Narra Alai:
Estas últimas semanas habían sido muy movidas. Todo el mundo andaba de acá para allá por el tema de la misión, en especial los más chicos.
Allegra estaba muy metida en el tema, tanto que ya casi no salía más que al colegio y se adentraba en su cuarto buscando información sobre su misión, llamando a su abuela para saber si ella también tendría el don de las visiones.
Al verla puedo ver en sus ojos a aquella adolescente que un día fui, pero no puedo evitar también el sentir miedo y ansiedad por ella y por el bebé que venía en camino. Temía por lo que puede llegar a pasar, pero a la vez estoy dispuesta a ayudar a mi hija, y más en estos momentos.
Por otro lado también Pablo era motivo de preocupación para mí ya que en los últimos días estaba trabajando hasta tarde. Lo noté raro desde hace dos noches, aunque mucha importancia no le di, pero en mi mente está una duda sobre lo que está haciendo.
- Ma, me voy al colegio - murmuró Allegra, sacándome de mis pensamientos. Asentí y me levanté con cuidado, pues mi vientre estaba creciendo rápidamente y eso causaba efectos en mi cuerpo - Octavio me espera afuera.
-Me hubieses dicho, ahí voy a saludarlo - sonreí pero ella se puso delante de la puerta y negó algo nerviosa - ¿y eso? - levanté una ceja algo intrigada al ver porqué mi hija estaba evitando que saliera.
- No es necesario que lo saludes, mamá. Además tengo que hablar con él y no quiero que nos interrumpas.
- ¿Pasa algo con Octavio, Alle? - pregunté, aunque conociendo a mi hija sabía que algo pasaba entre ella y el mini Bedoya.
Allegra negó y salió casi corriendo de casa, dando un portazo.
Me fijé por la ventana y ahí pude visualizar cómo la jovencita que es mi hija abrazaba alegremente a Octavio, el más pequeño de los Bedoya Agüero. En ese momento presentí que algo había entre ellos, una conexión especial como la que yo sentí por Pablo, sin dudas.
Me quedé tan prendida en la ventana que no me dí cuenta que mi celular sonó como tres veces. A la cuarta decidí atender.
- Bonito - murmuré, esbozando una sonrisa casi gigante al saber que se trataba de mi ahora esposo. - ¿porqué no contestaste antes?
- Mini Jaz - respondió él del otro lado- sé que no te respondí, pero era porque estaba muy ocupado, y luego me dormí - su voz se sentía rara, como afónica, pero no le presté mucha atención - te quería decir que vuelvo mañana temprano.
- Pensé que volvías hoy - respondí algo decepcionada y un poco triste - pero si tenés que estar hasta mañana comprendo, mientras no te mandes ninguna macana - le dije ahora, con un tono medio seco, porque conozco a Pablo. - ojo, Ordoñez.
- Alai, no empieces con tus celos - murmuró él y sentí como soltó un suspiro - mejor llamá a Lola, me enteré que quisieron dispararle. El colegio es un caos.
- ¿Cómo que quisieron dispararle a Lola?
(...)
Narra Lola
Entré al colegio con Francisco, Milagros y Santiago. Evidentemente mi hija y mi sobrino estaban en una situación algo "íntima", ya que pude notar un disgusto en los rostros de ambos hacia Toto y hacia mí. Sin embargo era lo que menos me importaba cuando un posible lunático estaba acechando el colegio.
Federico y Mora aparecieron algo alterados. El rubio lo primero que hizo fue abrazarnos a Mili y a mí, junto a nuestro hijo menor.
-¿Estás bien, Lola? - preguntó acariciando mi vientre algo preocupado- podemos llamar a Tobías para que te revise.
- Estoy bien - respondí algo seca, y caminé hacia la dirección.
Sin golpear la puerta, decidí entrar y enfrentar a mi papá. No soportaba esta situación y no deseaba que mi hija y los demás chicos vivieran lo que nosotros vivimos.
- O arreglamos esta locura o me llevo a Milagros del colegio - fue lo primero que salió de mi boca.
Todos se quedaron "petrificados" al escucharme decir aquello, pero yo no sentí ninguna molestia ni arrepentimiento al hacerlo. Mis hijos eran la razón por la cual seguía de pie y no iba a dejar que ningún enfermo los tocara.
- ¿Qué te pasa? - preguntó Fede, colocándose al lado mío y mirándome fijamente y con la mirada seria. Me volteé, para quedar frente a frente a él
-Que estoy harta de que hasta nuestros hijos tengan que vivir lo que vivieron nuestros padres y nosotros - me dirigí a verlo a mi padre - Bedoya, tenés que encontrar una solución a esto o te aseguro que..
- Basta, Lola - dijo algo fuerte mi padre y ambos nos fulminamos con la mirada. Obviamente la mirada furiosa la heredé de mi mamá, y no de él, quién tenía mis mismos ojos pero no la misma ira que yo tenía en ese momento - si vos te llevas a Milagros a otro lado ella corre más riesgos.
- Pero acá también corren riesgos, Thiago - exclamó Francisco y se puso delante mío - nos acaban de apuntar con un arma hace unos minutos y vos estás tranquilo en tu escritorio
- ¿Quién les apuntó con un arma? - preguntó ahora asustada mi hermana - Nos tuvieron que decir eso desde un principio , Lola y Francisco
- Fue Facundo, el hijo de Roque - respondió Francisco sin rodeos y me observó para luego mirar a Thiago - casi le dispara a tu hija.
- ¿Facundo estuvo cerca de ustedes?
- A Facundo lo conocemos hace años, papá. Es un hijo perdido de Roque que se alejó de él después de un tiempo y no volvimos a saber de él. Algunos amigos de nuestra antigua vida nos contaron que tuvo dos hijos y una esposa, pero no se sabe nada de ellos tampoco.
- Entonces ahí está - murmuró Fede, en forma pensativa. Lo miré sin saber que decía y él colocó sus manos en mis hombros- ¿no sabés a lo que me refiero?
- No, y te ves raro con esa mirada pensativa, pero sexy - murmuré algo excitada y lo abracé por el cuello - repetime
- ¿No sabés a lo que me refiero? - preguntó , en forma sexy y ambos nos perdimos. Sin embargo, Francisco nos separó rápidamente.
- Ustedes dejen la calentura por un segundo que ya tienen dos hijos y uno en camino - nos retó y luego miró a Fede- yo si sé. Si Facundo tuvo dos hijos y de ellos no se sabe nada, puede ser que esos hijos sean los infiltrados en el colegio.
-¿Quiénes pueden ser?
- Yo creo que.. - Fran no pudo terminar de hablar, ya que desde el lobby se escucharon gritos.
Continuará...
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Casi Angeles "El renacer de los guardianes"
FanfictionY si te cuento cómo es nuestra historia? la historia detrás de la historia que nació de una historia. Si, esta sería como la tercera temporada de una novela en la televisión, dónde en la primera contamos la historia de los padres; en la segunda la d...