amelia comenzó a hacer una lista mental de a quién reclutar. No quería nada por escrito, y tenía que tener cuidado a quién le preguntaba. Sabía que muchos de sus hombres y mujeres estaban en los bolsillos de personas importantes. No tenía idea de lo que sucedería si Fudge o Ya-Sabes-Quién descubriera lo que estaba haciendo. Todavía estaba segura de que necesitaban a Dumbledore, pero el maldito hombre estaba en el viento. Es posible que tenga que salir de Gran Bretaña para obtener la ayuda que necesita.

Primero, tenía que hacer que Potter escuchara la profecía, de la que solo se enteró durante el interrogatorio de Snape. Podría haber algo allí que ayudaría en esta investigación, y él era el único, además del Señor Oscuro, que podía conseguirlo. El Tú-Sabes-Quién era la última persona que quería escuchar la profecía. Tal vez, podría hacer que Potter lo destruyera. Entonces, ella le escribió una carta rápida y luego comenzó con la enorme pila de papeleo en su escritorio. Cuanto antes despejara su escritorio, antes podría comenzar con esta última tarea. Por desalentador que sea.

Casi había terminado cuando entró uno de sus hombres que había sido asignado a Hogwarts. No podía decir si era una buena noticia o no debido a su cara de póquer. Era uno de sus hombres de mayor confianza, y sintió que tal vez podría ser uno de los que podría atraer para ayudar con esta cacería. Preguntárselo tendría que esperar hasta que tuviera un equipo completo en su cabeza.

"Shacklebolt, ¿qué tienes que informar?" preguntó, bajando su pluma y frotándose la mano dolorida.

“No hay señales del Director,” declaró el hombre alto, poniéndose firme. “Tratamos de infiltrarnos en el castillo, pero solo unos pocos de nosotros pudimos entrar. Es como si las protecciones leyeran nuestra intención y luego nos dejaran entrar o nos dejaran parados afuera. Al menos tres de los oficiales no pudieron atravesar las puertas. Esto no dice nada bueno sobre ellos”. Él le dirigió una mirada muy preocupada. Siempre sintió que algunos de sus compañeros de trabajo estaban del lado equivocado de la ley, pero que lo señalaran tan descaradamente fue impactante. Ahora sabía en quién no podía confiar y en quién sí. Estaba muy contento de que aquellos con los que se había hecho amigo estuvieran de su lado, por así decirlo.

Madam Bones suspiró, se quitó el monóculo, se frotó el puente de la nariz y asintió. "Sé que sé. Solo… por ahora no dejes que esos hombres se acerquen a la escuela. Asígnalos a patrullar el Callejón Diagon. Dame una lista de quién fue. Realmente no sabemos qué buscan las protecciones, así que no puedo simplemente despedirlas. Espero… limpiar el departamento pronto.” Si iba a haber una guerra pronto, realmente necesitaba sacar a los simpatizantes de su departamento. Lo último que necesitaba era una lucha interna. Sin embargo, tenía la esperanza de que con la pieza del alma en su caja fuerte, pudieran detenerlo antes de que comenzara. Tenía que haber una manera, y con el conocimiento y las personas adecuadas podría funcionar. Dejar a los que eran cuestionables en el personal era arriesgado, pero con el Ministerio recortando su presupuesto, tenía pocos recursos.

“Sí, señora,” dijo Kingsley asintiendo.

“Shacklebolt, ¿apoyas a Dumbledore?” preguntó astutamente. A ella siempre le gustó este Auror. Era fuerte y rápido en su creencia en la ley. Se preguntó si podría reclutarlo en la caza de horrocruxes. También podría estar en contacto con el director, dependiendo de si estaba de acuerdo.

Tuvo que pensar en eso por un momento. En este momento, no estaba afiliado. Mientras admiraba a Dumbledore, el hombre había quebrantado la ley y huido, lo que hizo que Kingsley lo viera menos. “No puedo decirlo con certeza, señora. Soy de la opinión de que el suyo está mal para ejecutar. Sin embargo, me planteó que es un gran hombre, que hizo grandes cosas. No puedo deshacerme de esa creencia”, respondió con sinceridad.