Capítulo 23:

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ººHurremºº

Estábamos todos en el jardín celebrando los nacimientos de las niñas, Nulhan estaba feliz a mi lado con Fahriye en su falda era una bebe muy activa movía sus brazos de forma energética y miraba su alrededor de forma curiosa. Mirihmah estaba dormitando en brazos de Hatice, mientras Kosem estaba en los míos ya dormida.

Las concubinas danzaban y en el otro jardín podías escuchar las espadas chocar en la demostración preparada para el rey muchos comían y reían yo intentaba esconder mi angustia. Pues de la desaparición de mí princesa Sultán había pasado todo un mes y el Sultán no le habían llegado noticias.

Un caballero en un corcel negro irrumpió en la fiesta todos estaban exaltados al igual que la magnífica bestia que relinchaba, la guardia real entro corriendo a protegernos y rodearon al Sultán Ibrahim incluso se interpuso pero el Sultán lo aparto colocandose frente al caballo el cual se detuvo.

Un caballero en un corcel negro irrumpió en la fiesta todos estaban exaltados al igual que la magnífica bestia que relinchaba, la guardia real entro corriendo a protegernos y rodearon al Sultán Ibrahim incluso se interpuso pero el Sultán lo aparto...

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-¿Yuqahar? – se acercó al animal, el caballero se retiró el turbante y una melena castaña cayo en finas cascadas por los hombros.

-Mi Sultán- la alegría exploto en mi pecho de forma irascible con solo escuchar su melodiosa voz, como si quisiera explotar a través de mí.

 Del bulto que cargaba el corcel, tomo un saco tintado de sangre y lo lanzo hasta los pies de Ibrahim quien lo abrió dejando caer varias cabeza del saco- la sanción a los traidores

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 Del bulto que cargaba el corcel, tomo un saco tintado de sangre y lo lanzo hasta los pies de Ibrahim quien lo abrió dejando caer varias cabeza del saco- la sanción a los traidores.

- Bienvenida Mi leona- dijo el Sultán con una enorme sonrisa.

-El pasha Karkut está de camino, con nuestra hermana Beyhan y sobrinos- la madre Sultana se acercó con semblante preocupado-dejare que usted aplique su justicia como petición de nuestra hermana- el semblante del Sultán cambio a uno serio y cerrado. Un carruaje se estaciono cerca del jardín del cual salió una rubia de ojos saltones y se acercó a los guardias con semblante lloroso.

 Un carruaje se estaciono cerca del jardín del cual salió una rubia de ojos saltones y se acercó a los guardias con semblante lloroso

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La Primera Princesa SultanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora