𝙀𝙉𝙏𝙍𝙀 𝙉𝙊𝙎𝙊𝙏𝙍𝙊𝙎-𝗠𝗜𝗡𝗦𝗨𝗡𝗚

・~←★𝐔𝐍𝐎★→~・

-Hey Jisung, vamos levántate. Hoy es tu primer día de universidad. Ya todo está arreglado cariño, te juro que nadie va a saber el secreto. Aparte, no entiendo porqué te estoy levantando si tu siempre pones tu alarma- Dijo con una hermosa sonrisa que siempre la caracterizaba.

-Hola mamá, ya me levanto, solo fue que anoche se me olvidó poner mi alarma. Ya sabes que no tengo muchas ganas de volver a estudiar ¿Amaneciste bien? ¿Ya desayunaste?- Sonrió mientras seguía con los ojos cerrados sentado en la cama.

-Amor, puedes estar tranquilo, tu Padre y yo ya nos encargamos de que nadie pueda saberlo, no de nuevo. Lo siento mucho, bebe, todo es mi culpa, yo hice que esto te pasara-

-No mamá ¡No es tu culpa! No puedes culparte por eso, solo fue una decisión que tomaste siendo joven, aparte no sabías que eso podría afectar a alguien en el futuro- Dijo mientras dejaba un pequeño beso en la mejilla de su madre, ya estando de pie.

-Claro amor. Te espero abajo para que desayunes-

Jisung no dijo nada más y entró al baño de su habitación. Lentamente se deshizo de toda su pijama y se metió a la ducha. Generalmente se demoraba muy poquito bañándose, por lo que luego de unos cinco o diez minutos ya estaba afuera vistiéndose. No le importaba verse muy bien, no para ir a esa maldita cárcel en la que estaría el resto de cuatro años de su vida. 

Se puso unos jeans azul claro que eran holgados, junto con una camisa blanca también holgada y unos tenis blancos. Se aplicó bloqueador y un poco de sombras para ojos y labial. Al final quiso verse más bonito al menos el primer día de clases.

Bajó las escaleras de su casa, realmente era una casa grande y lujosa, incluso tenía una piscina y una barbacoa. Llegó al comedor, donde desayuno cereal con yogurt y un poco de Kiwi, en compañía de su madre, su padre y su gato llamado Doongie. Era una familia pequeña, aunque para su gusto y el de sus padres era perfecto así. 

Se cepilló los dientes y se fue caminando a la universidad, puesto que quedaba a unos diez minutos. Cuando llegó el director le dijo cuál era el salón al que tendría que ir y le comentó que tendría que compartir clases con los estudiantes que llevaban un año en esa carrera, debido a que habían entrado solo dos estudiantes nuevos, Jisung y otro chico llamado Lee Felix.

Ya parado en frente de la puerta tenía que esperar a que su reloj marcara las 8:30 AM.

-Mierda, debo mantenerme tranquilo, aquí nadie sabe del secreto. Solo... Debo entrar, presentarme y sentarme en una esquina para que nadie me note. No puede pasar lo mismo de hace 2 años- Se dijo a sí mismo.

-Dios Jisung eres un puto asco, como crees que nos vamos a juntar con alguien como tu. Siquiera ¿sabes quien es tu padre? Seguramente no, como vas a saberlo, si tu mamá ya se ha acostado como con veinte hombres diferentes- Dijo el mayor de todos, mientras él y los demás se reían a carcajadas.

-No, no digas eso. Podemos seguir siendo amigos, yo no hice nada malo, solo quiero seguir siendo su amigo, juntarme con ustedes todas las tardes- Dije mientras mis ojos empezaban a cristalizarse.

-No maldito niño de mierda, eres un puto asco, jamás vamos a ser amigos o juntarnos con alguien como tu, alguien con una madre como la tuya. Que asco, solo tienes una casa gracias a la vagina de tu mamá, la que le abrió las piernas a mas de veinte hombres. Porqué mejor no vamos a pedirle que si también nos abre las piernas, vamos, ve a pedirle que se acueste con nosotros, de todas formas estoy ansioso por tener una vagina y que mejor que con una mujer tan experimentada como lo es tu madre. Lastima que su vagina ya no sea tan estrecha, luego de que tantos penes entraron y de que un bebe salió de ahí, no podemos exigir demasiado- Todos se reían a carcajadas, pero yo no podía, lo único que salía de mi eran lágrimas, que bajaban desde mis cachetes hasta caer en mis zapatos.