CAPÍTULO 38. LA PALABRA INCREÍBLE

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Kitty estaba sorprendida y destrozada. No podía creer que Yuri estuviera besando a Julianna en su dormitorio cuando hacía menos de veinticuatro horas habían estado juntas en la cama...y revueltas...bastante revueltas.

-Yo me voy, está claro que sobro...-dijo saliendo de allí lo más rápido que pudo.
-Kitty, ¡Espera!, ¡Por favor!-gritó Yuri intentando alcanzarla, pero ya se había ido.

Regresó a su dormitorio donde seguía Julianna.

-No me has contestado...-dijo ésta.
-¿Qué quieres saber?-preguntó Yuri con tono de rendición.
-¿Me dejaste por Kitty?-preguntó mirándola a los ojos.
-Sí...-se limitó a contestar Yuri.
-¿Desde cuando lo sabes...que te gusta Kitty?-preguntó con tristeza en sus ojos. Su voz era quebradiza.
-No lo sabía hasta que me besó en la fiesta de la primavera...quise ignorarlo, hice como si no significara nada....además estábamos juntas y no quería hacerte daño...pero mi cuerpo me decía otra cosa...-le explicó.

Julianna resopló angustiada.
-¿No vas a volver conmigo no?-le preguntó.

Yuri negó con la cabeza.
-Puede que necesite estar un tiempo sola... Kitty me hizo ver que no todo está escrito...siempre puede cambiar algo, y siento que haya sido así, yo te amaba de verdad....pero no contaba con esto...-continuó.

Julianna no dijo nada, salió del dormitorio dejando a Yuri allí sola. No sabía cómo se habían complicado tanto las cosas en tan poco tiempo, pero necesitaba arreglarlo. Con suerte Julianna acabaría superándolo...al menos, ya habían tenido una conversación que tenían pendiente. Ahora le faltaba hablar con Kitty y explicarle lo que había pasado realmente.

Mientras tanto Min Ho pegó en la puerta de Dae. No contestaba, así que decidió abrir la puerta igualmente.

-Eh tío...¿Qué haces?-preguntó asomando la cabeza.
-Nada...volverme invisible, supongo...-comentó.
-No digas eso...-le dijo Min Ho acercándose a él.

Dae estaba sentado en la cama, con la espalda apoyada en la pared. Min Ho saltó sobre la cama y adoptó la misma pose, justo a su lado.

-No sé en qué momento se torcieron las cosas...pero he pasado de tener a la novia que siempre quise, a estar sólo y además sin posibilidad de recuperarla...-dijo.
-A veces las cosas no son como queremos, pero seguro que es por algún motivo...-le dijo Min Ho.
-Si ya...para tí es fácil decirlo, siempre has tenido suerte con las chicas, y ahora tienes a Carol...yo no tengo nada...-dijo triste.
-Me tienes a mí...-sonrió Min Ho-.Aún somos amigos, ¿No?-añadió.
-Sí, supongo que sí...-contestó decaído.
-No me puedo creer que Kitty me haya hecho esto...ella nunca me hubiera hecho daño y sin embargo...-dejó la frase sin terminar, era demasiado doloroso.
-Estoy seguro que no quería hacerte daño...imagínate cómo se debe sentir, ni ella sabe lo que está haciendo...es un gran cambio para todos, pero especialmente para ella...-argumentó-.sigue siendo nuestra amiga...-añadió.
-No sé si podré seguir siendo su amigo...-comentó Dae.
-Claro que podrás...y lo serás. Tú la conoces mejor que nadie, y necesita apoyo. Si realmente la quieres, estarás ahí para ella...puede ser duro al principio pero, vuestra amistad debería prevalecer...-
-Gracias...-se limitó a decir Dae después de unos segundos de silencio.
-De nada amigo...-dijo Min Ho dándole un pequeño abrazo a su colega.

Decidió dejar a Dae solo por el momento, y fue a ver a Carol. No había podido sacársela de la cabeza. Esa mañana había sido increíble, aún recordaba cada movimiento, cada gesto, cada sonido emitido por los labios de Carol...se estaba poniéndo nervioso sólo con recordarlo, y necesitaba verla otra vez o se volvería loco.

Carol escuchó cómo llamaban a la puerta, y en cuanto abrió y vio a Min Ho, se le aflojaron las piernas. ¿Por qué tenía ese efecto sobre ella? Nunca antes había vivido algo así con ningún chico...
Sus miradas conectaron, y se le aceleró el pulso. Min Ho entró rápidamente y la agarró de la cintura con fuerza. Comenzó a besarla con necesidad, como si Carol fuera agua y él estuviera sediento en mitad del desierto. Sus labios jugaban. Su lengua se abrió paso y se introdujo en la boca de Carol.

Si no eres tú, soy yo... ( XO, Kitty )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora