La falta que me haces

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Sálvame de la nada en la que me convertí, hazme sentir en vida de nuevo, haz que mis pies tomen vuelo, que tu pelo sea mi consuelo y que un día con orgullo me vuelva al pasado y al ver tus ojos simplemente no haya mas suelo, quítame el hielo que desde dentro me consume y por dios hazme ver lo que sume, deja que el perfume de tu cuerpo se me asuma como propio y no, no te hablo a vos chico si no a mi amigo, el que hace meses se me fue despidiéndose con ladridos, ese que ya no llora en mi ventana, ese que ahora me falta cuando la tormenta ruge atravesó de la ventana, ese que me recibía moviendo la cola ni bien la tranquera pasaba, ese que ahora que los ruidos de pirotecnia no se asusta mas, ya no temo al abrir la puerta y que Charly salga, pero cuanto me haces falta. Se que no vale llorar por la leche derramada pero es que es difícil valorar la mañana sin tener tu pata estirada sobre mi regazo, es complicado iniciar cada sábado sentándome en el mismo lado esperando que te me pongas al lado, acariciarte para decirte una vez mas como una rutina diaria "que linda mañana ¿no viejo?" ahora me hacen falta tus sonrisas que decían "yo no fui", pero se que ahora tienes alas, y yo no voy a poder nunca arrancarlas, espero que hoy en el mas allá haya buen clima para que por los ruidos ya no temas, y aunque al atravesar la puerta ya no vengas, espero que al atravesar las de arriba, me esperes como cuando era chiquita y de la escuela volvía. En fin, espero que este linda la mañana allá Teo, prometo volver a verte, eso en algún momento. 

Poesias adolecentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora