Capítulo 25:

131 17 0
                                    

**Hurrem**

Luego de unos intensos 3 días y dos noches con mi princesa volvimos al palacio. Otra vez comenzaba la rutina de verla las noches del jueves y compartir los fines de semana con nuestros hijos. Durante la semana cuando la buscaba el Bay Ibrahim siempre intervenía con reuniones y ya me tenía cansada como en este momento.

-Princesa, el Sultán la llama para la reunión que solicito con el consejo- un chasquido se dejó oír al separar nuestros labios.

-Me cambiaré, espéreme un segundo Bay- Mahidevran se despidió besando mi frente y entrando a sus aposentos, yo me gire fulminando con mi mirada a Ibrahim una vez mi princesa se retiró.

-¿Que sucede?- pregunto burlón- ¿Tiene algún problema?, por cómo me mira presiento que su problema es conmigo.

-No has notado, que has pasado mucho tiempo con la princesa Sultán y creo que es suficiente Ibrahim-

-Oye Hurrem, soy el esclavo, el amigo, la mano derecha del Sultán, ¿Comprendes?, soy el encargado de su pabellón, nunca olvides eso,- esa sonrisa engreída que deseaba borrar de una bofetada hizo aparición nuevamente- No olvides eso, así como nunca olvides tu posición, nivel y clase no te humilles comparandote conmigo. 

- Una mano es capaz de cortar a la otra Bay e igual lo que sube a de bajar- me le acerque subiendo mi mentón.

- Una mano es capaz de cortar a la otra Bay e igual lo que sube a de bajar- me le acerque subiendo mi mentón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Usted no se olvide de eso. Eres el esclavo del Sultán mantente a su lado, aléjate de mí princesa o apresurare su caída Bay Ibrahim- dije entrando a los aposentos.

ºººº

Espere todo el día a la princesa y entrada la noche ella llegó.

-Hurrem, amor, ¿Porque aún no duermes?-

-La estaba esperando mi princesa- dije acercándome y besando sus labios -aún sigue siendo nuestra noche- dije con una enorme sonrisa, volví a robarle un beso- Estoy deseosa de usted mi Princesa todo el tiempo- lleve su mano a mi pecho, ella río con alegría besándome con cariño, me llevó a la cama acomodándome en su pecho mientras me recitaba un hermoso poema y sobaba mi cabeza y me arrullaba.

Un intenso miedo se hizo presente en el centro de mi pecho al ver que no deseaba intimidad y se quedó dormida aún con mis insinuaciones, no lo pude evitar y la primera de muchas lágrimas comenzaron a descender por mi rostro ante el horrible miedo a perderla.

Un intenso miedo se hizo presente en el centro de mi pecho al ver que no deseaba intimidad y se quedó dormida aún con mis insinuaciones, no lo pude evitar y la primera de muchas lágrimas comenzaron a descender por mi rostro ante el horrible miedo ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La Primera Princesa SultanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora