Me rindo. Tras meses de innumerables batallas, miles de balas y lágrimas desgastadas, me rindo, porque ya me canse de a mis soldados en jaque poner, y se que no hay cosa que yo pueda hacer para que tus manos se entrelacen con las mías, finalmente te suelto, por más que siga suspirando al verte pasar, o a mi corazon sigas consiguiendo acelerar, debo las piezas de mi corazon juntar para que alguien más sepa valorar las tardes que te pensé y que en su lugar se vuelvan atardeceres de risas entre tereres y comida, o quizás noches de películas. Aquí inicia mi búsqueda, de alguien que mis lágrimas sepa valorar, y que mis cicatrices sepa sanar, quizás aun te pueda soñar en un descuido, pero se que te voy a olvidar y que quizás cuando el tiempo deje pasar finalmente toques en mi puerta y tal vez tarde será para volver atrás. Nadie me asegura que lo encuentre rápido, pero eso solo el destino lo forja, tal y como hoy finalmente desato los nudos que un día a ti aferre, para en mi lugar ponerme y asi para adelante, sin bajar la frente, caminar. Espero que de las consecuencias seas consiente, pues una vez que te doy la espalda, no habrá más que hablar, y mis ojos que suelen parlotear, porque hablan con más sinceridad de la que a veces habla mi voz, callaran, para ti no más hablaran y ya mi culpa no será.