¿Por qué sigo esperando un fantasma? ¿Por qué mi ilusa esperanza me asegura que un día llamaras y de rodillas perdón pedirás? Ingenua mi alma que cree fervientemente en tu espíritu volviendo a mi puerta, lo peor es que esta sigue abierta, y la mente sigue despierta, esperando tu vuelta incierta, mi niña sigue desconcertada, no hubo caso con las advertencias ¿Qué sabrá una niña experta sobre heridas pasadas? Porque al fin y al cabo, eso fui, eso era. Espero que el día que me de vuelta tu fantasma no se asome por mi ventana, ya que se que a pesar de tu mierda, no dudaría en correr en tu auxilio. Gran diferencia ¿no? Ni siquiera titubeaste al atacar a una pequeña de 8 años, y ella no lo haría en ir a salvarte, eso es lo que tanto me desconcierta. En fin, fantasma o espíritu, no vuelvas a casa, no hasta que arregle lo que tu dañaste.