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Estaban en su lugar favorito, amaban los momentos de paz y tranquilidad que le proporcionaba ese lugar, los dos podrían estar acompañados del otro sin la interrupción de alguien más.
Esos momentos tan efímeros pero que para ellos eran eternos los disfrutaban como si fueran el último, no llevaban mucho tiempo juntos, pero se amaban como sí llevaran toda una vida así.
Los dos se sentaron bajo un árbol, uno al lado del otro y entrelazaron los dedos, Minho posó su cabeza en el hombro de su contrario, los dos veían las pocas nubes que se habían formado en el cielo y observaban el atardecer juntos.
El cielo se tornó de un color anaranjado, el Sol se estaba ocultando, y ninguno de los dos decían nada, pues no lo necesitaban, no era necesario hablar para demostrarse lo mucho que se querían.
—Minho... ¿Qué harías si yo dentro de poco no estuviera aquí? —el mencionado volteo a ver a Changbin, el cual lo miraba de regreso, con seriedad reflejada en sus ojos color chocolate —. Es una pregunta retórica, no necesitas contestar —Sonrió.
El ambiente se puso melancólico, como si hubiera presenciado la muerte de un ser querido y después de eso se sumiera en la más profunda soledad. Se tensó al ver la mirada vacía de Seo, no expresaba nada.
El Sol se ocultó completamente, dejando a la vista el oscuro cielo estrellado, Changbin soltó un suspiro mientras sonreía.
—Me gusta mucho estar contigo, Minho, siento que el tiempo pasa volando... Me gustaría repetir esto de nuevo algún día... —Pausa, una larga pero, para nada incómoda pausa —. Tengo sueño Minho, necesito dormir... —Su voz se hizo entrecortada. Su lindo novio, de cabellos morados se puso nervioso ante esas palabras — Te quiero mucho, Minho... — Sus últimas palabras las mencionó como si fueran un suspiro, su último suspiro.
Palabras que poco a poco se desvanecían, quedando en algún lugar al azar, danzando al son del viento. Probablemente siendo olvidadas cuando este se haya detenido.
—Yo también te quiero Changbin... —Pequeñas lágrimas empezaron a brotar de las órbitas de sus ojos, sus ojos se tornaron tristes —. Te... ¿Dormiste?
En efecto, su piel la cual antes estaba cálida ahora está fría y pálida, no abría sus ojos, el agarre de sus manos se había debilitado por parte de Seo, y... Había dejado de respirar.
La mirada tranquila de Changbin, y una sonrisa la cual mantuvo mientras los dos observaban el atardecer juntos fue lo último que vio, antes de que él también se sumiera en un profundo sueño, al igual que su acompañante.
Ambos cuerpos descansaban bajo un árbol, las luciérnagas los iluminaban, la Luna lloraba, sus pálidas y frías manos entrelazadas forzosamente.
Sus almas juntas.
Esperaba verlo en su siguiente vida, para estar con él un poco más de tiempo.
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MinBin mis papis.
Oa, muchas gracias por leer hasta aquí. <3
Ya sé que llevo mucho tiempo diciendo que adaptaré mis historias antiguas de Precure, so, sí veo un resultado positivo a esto, seguiré adaptando.
