CAPITULO 36.

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Carol estaba ojiplática, y no sabía qué hacer. Caminó de puntillas por el pasillo, en dirección contraria a la que traía y golpeó muy flojito en una de las puertas. Tardaron en abrir, pero después de esperar pacientemente vio cómo la puerta se abría ante ella.

Min Ho ya estaba en pijama, una camiseta blanca de mangas cortas y un pantalón corto gris. Llevaba unas pantuflas de pelo gris también y Carol no pudo evitar reír.

-¿Qué llevas en los pies?-preguntó intentando no hablar muy alto.
-¿Y a tí que te pasa en la cabeza?-contraatacó Min Ho-. ¿Qué haces aquí?-continuó.
-Yuri acaba de irse con Kitty a su habitación...-susurró.
-¿¡Qué!?-exclamó Min Ho. Carol le puso la mano en la boca, ya que había hablado un poco más fuerte de la cuenta. Rió, y unos segundos después se dio cuenta que seguía con la mano sobre los suaves labios de Min Ho. Se miraron, y ambos notaron esa electricidad que siempre aparecía entre ellos. Carol retiró su mano de la boca de Min Ho con suavidad.

-Bueno, ¿Entras y me cuentas qué has visto?-sugirió Min Ho.
-No podemos dormir juntos...-le recordó Carol.
-No vamos a dormir, vamos a hablar...-aclaró Min Ho-. Además, si Yuri y Kitty pueden estar juntas en una habitación....nosotros también...-dijo cogiéndola del brazo y tirándo de ella hacia el interior de la habitación. Cerraron la puerta.

La forma en que Min Ho la había agarrado del brazo y la había atraído hacia el, había revolucionado el corazón de Carol, que palpitaba con fuerza.

-No creo que haya sido buena idea entrar...-comentó con la respiración algo agitada.
-¿Por qué no?-preguntó Min Ho acercándose otra vez a ella. Le acarició la mejilla y acercó sus labios a ella, no los posó sobre sus labios (para sorpresa de Carol), sino que los llevó desde su mejilla a la oreja y bajó con ellos hacia su cuello, donde sí soltó un pequeño beso. Lo suficiente para alterar el cuerpo de Carol, que tenía la piel de gallina. Se separó de ella y se miraron.

-Creo que estoy un poco borracha...-comentó con la respiración agitada.
-Bueno, entonces somos dos...-rió Min Ho.

***

Min Ho la cogió de la mano y se la llevó hacia la cama. Carol se tapó los ojos con una de sus manos y no pudo ocultar el tono sonrosado que aparecía en sus mejillas.

-Estate tranquila...no va a pasar nada...-le aseguró Min Ho.

Él fue el primero en tumbarse sobre la cama y dio unos pequeños golpecitos sobre las sábanas, como llamando a Carol.

-Venga, ponte aquí a mi lado...-le dijo.
-Ay...no sé, en serio...-se resistía Carol. Sabía que los impulsos de su cuerpo eran muy fuertes cuando estaba junto a Min Ho, y no se fiaba de aquella situación que se estaba creando.
-No haremos nada que tú no quieras, de verdad...además, sólo quiero que me cuentes qué has visto exactamente...-Min Ho habló con sinceridad.

Finalmente Carol cedió y se tumbó junto a él.

-Está bien, pero sólo vamos a hablar...-le recordó.
-Por supuesto...-aseguró él.

Carol le comentó cómo había sido testigo de la interacción entre Kitty y Yuri, y cómo ambas entraron en la habitación para hablar. También le comentó la tensión que ella pensaba que existía entre ambas.

-Seguro que se están enrollando ahora mismo...-comentó Min Ho.
-¡Min Ho!-le regañó Carol.
-¡¿Qué?! Es la verdad...se estarán besando y metiéndose mano...-rió.
-De verdad que los tíos sólo pensáis en eso...-comentó Carol.
-Sólo digo lo que pienso...te aseguro que se estarán dando el lote...-dijo medio en broma, medio de verdad.
-¿Eso es lo que se supone que se debe hacer?-se atrevió a decir Carol, levantando la mirada para encontrarse con los ojos de Min Ho fijos en ella.

Si no eres tú, soy yo... ( XO, Kitty )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora