Cake - SanSang 🍡

05

Las luces de la ciudad deslumbraban a través de la ventana, estaba bastante oscuro para su gusto, lo que significaba que era demasiado tarde para volver solo.

Yeosang miró al conductor, no podía creer que había aceptado tan fácilmente salir con un hombre que apenas conocía.

y es que no tenía ni un tipo de experiencia en el tema, con suerte sabía besar.

San manejaba serio, en ese carro lujoso con un aroma exquisito a fresas.

En su mente pensaba en todas las cosas que haría con el castaño esa noche y sonrió.

Estacionó el auto y lo detuvo, dirigiendo su mirada al chico, quien no supo como reaccionar ante los nervios del momento.

— Puedes bajar, ya llegamos.

Yeosang asintió y bajó del automóvil, miró a su alrededor con asombro, estaba en un hotel de cinco estrellas.

Era obvio que Choi San podía costear un lugar así, en cambio el, nunca lo había hecho (en todo el sentido de la palabra)

Movió sus dedos nervioso en los bolsillos de su abrigo, el frío le quemaba el rostro y si seguía más tiempo afuera seguro moriría de hipotermia. el rubio había estado hablando por teléfono apenas bajó del auto, luego de unos cortos minutos colgó y pasó por su lado indicando que debía seguirlo.

Caminó apresuradamente y juntos ingresaron, el lobby del lugar sin duda era más hermoso de lo que se podía imaginar, lámparas de cristales decoraban el lugar, una iluminación con toques amarillos, elegantes para su gusto, también habían muchas plantas, Yeosang amaba las plantas.

la recepcionista le entregó la tarjeta a San indicando el número de cuarto, causando curiosidad en el más jóven, las tarjetas habitacionales solían ser de color blanco, sin embargo esta tarjeta era de color negro y dorado.

y supo que era otro nivel cuando el rubio abrió la puerta de la habitación, era un luxury room.

— ¿Qué, nunca habías estado en un lugar así?— preguntó burlón mientras dejaba su abrigo en uno de los sofá de cuero.

— Por supuesto que no, no es que vaya por la vida yendo a hoteles con hombres desconocidos...

Cada vez que Yeosang se ponía nervioso hablaba más de la cuenta, San lo notó y suspiró.

Se desabotonó la camisa hasta dejar a la vista su pecho acanelado, luego abrió una botella de vino que le esperaba en la mesa de cristal, bebió lentamente de la copa mientras se sentaba en el sofá con sus piernas abiertas.

Yeosang sentía esa mirada profunda mientras el se quitaba el abrigo, sentía que se iba ahogar de calor ¿por qué de repente aumentó la temperatura? debía estar loco.

— Ven aquí Yeo— ordenó indicando sus piernas como si fueran un asiento de lo más cómodo.

con lentitud se acercó hasta quedar frente a San, aún de pie.

El rubio parecía deleitarse con semejante hombre, Yeosang no estaba para nada mal, ese era el jodido problema ¿Cómo pudo hacerlo esperar tanto y ahora estar aquí?

acercó la copa de vino al joven con la intención de que bebiera, quizás eso quitaría sus nervios de una vez.

— Y-Yo no bebo...

— Me pareció haberte dado una orden, esta es la segunda vez que no me haces caso.— dijo harto de su lentitud.

sin embargo se quedó callado cuando sintió un peso extra sobre su regazo, Yeosang habia puesto sus largas piernas a los costados de su cadera en una posición bastante peligrosa para ambos, fue sorprendente ver como el joven hacía todas esas cosas en contra de su voluntad y a la vez por si mismo.