Capítulo 10:

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ººAyse Hafsaºº

El día esperado había llegado temblaba de emoción en mis aposentos se iría hoy, se iría no podía esperar para ver su cara cuando vengan a recogerla una vez los invitados llegaron la celebración dio comienzo Hatice se sentó a mi izquierda y Gulfem a mis pies en la derecha la música sonaba los invitados comían, Hurrem y Gulnigah llegaron se sentaron después de saludarme y aproveche el momento para darle la noticia.

-Felicidades Alexandra, te casaras- Hurrem me miro extrañada- como mujer Otomana debes servir y como Mahidevran ya cumplió con sus propósito contigo me pidió que te encontrara un buen esposo.

-Madre ¿Qué estás diciendo?, Mahi nunca- calle a Hatice con una mirada, ya tengo suficiente con una hija indisciplinada.

-Pues yo no me voy de este palacio sin que mi Princesa Sultán me lo diga –

-¿Cómo te atreves a imponerte? ¿Cómo te atrevesa hablarme así? No te estoy preguntando es una orden de tu Sultana.

-¿Cómo te atreves a imponerte? ¿Cómo te atrevesa hablarme así? No te estoy preguntando es una orden de tu Sultana

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-NO me iré de aquí, PORQUE ESTOY ESPERANDO AL FUTURO PRINCIPE DEL IMPERIO OTOMANO-

-¿Qué dijiste?, ¿TU SABIAS DE ESTO DAYE?- pregunto Hatice.

-No importa, nadie lo sabe puedes decir que el niño es prematuro y asunto arreglado, Daye entrégala al Pasha.

-Daye no te muevas, Firial llama a la doctora que evalúen a Hurrem-

-Hatice, ¿Que estás haciendo?- pregunte sorprendida y molesta.

-Protegiendo a mi sobrino y a esta dinastía-

-No, no lo permitiré, Alexandra se va. ¿Qué pasara con el Pasha? Di mi palabra-

-¿Te preocupa más el Pasha y como quedas ante él, que cuando se entere Suleiman que atentaste contra tu nieto? No quisiera ser tú, cuando Mahidevran y el Sultán regresen- negando con la cabeza Hatice se levanto y escolto a Hurrrem fuera de la habitacion- Vamos Hurrem la doctora te revisara en mis aposentos, te quedaras conmigo, en lo que tu leona vuelve y pueda protegerte.

ººMahidevranººº

Luego de tres días de intensa batalla donde gracias a Alah no fui herida estábamos celebrando nuestra mayor conquista gracias a nuestra estrategia en batalla me gane el respeto de los Pasha y los comandantes de batalla hubo pérdidas pero hoy en esta victoria celebramos las bajas con alegría y fulgor Ibrahim se acercó luego de mi cena de celebración para hacerme entrega de una carta escrita por mi Hurrem la cual decía así:

¨

Princesa Sultán de mi corazón:

La dicha es inmensa aquí en mi corazón pues me han dado la noticia que nuestro amor ha brindado frutos y espero un niño tuyo Leona de mi corazón, con anhelo y cariño te espero te dedico este poema el cual relata lo que por ti siento.

Yo pienso en ti, tú vives en mí mente

Sola, fija, sin tregua, a toda hora,

aunque tal vez el rostro indiferente

no deje reflejar sobre mi frente

la llama que en silencio me devora.

En mi lóbrega y yerta fantasía

brilla tu imagen apacible y pura,

como el rayo de la luz que el sol

envía

a través de una bóveda sombría

al roto mármol de una sepultura.

Callado, inerte, en estupor,

profundo,

mi corazón se embarca y se enajena,

y allá en su centro vibra moribundo

cuando entre en vano estrépito del

mundo

la melodía de tu nombre suena.

Sin lucha, sin afán y sin lamento,

sin agitarme, en el ciego frenesí,

sin proferir un solo, un leve acento

las largas horas de la noche cuento

y ¡pienso en ti!

Vuelve sana y salva amor mío, vuelve y trae calma a este corazón, ven y llena este vacío.

Tuya siempre, tuya Hurrem. ¨

Mi corazón latió con desenfreno seré madre, el júbilo no cabe en mi ser corro para darle la noticia a mi hermano y la noche se llena aún mas de dicha tendremos un heredero, una nueva sultana o un príncipe, las lágrimas y la alegría pintan nuestros rostros y con un grito de victoria mi hermano da la orden de volver al palacio y enviar presentes tanto a los sirvientes como a las favoritas.

Mi corazón latió con desenfreno seré madre, el júbilo no cabe en mi ser corro para darle la noticia a mi hermano y la noche se llena aún mas de dicha tendremos un heredero, una nueva sultana o un príncipe, las lágrimas y la alegría pintan nuestros...

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La Primera Princesa SultanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora