CAPITULO 5: +18

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Atencion: Intento de Smut estara marcado con ¨+18¨ por si desean saltarlo 


-----Mahidevran----

Días han pasado desde la fiesta y no me siento muy bien si soy sincera, por lo que decido dar una vuelta por el jardín. No quiero darle vueltas al asunto pero no lo puedo evitar. Suleiman desea a esa mujer de seguro ya estuvo con ella y la hizo suya es irónico que cuando muestro interés en alguien mi hermano también, nos parecemos tanto y estamos tan conectados, sonrío con pesar.

 Suleiman desea a esa mujer de seguro ya estuvo con ella y la hizo suya es irónico que cuando muestro interés en alguien mi hermano también, nos parecemos tanto y estamos tan conectados, sonrío con pesar

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-¡Gulsah!-

-¿Si, sultana?-

-Trae el equipo para pelear con espada y 5 hombres- con asentimiento se fue al rato volvió con lo pedido, ya con mi arma en mano doy inicio a la pelea estoy enfrascada y frustrada por lo que llega un momento de la pelea en la que suelto la espada y me ensaño con uno a golpes. Estoy reteniendo su mano izquierda en una llave en el piso cuando anuncian a mi hermano el hombre grita porque mi agarre se hace más fuerte.

-Mahidevran, suelta al pobre me dejaras sin soldados si sigues así- con un suspiro lo suelto y me coloco de pie me dirijo a una carpa y Suleiman me sigue nos sentamos y yo comienzo a beber agua -Quiero que tomes a la esclava Rusa para ti hermana.

-Cuff ,Cuff , cuff -comienzo a toser y Suleiman me mira divertido yo niego- No, no lo haré mi Sultán ella es parte de tu harrem yo no debí lanzarle el pañuelo después de todo la fiesta era para ti, lamento mi atrevimiento. Creí que estarías molesto por dicho atrevimiento.

-Por Dios hermana por eso me has evitado, ya no quiero que hagas eso-lo miré extrañada- que más vas a sacrificar por mi yo no quiero verte marchita como Silia.

-Hermano por ti yo daría mi vida-digo solemne y un tanto conmovida tomó su mano- tu amor es más que suficiente hay muchas mujeres en el mundo no pasa nada si te gusta tómala.

-Mahidevran...,-

-Mi león, mi Sultán, mi vida entera. No te preocupes estoy segura que la indicada llegará y no habrá ningún sacrificio por parte de ninguno-dije segura y con una sonrisa pasamos la tarde charlando como hace años no hacemos hablamos sobre la campaña y luego fui a bañarme cene con mi madre y cuando volví a mi habitación allí estaba ella.

-Alexandra- susurre sorprendida al verla recostada en mi cama.

-Mi Sultana, disculpe mi atrevimiento la estaba esperando y me quede dormida lo lamento- yo no salía de mi estupor, ella se acerco a mi inclinando su cabeza.

- ¿Descuida, pero que haces, aquí?- ella se encogió de hombros y con timidez tomó mi vestido lo beso y luego mi mano.

-No me eche de sus aposentos, mi Sultana permítame hacerle compañía-

-Pero mi Sultán..., ¿Qué haces?- dije al verla quitándose el vestido mi corazón se me aceleró y la boca se me hizo agua.

- El sultán no me tomó cuando me llamó, me preguntó si me gustaría ser suya. Mi corazón se llenó de dicha que !Alah! le otorgue una larga vida, no se tomo ha mal mi rechazo y me recompenso con ser su concubina-

-¿Esto es lo que desea tu corazón?-asintió muy segura tomó mi mano y la guió a su pecho su corazón latía con fuerza y apresurado.

¨+18¨

La tome de la cintura moví su cabello y bese su frente luego sus párpados, sus mejillas, cuando llegue a su barbilla respiraba agitada y en medio de un suspiro tome sus labios con fiereza ella me devolvió el beso con la misma entrega, gemí en su boca su sabor era la gloria.

Me separe por aire y me dedique a besar su cuello y a desnudarla por completo la guíe a la cama sus mejillas y su pecho estaban sonrojados y respiraba erráticamente tome su pecho derecho con mi boca y ella se arqueo, lami y chupe su pezón hasta dejarlo erguido y rojizo luego empecé a torturar el otro con ligeras mordidas sus pezones estaban rojizos y húmedos, ella solo jadeaba mientras gemía metí su otro pecho en mi boca mientras pellizcaba el otro con la mano libre.

-Mi sul..ta..ahh..na-gimio sujetandose a mis hombros.

Cuando deje sus pezones totalmente erectos y enrojecidos comencé a bajar por su abdomen repartiendo besos jugué con mi lengua alrededor de su ombligo ella volvió a arquearse,  con mi cuerpo separe sus piernas y comencé un camino turtuosamente lento besando, marcando y mordiendo su piel llegua a sus piernas mordí y lami sus muslos internos, olisquee su entrepierna con cuidado abrí sus labios dejando ver su flor al completo, el olor y como pulsaba parecia llamarme saque mi lengua y el solo probrarla robo el poco racionamiento que quedaba en mi como posesa comence a comarla. Alexandra comenzo a gemir su pecho se movia de forma erratica sus manos no hayaban donde colocarse la volvia un desastre cuando adentraba mi lengua en ella o cuando tomaba su clitoris con mis labios y tiraba de él mientras chupaba, yo gemia contra su sexo enloquecida por su sabor.

-Mi Sultana, mi Sultana, mi Sultana no se, no se detenga, se lo suplico- sus caderas comenzaron a arremeter contra mi cara, su mirada y la mía se cruzaron Alexandra abrió más sus piernas sus ojos se desorbitaron y se corrió en un grito silencioso todo su cuerpo sufría de espasmos.

Lucia hermosa así perdida en su placer con el cabello pegado a su frente todo su cuerpo bañado en sudor comencé a desvestirme mientras nuestras miradas se encontraron ella alzó su pierna derecha la paso por mi pecho y entre sus dedos tomó mi pezón gemí y sonrió siguió bajando y abrió los ojos asombrada.

-Wow- yo reí divertida mientras me acariciaba.

-Si, wow- dije burlona gatee hacia ella me coloque entre sus piernas y la bese nuevamente sin previo aviso entre en ella. Tomo mi pelo y se sujetó de mi espalda.

-Sultana- dijo arañándome la espalda y respondiendo mis embestidas moviendo sus caberas para recibirme- Quiero más, Sultana, se lo suplico, más, SI, justo ahí, ahí- Me salí de ella y me miró enojada me reí y la coloco de espalda a mi, mordí su hombro y volví a entrar en ella,  ella gimio de placer y movía sus caderas en círculos yo la tomé del cuello con una mano y con la otra comencé a masturbarla.

Alexandra comenzó a gritar como poseída la penetraba con fuerza y privada del aire cuando sentí que su sexo me succionaba volví a salir y lloriqueo.

-No me torture mi Sultana libéreme- dijo llorando la coloque frente a mí de nuevo y le mordí los labios besandola fervientemente.

-¿Que tanto lo deseas?- pregunte besando sus mejillas arreboladas.

- Como nunca lo desee en mi vida-me reí en su oreja y entre de nuevo con fuerza- démelo mi Sultana, por favor, deme lo, justo ahí, ahí, Ahhh, ¡Mahidevran!

Me vacíe en ella con tanta fuerza que creo que me vine por ambos sexos hasta me sentí mareada por la intensidad del orgasmo me reí cuando miré Alexandra estaba derrotada.

- Te llamaras Hurrem- le dije besando la punta de su nariz.

La Primera Princesa SultanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora