05 ; the prince

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Safihye preparaba sus cosas junto a Antalia, habían pasado las dos semanas desde su llegada y ya era hora de partir. La princesa aún seguía con dudas sobre la adaptación de su hermano en el pueblo de Arbezela, aunque tampoco tenía que carcomerse la cabeza demasiado, Cahil estaba cerca de la mayoría de edad y le había prometido no hacer alguna locura en su ausencia.

También, no sabía si confiar en la princesa o los demás hombres de su harem, más que nada en el despreciable principe de Xek.

—Señorita Safihye—Le llamó la atención Antalia al ver que se había quedado mirando a un punto fijo sin decir nada.

—¿Sucede algo?—La pelirosa sonrió mirando a la rubia.

—Falta poco para que se vaya, dejeme acompañarla a ver a su hermano—Dijo la jóven juntando sus manos sonriendole, Safihye la miro de pies a cabeza frunciendo un poco el ceño.

—No gracias, iré por mi cuenta—Contesto Safihye tomando su velo y salir de la habitación con tranquilidad.

Caminando entre los pasillos del palacio, Safihye noto que hoy estaba más soleado de lo normal es más, estaba segura que si veía como cuidado podía notar que no había ni una nube en el cielo. Era algo agradable de ver.

El clima en Oslipea es bastante variado, pero hay veces que el invierno dura más de lo deseado. Así que tener un día como este era muy agradable, sería una pena dejarlo...

Aunque había una razón que podría orillarla a dejar el reino de Arbezela, y estaba parado frente a ella.

—Princesa Özturk—Saludo el príncipe con una reverencia hacia la mujer, esta simplemente se le quedó mirando unos segundos.

—Príncipe Efrit—Saludo de igual manera ella.

El tema político de Xek y Oslipea era... Complicado, en el reino oriental se juzgaba mucho a los de Xek por los crímenes pasados de esclavitud y homicidio hacia su gente. Por eso, si es que Efrit iba a hablar con Safihye, tenía que ser cuidadoso con sus palabras, sino eso podría molestarla más de lo que parecía estar.

—¿Podría decirme donde esta mi hermano?—Preguntó Safihye caminando hasta quedar a su lado, Efrit le miro y asintió.

—Esta en la sala de joyas, permítame acompañarla—Se ofreció el jóven levantando su mano hacia ella. A Safihye se le suavizó la mirada, y colocó su mano encima de la de Efrit que en comparación, era bastante pequeña.

[ ... ]

—Gane, de nuevo.

—Siento que esto esta arreglado.

—¿Acaso no puedes soportar perder Jade?—Preguntó Cahil tomando las cartas que estaban esparcidas en la mesa. Jade rodo sus ojos algo fastidiado.
El peliazul levanto la mirada de la mesa al ver a Efrit pasar junto a Safihye, era la primera vez que veía la princesa de Oslipea tan cerca.

—¡Safi!—Una sonrisa se dibujo en el rostro de Cahil mirando a su hermana.

—¿Jugando Durak y moviendo todo a tu favor?—Preguntó Safihye cruzándose de brazos parandose a su lado. Cahil se río ante esta acusación.

Era verdad, pero Jade no tenía que saberlo.
No pasó mucho, Safihye le entregó una caja a Cahil y se unió al príncipe al juego. Dentro de todo fue una tarde tranquila, pero el hecho de estar cerca de Efrit seguia molestando a Safihye.

"Los habitantes de Xek no dudaron ni un momento para secuestrar a nuestra gente y esclavizarla para su beneficio... Incluso exterminaron a muchos pueblos oslipes para 'purificar' sus tierras.." Le había dicho una vez su padre cuando era una niña. Y esas palabras estaban en su mente cuando lo veía, no debía olvidar lo que era.

—¿Como?—Jade pareció sorprendido al ver cómo él había ganado esta vez. Ahora Cahil estaba sollozando en la mesa por la victoria del zafiro.

—Así es como verdaderamente sé juega—Safihye sonrió a Jade con complicidad, el peliazul le sonrió de igual manera.

—¡Revancha! No puedo perder.—Dijo Cahil tomando las cartas mezclandolas eufóricamente.

—Nunca fuiste bueno en las cartas, Cali—Dijo Safihye acomodandose su velo, se paró de la mesa y le dio una palmada en el hombro a Jade—Ahora que sabes como jugar no volverás a perder contra mi hermanito.—Le sonrió con suavidad.

Jade se le quedó mirando unos segundos y asintió lentamente.

—¡Oye! ¡No lo alientes mas!—Se quejó Cahil sacándole la lengua a Safihye esta se río con suavidad, acarició su cabello y beso su frente.—¿Te iras? No me dejes Safi...—Pregunta Cahil tomandola por su brazo sollozando.
Safihye acarició sus mejillas con cariño.

Jade miro la escena y su mirada se entristeció un poco, eso le recordaba un poco a su hermana mayor y la relación que tenían antes de venir aquí

[ ... ]

La noche había caido, Haberon era consciente que Safihye se había ido, es más, ambos hablaron un rato antes de que ella se fuera, algo que aún seguía en la cabeza del príncipe es que ella había dicho que lo iria a ver, lo cual le pareció extraño, pues Arbezela y Oslipea no eran naciones cercanas, pero el no se quejo por aquello.

Ahora estaba en su cuarto, revisando algunos libros sobre Oslipea, los cuales eran pocos y viejos, también de un tamaño realmente pequeño algunos ni siquiera llegaban a las 200 páginas.

Todo iba tranquilo, hasta que vio algo, era una lechuza fuera de su ventana con un ramo de flores. Haberon quedo tieso un momento, ¿Estaba viendo bien? El se acercó a la ventana mientras la lechuza chillaba para que la abriera y la dejará pasar.

Aun sin procesarlo, abrió la ventana dejando a la lechuza pasar esta dejó caer el ramo de flores que ahora que las veía bien. Eran dalías naranjas. El animal se ubicó en el respaldo de la silla donde el estaba, Haberon lo miro, y examinó el ramo.

Tenía escrito en dorado "Safihye" así que supuso que ella se lo había mandando.

¿Habia mandado a una lechuza para darle el regalo? ¿Y por qué ella tenía que mandarle unas flores? No debería ser el? Se sentido algo avergonzado pero el detalle era lindo.

Él se acercó a la lechuza notando que en su pata tenía el mismo símbolo que Safihye llevaba en su corona, lo cual, el asumió era el escudo de la familia Özturk.

—¿Viniste aquí sola?—Dijo él levantando su mano para acariciar a la lechuza pero antes de hacer algo esta se tiró al suelo. El rostro de Haberon cambio al ver que la lechuza cambiaba de forma hasta adquirir una forma humana. Y no cualquiera, esa era Safihye.

KILLER QUEEN, las joyas de la princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora