Lola se separó de Francisco, quien la estaba protegiendo y se acercó hacia Facundo, quién bajó el arma e hizo lo mismo hacia ella.
- Lola, vení conmigo - le ordenó Francisco y ella lo miró y le hizo una seña para que mantuviera la calma. - ¿Cómo conoces a este tipo?
- No puedo creer que se haya olvidado de mi este tarado - se rió Facundo y Lola lo cacheteó fuertemente. Él estaba a punto de devolverle el golpe, pero ella fue nuevamente más rápida y le dió un golpe en su rostro, lanzando al hombre al suelo y sacándole el arma de su mano
- ¿Qué te pensas, idiota? - gruñó Lola y le tiró el arma a Francisco para tomar del cuello de la camisa a Facundo - Te estás metiendo con mi familia y no me voy a quedar de brazos cruzados. Menos después de lo que nos hacías a Francisco y a mí
- Ya sé quien es este tarado - dijo Francisco y miró con furia en los ojos a Facundo - vos eras el ayudante de Roque, el que me separó de mi hermana. Sos una basura, te voy a romper la cara de idiota
- ¿Ustedes se piensan que les tengo miedo? - rió él de forma irónica y empujó a Lola - tengo gente poderosa en el colegio y si quiero que a sus hijos les hagan algo les aseguro que no tendrán piedad ni por el hijo que vos esperás, Lolita.
- Te llegás a meter con mis hijos y yo.. - no pudo seguir ya que Facundo la interrumpió rápidamente y se acercó peligrosamente a ella
- Ni vos ni este idiota van a decir nada. Si alguno de ustedes llegan a hablar de que me vieron, sus hijos Santiago y Milagros la van a pagar y muy caro - amenazó y miró el vientre de Lola y sonrió de forma maliciosa - y no solo ellos. Cuida bien a Federico porque quién dice que algún día quedás viuda. - le dijo y , agarrándose el lugar donde Lola lo golpeó, se fue.
Lola sintió dentro de su pecho una sensación, pero no era muy buena aquella sensación. Sabía que algo iba a pasar, pero no sabía cuando, ni tampoco a quien.
- Tenemos que buscar ya a los chicos - murmuró y empezó a correr al colegio. Francisco, sorprendido la siguió.
(....)
Santi y Mili estaban a centímetros de los labios de cada uno. Santiago pensó si era el momento. Estaba nervioso y miró a Mili fijamente, sin dejar de observar sus ojos verdosos, hasta que decidió dar el paso.
Poco a poco Santi se fue acercando a Mili, dispuesto a dar aquél beso que tanto deseaba. Ella por su lado se puso más nerviosa que él al ver que se acercaba a sus labios, pero no lo detuvo. Sentía lo mismo, y no iba a detenerlo si la besaba.
Un aire a nerviosismo y a animarse se sentía en el momento. Ambos jóvenes estaban a poca distancia de la boca del otro. Santiago pensaba que nada ni nadie iba a arruinar ese momento, su momento.
(...)
- ¡Fede! - gritó Lola llegando agitada por haber corrido con Francisco. Al ver a Fede y a su hijo menor los abrazó - ¿están bien?
- ¿Qué te pasa, mi amor? - le preguntó el rubio y Lola los miró y al no ver a Milagros se empezó a poner nerviosa
- ¿Dónde está Mili? - preguntó caminando ligero, yendo de un lado a otro - tenemos que llevarla a casa.
- Mili está con Santi - le respondió su hijo menor - están en el puente del jardín trasero
- Voy a buscarla ya..
(....)
Santiago pensó de nuevo en que si lo que estaba a punto de hacer estaba bien o no. Respiró hondo, profundo, para luego actuar. Lo iba a hacer, iba a besar a Mili.
Mili estaba decidida, no sabía porqué pero lo iba a hacer.
El clima estaba ideal, todo estaba perfecto. Todo iba bien, viento en popa hasta que la magia tuvo un giro inesperado.
- Milagros! - llegó Lola y abrazó a su hija fuertemente - ¿están bien?
- ¿Qué pasa? - preguntó Santi algo molesto con su tía - estábamos por..
- Estábamos hablando - le interrumpió Mili y le hizo una mueca de que no dijera nada - mamá, no tenés que aparecer así de la nada
- Debemos hablar - interrumpió Toto y miró de reojo a Lola, para luego ver a su hijo y a su sobrina - nos quisieron matar.
(....)
Allegra se sentó junto a Sole en el jardín del colegio a repasar la clase de historia de la mañana, aunque a la rubia no se la notaba muy animada. Sole le quitó su libro y ella la miró algo molesta, pero sabía que su amiga le iba a decir algo relacionado con su angustia.
- Alle, a mi no me podés mentir.
- La verdad que no, Sole. No estoy bien, pero no puedo decirte porqué - suspiró, mientras observaba a lo lejos como Octavio hablaba alegremente con una chica, notando como ambos estaban muy a gusto en su charla - solo sé que a veces no tengo la suerte de mamá.
- No digas eso, vos tenés mucha suerte. Muchas más que yo, que estoy postrada en una silla de ruedas - la respuesta de Sole lastimó a Allegra, quién dejó de lado su dolor y se fijó en el de su amiga - a veces no sé porqué me pasó esto a mi. Porque tengo que estar así y no puedo irme de fiestas con vos y Mili.
- A veces las cosas pasan por algo - respondió Alle, y tomó la mano de Sole - pero jamás volvamos a decir que no tenemos suerte, porque sí la tenemos. Tenemos la suerte de ser amigas, primas, hermanas. Con Mili crecimos las tres juntas, como lo hicieron una vez mi tía Lola y mi mamá y nuestros papás.
- Tenés razón, Alle - sonrió Sole y le dió un abrazo a su amiga.
(...)
Isabella y Guido entraron a un cuarto algo abandonado del colegio y cerraron la puerta. Apenas había luz y a lo lejos se podía observar a un hombre parado junto a la ventana, de la cual entraba un poco de luz del día.
- ¿Nos buscabas para traernos a este cuartucho? - se quejó Isabella, acercándose a aquél hombre - estoy siguiendo tu plan a la perfección. Santiago está a punto de caer a mis manos, no sé porque me llamas a mí.
- Bue, tan perfecto no va tu plan -rió Guido mientras se ponía del otro lado del hombre y también observaba cada uno de sus movimientos- en cambio yo, estoy haciendo que Milagros vaya cediendo de a poco. Será la primera víctima que caerá.
- Dejen de hablar estupideces los dos - gritó Facundo, volteándose y viendo furioso a los dos jóvenes - ambos están fracasando
- Santiago está por ... - Isabella no pudo seguir ya que Facundo la interrumpió para pegar otro grito de furia.
- ¡Santiago está más enamorado de Milagros que de vos! - le gritó, provocando un poco de nervios en la joven - sos una fracasada, igual que este idiota - se dirigió a Guido, quien no tuvo miedo de enfrentarlo de un momento a otro
- Escuchame. Vos podés mandar en este plan, pero a mí no me vas a tratar como la tratas a ella - le gruñó y Facundo lo acorraló contra la pared y lo tomó por el cuello
- Ustedes son dos unos idiotas. No van a fracasar en este plan. Ese portal va a abrirse o sino yo mismo me voy a encargar de que su mamá nunca más salga de la cárcel en la que está - al escuchar aquello, Isabella lo tomó por los hombros y también lo enfrentó
- ¡Vos sabés que mamá está ahi por tu culpa! - le gritó y lo miró fijamente - a veces no sé porqué tuviste que ser nuestro padre, Facundo.
- Y a veces entiendo porque tuve hijos idiotas. O hacen las cosas bien o su madre muere.
(...)
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Casi Angeles "El renacer de los guardianes"
FanfictionY si te cuento cómo es nuestra historia? la historia detrás de la historia que nació de una historia. Si, esta sería como la tercera temporada de una novela en la televisión, dónde en la primera contamos la historia de los padres; en la segunda la d...