bear's hug│yang jungwon.

🧸. nine

一¿Estas... estas bien Jungwon?

Estábamos en mi oficina, le había enseñado lo que tenía y las "pruebas", si es que son suficientes. Todavía faltaban varias cosas por hacerse pero no quería ocultárselo más, no después de que me mostró la carta.

一Todavía falta que hagamos unas pruebas de sangre para asegurarnos, pero si es que tú madre está aquí, siento que podría ser ella 一me la pensé un momento si en contarle sobre lo que me habían dicho de los malos tratos, pero apreté mis labios.

一Yang Mi-Suk, es un bonito nombre. ¿No crees?

Ilusión. Le estaba haciendo ilusiones, así que rogaba para mis adentros que realmente fuera su madre.

一Quizás necesita verme para reconocerme, se que no me ve desde que tenía un año o menos pero... 一empezó a arreglarse y a levantarse de donde estaba sentado, agarro sus cosas y juraba que sino fuera por mi cara desconcertada y que no sabía dónde estaban los depas de las hibridas ya se habría ido一. Quiero verla Amelia.

Ladeé mi cabeza sin cortar nuestro contacto visual y sonreí un poco, intentando transmitirle paz.

一Se que eso quieres, y se que desde ya te sientes ansioso y feliz. Pero te recuerdo que no estamos 100% seguros y que también sería peligroso llevarte. Al menos en estos momentos, debemos planearlo bien y con la cabeza fría.

Me acerqué a él y enrollé mi brazo con el suyo, se veía ahora con incertidumbre. Pobre, me sentía mal por el. Estiró su otra mano y atrapó el dorso de la mía, mirando enfrente. Salimos de la oficina y de la compañía sin decir nada.

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一Quizás debería usar el dinero que tengo de reserva para comprar un carro y llevar ahí a mi madre hasta la frontera, o usarlo para intentar sobornar a los guardias con eso...

Salí del baño con un vestido rosa palo, tenía demasiados listones colgando de la parte inferior, no me gustaba, además era demasiado holgado.

一No creo que funcione eso. 一Troné los dedos para que me volteara a ver y diera una opinión sobre cómo me veía, su rostro reflectaba un rotundo "No". Así que volví al baño a cambiarme.

一Pues ayúdame a pensar en cómo llevarme a mi mamá de aquí.

Me ajuste un vestido color beige y salí, era muy bonito y de cuello de tortuga. Salí y ni siquiera espere a ver que me decía cuando decidí decirle todo.

一Por cierto, no solo es tu mamá. También es una pequeña cría. 一Dije de modo relajado, dando una vuelta para que vea mi vestido.

一¿Qué dijiste? 一su tono era agresivo, y me tomó de sorpresa cuando me tomó del brazo para que lo viera一 porque no me lo dijiste Amelia, tendría que ver también por ese detalle, gran detalle.

Estaba confundida.

一Oye, relájate. Ni siquiera tienes un plan estable, además te lo estoy diciendo ahora. En su momento no lo recordé. Estaba más preocupada por encontrar a tu mamá, no tenemos que pelear por eso Jungwon.

Me solté de su agarre y fui a buscar algunos accesorios para complementar el vestido. Me puse una pulsera dorada, unos aretes de perlas y estaba por ponerme un collar.

一Deja te ayudo.

Me giré para verlo, sus ojos eran azules.

Estiró su mano y le di el collar. Cuando me di la vuelta se me erizo la piel cuando sus manos rozaron la piel de mi cuello. 一Sabes, antes de que explotes así podrías pensar en que yo te estoy ayudando en lo que puedo, no estoy en tu contra.

Terminó de ajustar el collar y vi nuestros reflejos en el espejo que tenía enfrente. Nos veíamos muy diferentes, yo toda guapa y elegante, el todo fodongo.

Que va, aún así se veía guapo.

一Ya lo sé. Es solo que pensé que nos contaríamos todo. ¿Hay algo más que deba saber? ¿Tengo un padrastro? ¿Som alérgicos a los frutos rojos y no podré comerlos nunca más?

Sonreí un poco y negué con la cabeza. El también sonrió, y el tono de sus ojos cambió a un avellano natural. Tome mi bolsa.

Tenía una reunión en el comedor con mi papá y varias personas y co-workers de la compañía. Mi papá había estado preocupado todo el día por esto así que decidió que podía estar yo para serle de apoyo en la cena.

Antes de salir me di la vuelta para verlo. Si que se veía guapo en sus shorts y una hoodie. Me desilusione un poco, porque esperaba un halago o algo de su parte, pero no podía forzarlo a nada, así que salí sin decir nada ya.

一Entonces... muchas gracias por acompañarnos en la cena, espero piensen muy bien las propuestas de la compañía, estoy seguro no conseguirán salir más beneficiosos que con nuestras franquicias. 一Mi padre estrechó su mano con uno de los invitados, era incluso mayor que él.

Me despedí de todos con una sonrisa y una risita fingida, y me fui escaleras arriba.

Llegue a mi cuarto y prendí el foco, Jungwon estaba dormido en el sofá cama. Me dio una punzada de culpa, mañana mismo traería una cama de algún otro cuarto y lo pondré aquí. Es un tonto, me había dicho que me esperaría despierto para que le contara de que hablamos en la junta.

Me desvestí en el baño y me puso pijamas. Bueno, no eran pijamas, era más bien una blusa y unos shorts de licra calientita. Hacía un poco de frío y el aire estaba a 18 grados, salí tiritando y lo puse a 25.

Me acoste en la cama y divague un poco en mi teléfono, hasta que me estaba empezando a quedar dormida.

Me sobresalte al sentir algo pesado hundirse en la cama, pero no voltee porque ya sabía de quien se trataba. 一Hace frío, tú estás calentita.  一Dijo a la par que me rodeaba y me atraía hacia el con facilidad, pues era fuerte.

Apreté mis labios para no sonreír cuando mi espalda toco su pecho, estaba nerviosa. Era un oso, que el cuarto estuviera a 18 grados no estaba ni cerca de darle frío.

一Hoy te veías muy bonita.

一Ehh... gracias.

Estaba haciendo cuentas en mi cabeza, había pasado un día entero desde que tomo los supresores. Me di cuenta cuando su mano bajo a mi abdomen y me atrajo más al suyo, suspirando.

Me sentí desanimada, era su celo el que lo hacía actuar así, así que me deshice de su amarre y prendí las luces.

Efectivamente sus ojos estaban morados, y el se veía confundido.

一No tomaste tus supresores. Tómalos.

Ni se movió.

一Hablo enserio, tómalos y duerme en tu cama. Sofá, cama sofá. 一Me recosté dándole la espalda. Solo escuche como bufó y se levantó. Después del característico sonido de pastillas apago la luz y no hubo más movimiento en la noche.

Enserio empezaba a querer que se portara lindo sin ser su celo lo que lo estimule. Pero no debía encariñarme.

El no tenía intenciones de tener una vida en este mundo.