Capítulo 25: Todo Valió la Pena (Final)

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*Pov Jesús Montes*

Estoy un poco mareado, mis ojos se abren poco a poco pero casi no tengo fuerzas, no entiendo que fue lo que pasó. Abrí los ojos por completo y lo primero que veo es a Lena a mí lado sosteniendo mi mano, realmente no entiendo nada de lo que está pasando:

-¿Que me paso? Pregunté llevando mi mano a la cabeza, me duele muchísimo

-La enfermera tuvo que sedarte, te pusiste muy mal hace un rato. Dijo Lena pasándome la mano por la cabeza al percatarse que me dolía -Te hicieron unas pruebas para poder saber por qué no puedes mover las piernas

Me quedé en silencio y giré mi cara hacia el otro lado mientras sentía caer una lágrima por mi sien. No quería mirarla, no quería que me viera en estas condiciones, yo no iba a ser una carga para ella, tampoco para mi madre. Lena me siguió hablando, me dijo que mi madre había ido a comprar algo para comer, no habían comido nada esperando a que yo me despertara. Yo seguía sin mirarla, algo dentro de mí me hacía no poder hacerlo. A los diez minutos, entró el doctor a la habitación con algunos papeles en su mano:

-Hola Jesús ¿Cómo te encuentras? Preguntó el doctor observado que ya estaba despierto

-Mareado. Respondí sin dar tantas explicaciones

-Es normal, son los efectos secundarios del sedante, aquí traigo tus resultados y trago buenas noticias. Decía el doctor mientras Lena sostenía mi mano con delicadeza -Los resultados salieron negativos, no tienes nada que afecte tu caminar, al darnos cuenta de esto, decidimos hacerte un estudio de conducción, por eso el resultado tardó tanto en estar listo

-¿Entonces por qué no puedo mover las piernas? Pregunté aún más confundido

-Tienes una rigidez muscular debido a la caída y al tiempo que estuviste en coma, es normal en este tipo de situaciones, solo necesitas fisioterapia y en un par de semanas recuperarás tu movilidad. Dijo el doctor haciendo que mi rostro se girara a ver la sonrisa hermosa que se dibujaba en el rostro de Lena -Estas reaccionando muy bien a todo el medicamento y si sigues así, en dos días te daremos el alta, bajo supervisión médica por supuesto

-Gracias doctor, no sabe lo felices que nos hace escucharlo. Dijo Lena observando como el doctor salía de la habitación -Vas a estar bien mi amor, ya verás y yo estaré contigo para lo que necesites

-Lena...amor, creo que deberías ir a descansar. Dije tomando su mano para acariciarla

-No Jesús, no me pienso mover de aquí, todavía tú estás delicado, además en dos días te dan el alta. Decía Lena tratando de convencerme

-Amor llevas aquí desde que pasó el insistente, por favor ve a casa, descansa y después vuelves, pero lo necesitas, por favor. Dije casi suplicándole para que fuera a descansar, en su rostro se notaba que estaba demasiado cansada

-Pero no quiero dejarte solo. Dijo casi llorando

-Mi amor, no voy a estar solo, mi madre debe de estar por llegar y seguro Amaya viene a darme una vuelta, ve a tu casa, te bañas, comes algo y duermes aunque sea unas horas, ya bastante has hecho por mí. Dije tomando su rostro para atraerlo hasta mis labios

-Está bien, pero vuelvo esta noche para quedarme contigo ¿Entendido? Dijo poniendo una carita de niño recién regañado por un adulto

-Está bien amor. Dije dejando que recogiera sus cosas para que se fuera -Amor...otra cosa más

-Si mi amor, dime... Dijo sin dejar de organizar sus cosas

-No quiero que estés molesta con tu mamá... Lena intento interrumpirme, pero la detuve antes de que pudiera hacerlo -Por favor no me interrumpas, el tiempo que estuve en coma, a pesar de que no podía moverme, podría oír todas las conversaciones que tenían, y entre ellas, una que tú tuviste conmigo, mi amor yo no hice esto para quedar bien con tu mamá, lo hice porque sé que si le pasa algo, tú no lo soportarías, lo hice porque también es mi familia aunque yo para ella no lo sea, no puedes culparla a ella, no fue su culpa

Solamente TuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora