*Emma*
Lo siento, Jeannette...
Esa era la única frase que rondaba en mi mente cada vez que la había visto durante los últimos años. Era contradictorio sentir aprecio por alguien y aun así verte obligada a hacerle daño de una u otra manera, sin embargo, ese era mi caso. Quería a Jeannette con todo mi corazón, fue mi primera amiga... O mejor dicho, la única amiga real que he tenido.
Jeannette es una chica con gustos simples: Un buen libro, una taza de café y un clima lluvioso eran todo lo que ella necesitaba para llamarlo "un buen día de descanso". La conozco como la palma de mi mano, me dio la entrada a su hogar y me atrevo a decir que su madre me quería casi como si yo también fuese su hija.
La señora Richard era una mujer gentil, cuidadosa y un tanto protectora con Jeannette, además hacía unas galletas riquísimas, fue una lástima haber tenido que hacer lo que hice... pero tenía una razón para ello.
Cuando tenía 5 años conocí a Jeannette, una chica pelirroja, sonriente y un tanto solitaria, decidí acercarme a ella por pura curiosidad sin saber todo lo que nos deparaba el futuro. Con el tiempo nos hicimos grandes amigas; yo pasaba casi todo el día en casa de ella luego de la escuela, ya que mi madre no la pasaba mucho en casa debido a su trabajo. Sin embargo, a los 14 años conocí a un hombre que impondría un antes y después en mi vida: Mi padre.
Lo conocí un día en el bosque mientras buscaba algunas bayas. Aún no sé si fue mera casualidad o cosa del destino que yo fuera al bosque ese día, solo sé que él me estaba esperando y que no perdió la oportunidad al verme sola... *
Luego de lo que pasó ese día ocurrieron dos cosas: No pude salir sola de casa durante mucho tiempo debido al miedo que sentía y juré vengarme por lo que me había hecho. Pero no sería cualquier venganza que cualquier chiquilla de 14 años podría ingeniar, tenía que ser algo grande que le costara todo lo que él tenía o aún mejor: su propia vida.
Fue entonces cuando empecé a idear mi plan que tuvo cierta interferencia ya que a los pocos días aquel hombre que se hacía llamar mi padre me escribió una carta, su caligrafía parecía pulcra y con clase, totalmente contrario al contenido que esta albergaba:
"Querida Emma,
Sé que cuando leas el contenido de esta carta podrás reconocer quien la escribe. Debo decir que nuestro encuentro en el bosque fue más que grato y espero que no sufras del mismo destino que tu madre cuando nos conocimos, pues como sabrás no estoy en condiciones de hacerme cargo de nadie más que de mí mismo. Espero que hayas logrado salir del hospital sin más complicaciones, el Doctor Meison es un buen amigo mío, estoy seguro de que te atendió oportunamente y que fue completamente acertado en su diagnóstico, ¿no es así, cariño?
Por otro lado, apuesto a que tu madre ya te ha advertido que no debes acercarte a mí y estoy de acuerdo con ella en eso, pero nunca dijo nada de que yo no debería acercarme a ti. Así que te voy a proponer dos cosas hoy:
La primera es que no le digas a tu madre la verdad de nuestro encuentro, sé que no te gustaría verla llorar y sufrir de nuevo. Así que será mejor que colabores conmigo, pues tengo mis métodos para difundir información o hacerla llegar a quien sea necesario. Por lo que me gustaría pedirte que nos encontremos cada tanto, me gustaría conocer a mi preciada hija y compartir tiempo de calidad entre padre e hija.
La segunda es que trabajes conmigo. Digamos que soy una especie de cazador o llámalo como quieras, te ofrezco protección y el no divulgar información no deseada a los demás. Además, puedo enseñarte a defenderte, convertirte en una mujer fuerte y con carácter. Si aceptas, ven mañana al mismo lugar en donde nos conocimos mientras recogías bayas, no puedes decirle a nadie sobre nuestros encuentros, de lo contrario tendré que tomar medidas drásticas para ello.
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Siguiendo Tu Rastro
Mystery / ThrillerEl pequeño pueblo de Salcaia, ubicado a las afueras del noreste de Francia, es aparentemente tranquilo, nada fuera de lo común... Al menos era así o eso creían. Durante algunos años han ocurrido desapariciones y asesinatos. Pero ¿Quién es el respons...