Capítulo 18: De Vuelta a la Realidad

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Pov Jesús Montes
Al día siguiente...Casa de Jesús 7:00 AM

-¿Que pasa Amaya? ¿Por qué me llamas tan temprano?

[¿Estás nervioso?]

-Si un poco, pero solo es una entrevista de trabajo

[Si lo sé, pero...]

-¿Pero qué? No estoy haciendo nada malo, además Lena lo sabe, se lo dije ayer

[¿Lena lo sabe?]

-Si

[¿Y cómo te sientes respecto a eso?]

-Sé que no estoy haciendo nada malo, pero por dentro me siento como si fuera mentira. Como si solo dijera eso para engañarme a mí mismo ¿Entiendes?

[Si, si te entiendo. Es que en el fondo no te quieres alejar de ella, ni de lo que de verdad deseas hacer]

-Pero tengo que hacerlo Amaya, es por su bien, ella merece ser feliz, aunque sea sin mi

[¿Pero has odio decir que su felicidad es estar con ese otro? Más bien creo que has oído lo contrario, pero siempre haces lo mismo, huyes cuando no puedes enfrentar la situación]

-No estoy huyendo, solo estoy dejando que las cosas se arreglen solas

[Las cosas no se arreglan solas Jesús, tú también debes poner de tu parte, ella lo hizo cuando decidió dormir en la parte de afuera de mí casa para poderte explicar lo que pasó. Piensa un poco en todo y mira ver si estás actuando bien]

-Amaya creo que ya se me está haciendo tarde, hablamos después

[Vale, te llamo luego para saber cómo te fue]

Colgué el teléfono y me senté en el sofá por unos minutos. Amaya tenía razón, estaba huyendo del problema, ¿Pero que podía hacer? No quiero ser una carga para Lena y mucho menos meterme en medio de una pareja. La amo demasiado, por esa misma razón debo alejarme y dejarla hacer lo que le corresponde.

Salí de mi casa para no seguir dándole vueltas a lo mismo. El día anterior había recogido el coche que me iba a prestar la empresa para ir a trabajar. Estaba parqueado en la parte de abajo de mi edificio, me monté y me dirigí hacia la inmobiliaria. No estaba tan lejos, pero con el tráfico demoré unos 30 minutos en llegar. Estacioné el carro en el estacionamiento de este y entré a las oficinas. Una chica me guió hasta la oficina del señor López. Al entrar, este me indicó que me sentara justo al frente de él. La oficina era bastante normal, estaba pintada de color blanco, tenía varios asientos y una mesa en medio, seguro era para reuniones y del lado izquierdo estaba el escritorio del jefe:

-Buenos días señor Montes. Dijo atentamente

-Buenos días señor López. Intenté llegar antes, pero el tráfico estaba un poco pesado. Dije justificando mi tardanza

-No te preocupes muchacho, es entendible, además esto solo es una reunión de reconocimiento. Dijo el señor López sacando una carpeta que había debajo de su escritorio -Yo te mandé a investigar, así que se todo sobre ti. Te graduaste con honores de la universidad, trabajas en la empresa más grande que tiene el país, dirigido por la empresaria más exitosa que hay a nivel internacional actualmente y vive a tan solo una hora andado de esta empresa ¿Estoy equivocado?

-No señor. Dije quedándome sin habla ante aquellas palabras que salían de la boca de aquel hombre

-No te asustes hijo. Dijo el jefe con una sonrisa en su rostro -Antes de contratar a alguien, primero lo investigamos, es una de las normas de esta empresa. Solo tengo una duda ¿Por qué no quieres seguir trabajando en tu lugar actual?

Solamente TuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora