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Yeosang no entendía por qué motivo el Ceo le miraba así, claro, tal vez no fue con la vestimenta adecuada y el hombre este mas acostumbrado a los trajes sofisticados...

Error.

San pareció volver a sí mismo y decidió tomar asiento mientras arremangaba su camisa hasta los codos, preparándose.

Yeosang miró discretamente la acción, sintiéndose nervioso sin razón alguna.

— ¿Cuál es tu nombre?— preguntó con voz grave.
— K-Kang Yeosang — respondió tímidamente.

Sentía que tenía toda la atención del CEO y eso le estaba haciendo sentir pequeño, demasiado pequeño.

San susurró el nombre para si mismo, saboreandolo tal como un catador de vinos, le encantaba como sonaba ese curioso nombre.

— Debes ser nuevo en el Mercado ¿verdad?— preguntó serio, intentando ocultar cierta curiosidad que le daba el joven.
— En realidad...llevo dos años
— ¿Tan poco? ¿Eres el Ceo de tu empresa?

Yeosang mentiría si dijera que no se molestó un poco ante esa pregunta, se nota que irrespetuoso hombre no le había prestado ni un poco de atención a su presentación.

— Si me hubiera escuchado tal vez tendría la respuesta— dijo con valentía.

San elevó una ceja sorprendido y sonrió en el acto, "Que valor" pensó.

— Estaba muy ocupado para eso, pero ahora no lo estoy, dime lo que sea que tengas que decir.— habló mientras jugueteaba con un bolígrafo entre sus habilidosos y largos dedos.

Yeosang tragó duro y le extensión su tablet con la información, con mucho nerviosismo comenzó a explicar la situación empresarial y el posible convenio con su empresa.

— Mi hermano es Kang Mingi y está dispuesto a reunirse con usted si acepta el convenio— mencionó el castaño, haciendo una mueca de esperanza luego de hablar tanto bajo los ojos gatunos.

San había estado escuchándolo atento mientras revisaba el contenido, luego aclaró su garganta y se levantó.

— Sus acciones disminuyeron este año, explícame por qué razón sucedió eso.— dijo serio, haciendo que Yeosang se sintiera pequeño.

— H-Hubo un conflicto interno en la empresa con un inversionista, fue desvinculado y perdimos un gran aporte, es por eso que buscamos más opciones.

— ¿Ósea que quieren mi dinero? ¿Qué ganaré yo invirtiendo en esta compañía de juguete?

Yeosang abrió la boca ofendido, se levantó y cruzó sus brazos intentando verse intimidante.

Ya estaba harto de hombres prepotentes y egocéntricos.

— ¡No es asi! Si crece nuestra empresa también lo hará la suya, incluso podríamos competir en el mercado estadounidense con nuevos proyectos.

San acaricio su propia mandíbula pensando, en realidad, podría ser una buena idea, no por el dinero ni el crecimiento, si no por el jóven.

— Vamos a un hotel.
— ¿Q-Qué?— preguntó confundido.
— Que vayamos a un hotel, si aceptas una noche conmigo y me haces el gusto, considera mi inversión.

Yeosang no podía creer lo que estaba escuchando, ese maldito estaba loco, sin embargo, era una oportunidad de oro para surgir, el nunca había hecho nada con un hombre, pero estaría dispuesto a concederle la petición con tal de cumplir su misión.

Porque una vez la empresa saliera a flote, el podría cumplir sus propios sueños.

San se quedó observando su silueta, seguía sin creer que era el mismo chico de la fiesta, el destino lo puso frente a él en bandeja de plata y ya no iba a mortificarse más en su búsqueda.

— Acepto.

El rubio sonrió

— No te explique todo, serán varias fases, necesito estar seguro de que realmente vale la pena invertir, sin embargo, como aceptaste no creo que te hagas problema.

El castaño iba a reclamar pero tenía razón, no estaba en posición de objetar, el debía hacerlo.

San pasó por su lado y extendió su mano

— ¿Nos vamos...?— susurró.

Y Yeosang tomó dudoso su mano, siendo arrastrado a la gloria de esa montaña.

Cake - SanSang 🍡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora