Si no eres tú, soy yo... ( XO, Kitty )

CAPITULO 31. ÁRBOL CAÍDO

A la mañana siguiente Carol abrió los ojos lentamente, a la vez que recordaba lo que había pasado la noche anterior. Que no hubieran llegado hasta el final no significaba que no hubiera sido increíble o intenso. Sentía que su conexión con Min Ho cada vez era más fuerte y aunque anoche tuvieran un pequeño traspié, se sentía más unida a él.

Min Ho abrió los ojos y encontró a Carol mirándolo.
-Buenos días...-dijo él sonriendo.
Carol se sonrojó, ya que la había pillado infraganti observándolo.
-Buenos días...-contestó.

Comenzaron a besarse pero se detuvieron al escuchar la puerta. La puerta se abrió y Kitty apareció. Ambos se quedaron paralizados sin saber qué hacer.

-Lo siento, lo siento...-dijo Kitty cerrando la puerta otra vez rápidamente. Carol se sintió avergonzada, pero Min Ho se reía.

-Chicos, sea lo que sea que estéis haciendo, no os preocupéis que no voy a mirar...pero necesito entrar para coger mi uniforme y mi mochila...o llegaré tarde a clase....que por cierto, vosotros también deberíais daros prisa...-continuó Kitty.
-Puedes entrar, no estábamos haciendo nada...-dijo Carol incorporándose en la cama.

La puerta se abrió y Kitty entró cubriéndose los ojos con una de sus manos.
-No estoy mirando...no estoy mirando...-decía una y otra vez conforme se adentraba en el dormitorio y buscaba sus cosas.
-Deja de hacer la idiota, te hemos dicho que puedes entrar...-le dijo Carol. Kitty se quitó la mano de la cara.
-Bueno, no sé lo que podríais estar haciendo por la mañana...no quería interrumpir...-dijo.
-No seas tonta, ¿No ves que llevamos la misma ropa de ayer puesta? Sólo hemos dormido...nada más...-explicó Carol.
-Perdona que te diga, cariño, pero hay muchas cosas que se pueden hacer con la ropa puesta...-el descaro de Kitty hizo sonrojarse a Carol.
-Eso es verdad...-aseguró Min Ho. Carol le dió un manotazo. -¡Ay! ¿Qué? Sí es verdad...-protestó él. Y tanto Kitty como Carol se echaron a reír.

Carol gateó por la cama y pasó sobre Min Ho para bajarse de la cama.
-Venga, vete a tu habitación a ponerte el uniforme o llegaremos tarde a clase...-comentó Carol.
-¿Y mi beso de buenos días?-dijo Min Ho bajándose de la cama y acercándose a ella antes de salir de la habitación. Carol se sentía como en una nube, le dio un pequeño beso y Min Ho se marchó.

Comenzó a vestirse para ir a clase, y a preparar la mochila. Kitty seguía allí, pero no dijo nada. Después de unos minutos garraspeó. El ruidito con la garganta llamó la atención de Carol.
-¿Ocurre algo?-preguntó inocentemente.
-Bueno, estoy esperando a que me cuentes qué ha pasado...-comentó Kitty.
Carol se limitó a sonreír.
-Esa sonrisa me dice que pasaron muchas cosas...-comentó.
-Sí...algunas...aunque no todo, si tanto te interesa...nada de esas cosas que tú dices que se pueden hacer con ropa...-le dijo. Rieron.

-¿No? ¿Y por qué no?-preguntó Kitty poniéndose seria.
-No me atreví...me acobardé sobre la marcha. Pero no me preocupa, lo hemos hablado y no hay prisa...-le explicó.
-Bien, mientras los dos estéis satisfechos con lo que tenéis, eso es lo que cuenta...-dijo Kitty con una sonrisa.-Y ahora vamos a clase anda...-continuó.

Cogieron sus mochilas y salieron rumbo a clase. Al entrar por la puerta de la clase, Carol se sintió observada. No sabía si eran imaginaciones suyas o si realmente pasaba algo, pero sentía cómo si todos la miraran y cuchichearan. Se sentó al lado de Min Ho sintiéndose algo incómoda.

-¿Qué te pasa?-preguntó Min Ho, que notó que estaba un poco rara.
-Nada, que sigo con sueño...-contestó con una sonrisa, aunque estaba algo incómoda.

La clase terminó, y salieron al pasillo. Volvió a sentir lo mismo. Las chicas hablaban en corrillo, y juraría que la miraban a ella.
-Voy al baño, te veo en la siguiente clase...-dijo no encontrándose del todo bien.
-Está bien...-fue todo lo que dijo Min Ho. Y se alejó por el pasillo.