07 ; the visit

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    —Dejame ver... Dices que el principe Haberon desea venir aquí a Oslipea?
    —Si.
    —Conociendote, le debiste haber enviado una invitación.—Irfan, uno de los hermanos mayores de Safihye, caminaba por la habitación pensando.

    A diferencia de Safihye, la cual su cabello era rosado, el cabello de Irfan era de un color azul profundo.
    Safihye levanto un poco la vista al ver que su hermano buscaba algo en un cajón, él se acercó nuevamente a ella con tres papeles papeles en mano.

    —Esto es simple, a diferencia de lo que dijo mamá.—Dijo Irfan sentándose a su lado mientras Safihye miraba los papeles.—Uno es la invitación formal, lo que le tienes que entregar.—Apuntó al papel dorado—Este otro, es un formulario de admisión, haz que llene todo lo que dice y enviamelo directamente a mi, yo me encargaré de que entre.—Miro el papel blanco, y tomó uno negro.—Esto es un hechizo.
    Safihye miro a Irfan, esperando a que explicara más.
    —No te creas que te contaré los detalles, tuve que frenar algo importante para hablar contigo.—Dijo Irfan levantándose nuevamente estirando un poco sus brazos.—En fin, buena suerte con eso hermana.

    Y sin más, Safihye salió de la oficina de Irfan. Debía hablar con una de sus sirvientas para liberar su agenda así podía ir a hablar con Haberon sin preocupación alguna, y debería avisarle a Haluk también, después de todo era más probable que él la salvé de un problema como el que había pasado en el desayuno.
    Safihye había llegado a su jardín, un regalo que se le había hecho cuando se graduó de la Academia Azkhariel, no era demasiado según la mirada de sus otros hermanos, pero para Safihye era todo lo que nesecitaba.

    Safihye se congeló en su lugar al ver a una figura entre los rosedales, al acercarse a esta vio que era Zeheb, el menor de todos los hermanos.
    —Deberías estar en la academia—Le dijo Safihye al estar lo suficientemente cerca, Zeheb se volteo a verla parece que lo asustó.
    —E-estoy haciendo mi tarea... Mi tarea de botánica—
    —¿Y por eso irrumpiste en mi jardín?—Safihye ríe un poco, haciendo que el rostro del menor se sonroje apenado.—No te preocupes, tu entra al jardín si quieres, más si es una tarea. Tu educación es importante.
    —Hablas como madre Esmeray—Zeheb ríe ilustrando la flor que tenía en frente, sacaba flechas y anotaba pequeñas cosas alrededor de esta.

    Safihye fruncio el ceño y pareció pensar lo que le había dicho su hermano ¿En serio hablaba como Esmeray? Aún recordaba como se lo había dicho Cahil antes de ir a Arbezela, y también era algo que Ümir se lo solía decir cuando lo corregía en alquimia. Lo menos que Safihye quería era parecerse a Madre Esmeray.

[ ... ]

    —Em, Excelencia...—Haberon movió un poco el báculo haciendo que el sello que estaba debajo de ellos desapareciera poco a poco—Se que dijo que nos ayudaría a investigar las piedras mágicas a cambio de ayudarlo con su peso pero...—
    Haberon miro a Maritella y después miro al duque Crytear de nuevo.
    —¿No está yendo demasiado lejos? Como si mi magia y orbes del dios primario no fueran suficiente. —Haberon hizo una pausa preocupado—Esta usando la reliquia Crytear.

    Maritella, también sumamente preocupada miro a su hermano:—¡Él tiene razón! ¡Es demasiado peligroso!—

    Pero eso le importaba poco a Marker, solo le importaba Ariana, lo que había sucedido en su banquete de bienvenida fue un fiasco, como si hubiera arruinado por completo su reputación y la de su prometida (De hecho, así fue). Así que estaba dispuesto a hacer lo que sea para redimirse.

    —Su alteza, sé que esta preocupado... Pero... ¿Eh?—Marker (Al igual que Maritella y Belloque) miro a Haberon sumamente confundido, pues este tenía una lechuza de tamaño inusual en la cabeza.
    Haberon al ver que se había robado todas las miradas miro a Maritella.
    —¿Que pasa?—Pregunto el pelirrojo, la muchacha solo se quedó mirando a la lechuza, pensando que era algún tipo de ave exótica. En ese momento Haberon pareció percatarse pues sacudió su cabeza, y la lechuza se apoyó en el baculo.—¿Safihye?
    —¿La princesa de Oslipea?—Pregunto Maritella levantando una ceja confundida. Haberon seguía sin sacarle la mirada a la lechuza, en ese momento se encontraba un poco ocupado como para hablar con Safihye, pero... Realmente quería verla.

    —Oh, es la lechuza de mi madre. Quiere que vuelva a... A ayudarla con un trámite importante.—Mintió Haberon soltando una risa nerviosa mientras se alejaba un poco—Duque Crytear no se preocupe, mandaré a uno de mis hombres para que lo ayude enseguida.—

    Y sin más, se fue de ahí con la lechuza siguiéndolo. Cuando estuvo lo suficientemente lejos, Safihye tomó su forma original.

    —¿Quien es esa mujer?—Pregunto Safihye acomodandose un poco su velo, Haberon le miro un poco sorprendido pero lo supo ocultar.
    —Es Maritella Crytear, hermana del duque Crytear.—Explicó Haberon calmado, mientras Safihye se cruzaba de brazos.
    —¿Hija de un duque? Uhm...
    —¿Que haces aquí? Pensé que no te volvería a ver dentro de un mes—Haberon ignoro por completo lo que dijo, centrándose así en ella y su llegada.
    —No puedo decirtelo aquí, debemos ir a un lugar más privado.—Safihye se volteó mirando a otro lado.
    —Bien, vayamos al palacio Marigold, hay podremos encontrar privacidad ¿No?—Haberon le sonrió un poco comenzando a caminar, pero se detuvo al ver que ella lo tomó del brazo.

    Haberon miro a Safihye, curioso por lo que se que ella fuera a decir o hacer en ese momento.
    —¿Esta todo bien, su alteza?—Pregunto con suavidad Haberon acercándose más a ella, tomandola con suavidad de los brazos.
    La fémina levanto la mirada hacia él. Safihye lo miro bién, fijándose en sus pecas, era algo lindo y no se veía nada mal. Ella llevo una mano a su mejilla acariciando con su pulgar, Haberon era bello.

    —¿Que haces?—Pregunta Haberon sonriendo mientras se sonrojaba un poco, Safihye parpadeo repetidamente y negó.
    —Tus pecas son lindas.
    —¿Eso crees?
    —El palacio Marigold.

    La sonrisa de Haberon se apagó un poco al ver que Safihye evitó completamente su pregunta, pero si es que era algo tan urgente como ella lo hacía parecer pues le haría caso.

    —Claro, sigame.

KILLER QUEEN, las joyas de la princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora