CAPÍTULO 37. PREGUNTAS AL AIRE

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Después de darse una larga ducha Carol se enrolló la toalla alrededor del cuerpo. Cogió otra más pequeña para su cabello. Salió del baño y se quedó parada frente a un gran espejo de cuerpo completo que había en el dormitorio, justo en la pared de en frente del baño. Caminó acercándose a su reflejo, y se miró de pies a cabeza, se detuvo en sus hombros y en su rostro. Su porte era otro, y se sintió un poco tonta al pensar que se veía diferente. No podía haber cambiado nada en ese corto periodo de tiempo.

Sin embargo, se veía diferente y se sentía diferente. Había avanzado mucho con Min Ho en esta última semana, y al mirarse no podía evitar pensar que ya no era la misma chica que llegó desde Estados Unidos al principio del semestre. Y no lo era.

Se secó y se vistió, con unos vaqueros, una camiseta lisa negra y unas converse negras. Se peinó su larga melena, pero no se detuvo a secarse el pelo. Lo dejó húmedo para que secase al aire. Se miró una última vez al espejo y salió de su habitación.
Pulsó el botón del ascensor, y mientras esperaba no pudo evitar desviar los ojos hacia la puerta de la habitación de Min Ho. Sintió cómo un escalofrío le recorría el cuerpo al recordar lo que había pasado la noche anterior, y un "ding" la sacó de sus pensamientos. Las puertas del ascensor se abrieron y entró en él. Bajó, y al llegar a la sala del desayuno pudo ver que la mayoría ya estaba allí: Kitty, Yuri, Florian, Dae...

-Bueno días...-dijo sentándose con sus compañeros.
-Buenos días, ¿Qué tal la noche?-preguntó Florian inocentemente, sólo que Carol se puso nerviosa innecesariamente.
-Bien, ¿Por qué preguntas?-contestó a la defensiva.
-Por nada, sólo preguntaba si habías pasado buena noche...tú también estás muy rara...-dijo Florian dándole un sorbo a su zumo de naranja y entrecerrando los ojos para mirar a Carol, con cara de sospecha.
-¿A qué te refieres con que yo "también"?-preguntó ella curiosa.
-Kitty y Yuri también están un poco raras esta mañana...-dijo dirigiendo sus ojos entrecerrados hacia ellas esta vez.
-¡Ya te he dicho que no pasa nada raro, pesado!-intervino Kitty.

En ese momento Q y Min Ho entraron al salón, venían conversando entre ellos, ambos con unas sonrisas perfectas y relucientes. Carol levantó la mirada y notó cómo su corazón se aceleraba al ver a Min Ho. Pensó que estaba especialmente guapo, aunque si lo pensaba bien....siempre lo estaba. Llevaba puesto un pantalón pitillo negro y una camiseta blanca. Él cruzó la mirada con ella por un segundo y le dedicó una sonrisa. Ella se sonrojó y le dio un sorbo a su zumo.

Florian continuaba observando cada gesto. Min Ho se sentó al lado de Carol y le dio un beso, antes de decirle "buenos días". Q se sentó al lado de Florian, que a su vez, estaba frente a Carol y a Min Ho.

-¿Qué tal la noche?-Le preguntó a Min Ho.
-Mmm pues bien, ¿Por qué preguntas?-dijo algo nervioso por la pregunta. No sabía si Florian quizás sospechaba algo.
-¡Tú también!-dijo Florian sorprendido.
-¿Yo también qué?-se sonrojó Min Ho.
-¡Ay Dios! ¡Os habéis acostado! ¡Es eso! ¿Verdad?-dijo Florian de repente teniendo una revelación.

Carol se atragantó con la tostada, Min Ho casi escupe el zumo sobre la mesa, Yuri derramó su café y a Kitty se le escapó la cuchara con la que estaba comiéndose un tazón de cereales. Florian trasladó su mirada desde Min Ho y Carol, hasta Yuri y Kitty...
-¡Madre mía! ¡Vosotras también!-dijo viéndolo todo claro en un instante.
-No sé de qué hablas...-dijo Kitty volviendo a coger la cuchara para continuar con el desayuno.

Dae estaba sorprendido ante la situación, miró a Min Ho y a Carol...y después se detuvo a observar a Kitty y a Yuri. Estaba especialmente serio, y simplemente dejó su desayuno a medio terminar y se levantó de la mesa.

-Dae...-dijo Kitty siguiéndolo con la mirada.

No había tenido oportunidad de aclarar las cosas con él, y era cierto que Dae aún albergaba cierta esperanza. Aún pensaba en la posibilidad de retomar su relación con Kitty, y Kitty no sólo había evitado a Dae durante días, sino que además no había sido sincera con él. Le había hecho daño, y sabía que Dae ni siquiera se lo merecía. Se puso en pie y fue a buscarlo.

Si no eres tú, soy yo... ( XO, Kitty )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora