CAPÍTULO 48. SELLANDO PROMESAS

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El avión aterrizó en Los Ángeles a su hora de llegada estimada. Había sido un vuelo largo, pero tranquilo. Al menos Kitty y Min Ho tenían la compañía del otro, para los momentos de aburrimiento. Vieron alguna película juntos, compartieron snacks, charlaron, escucharon sus canciones favoritas...y durmieron. Y ya, por fin, con los pies sobre tierra firme, había llegado el momento de separarse.

-Bueno, que tengas unas buenas vacaciones...-le dijo Min Ho.
-Tú también...espero que todo vaya bien con Carol...-le deseó Kitty.
-Yo también...-bromeó Min Ho-. Nos veremos, tranquila, igual que la otra vez...pasamos unas vacaciones geniales...-añadió Min Ho.
-Sí...-fue todo lo que Kitty pudo decir. Sabía que si todo iba bien entre Carol y Min Ho, no los vería demasiado. Pero no deseaba que fuera de otra forma. Se dieron un abrazo amistoso y tomaron rumbos distintos.

Carol estaba en casa, con sus padres. Sabía que Min Ho llegaba a Los Ángeles, y estaba nerviosa. Le hubiera gustado ir a verlo, pero por otra parte no quería parecer ansiosa, después de cómo acabaron las cosas.
Habían hablado alguna que otra vez, por mensajes, así que la cosa estaba evolucionando un poco, pero no quería parecer desesperada por verlo.

Por otra parte, estaban sus padres...y no se le ocurría ninguna excusa lo bastante buena como para salir de casa y poder ir al aeropuerto a esperarlo. Miró su teléfono por decimocuarta vez, y no tenía ningún mensaje, ni llamada. Si Min Ho había llegado, ¿No debería haberle escrito algo? Estaba inquieta, con el corazón a cien por hora.

No fue hasta el día siguiente, que recibió un mensaje de Min Ho:

"Buenos días preciosa, hace un maravilloso día en Los Ángeles, ¿Te vienes a dar una vuelta? :) " leyó. Al tiempo que leía palabra por palabra, una sonrisa se le formaba en la boca.

-¿Y esa cara?-escuchó decir a alguien. Miró hacia la puerta de su habitación.
-¡Mamá! ¿Qué pasa? Me has asustado...-dijo algo nerviosa.
-¿Quién te hace sonreír así?-preguntó su madre intentando tener un momento cercano con su hija.
-No es lo que piensas...sólo es Kitty...ya está en Los Ángeles...-y después de todo, no era ninguna mentira. Al menos no al completo.
-Ah, tu amiga de Corea...-
-Ella es estadounidense, mamá...-le recordó.
-Sí, pero es mitad coreana ¿no? Y además allí se desenvolvía muy bien según tengo entendido...me alegro que hicieras una amiga...-dijo su madre sentándose en la cama de su hija, junto a ella.
-Creo que iré a dar una vuelta...echaba de menos la ciudad...-dijo Carol poniéndose de pie, algo incómoda.

No estaba acostumbrada a tener tanta cercanía con su madre. Al menos no desde que era una adolescente.

-¿Verás a tu amiga?-le preguntó su madre.
-Pues no sé... puede que sí...-contestó buscando algo de ropa para cambiarse.

Su madre salió del dormitorio al darse cuenta que su hija no se sentía cómoda para contarle nada, pero sabía que pasaba algo más de lo que le decía.

Carol contestó a Min Ho y le sugirió un sitio en el que quedar, se cambió de ropa, y se maquilló un poco, se puso perfume y bajó para salir.

Conforme bajaba las escaleras, pudo ver que su madre la observaba desde el salón.

-Vaya, te has puesto muy guapa....-comentó su madre.
-No se por qué lo dices, es mi ropa de siempre...-respondió ella evitando un poco el tema.

Se había puesto unos pantalones vaqueros pitillo ceñidos, una camiseta blanca metida dentro del pantalón, un cinturón y una cazadora negra, y unas converse negras a juego con la chaqueta. Se había maquillado bastante bien y, la verdad es que irradiaba seguridad. Estaba guapa con poco que se arreglara.
Caminó hacia la puerta y salió...

-Hasta luego...-dijo al irse.

Le temblaban las manos. Estaba en el punto donde se suponía que iban a encontrarse, y volvió a mirar la hora en el teléfono una vez más. Esos segundos se le hicieron eternos.

Poco después vio aparecer a Min Ho entre la gente...se iba acercando más y más, pero pareciera que andara a cámara lenta. Carol se puso a mirar su teléfono, sólo por distraerse, no quería que Min Ho supiera que estaba nerviosa por verlo. Hizo como si tuviera cosas muy importantes que mirar en su dispositivo móvil y actuó de forma distraída.

-Hola...-escuchó decir, y al levantar la mirada lo tenía justo delante, mucho más cerca de lo que esperaba.
-Hola...-se limitó a contestar.

Se miraron durante unos segundos, ninguno de los dos parecía saber qué hacer. A Carol le palpitaba el cuello, sus pulsaciones estaban aceleradas. Min Ho también parecía nervioso, su corazón estaba acelerado...pero fue el quien dio el paso: se acercó a ella lentamente, un poco inseguro. Le puso la mano sobre la cintura, lo cual hizo que Carol se estremeciera. Carol observaba su rostro...su piel tan pálida y tan perfecta...detuvo su mirada en su boca, que se aproximaban lentamente. No pudo evitar morderse el labio inferior...estaba deseando que Min Ho la besara...

-No hagas eso...-susurró Min Ho a tan sólo unos centímetros de distancia. Carol podía notar su respiración sobre ella.
-¿El qué?-preguntó todavía nerviosa, y a la vez, confundida.
-Morderte así el labio...o no podré controlarme...-respondió él.

Carol sintió una corriente eléctrica en sus entrañas, y un golpe seco en el pecho....sin duda ese chico activaba su cuerpo de una forma que no podría ni empezar a describir.

-Si no me besas ya, tendré que hacerlo yo...-dijo Carol colgando sus brazos alrededor del cuello de Min Ho.
-Te noto algo impaciente Señorita Smith...-dijo Min Ho haciendo como si se separara de ella.

Menudo momento para bromear. Carol lo agarró para evitarlo. Parecía que sus intentos de evitar que Min Ho notara que estaba deseando verlo y besarlo, no habían fructificado. Ambos rieron, hasta que sus frentes se tocaron y quedaron algo más serios. Sus corazones latían con fuerza...

-Ya sabes que si no eres tú...soy yo...él que reconocerá que estaba impaciente por verte...-dijo Min Ho.
-Yo también estaba deseando verte...-reconoció ella.

Ambos acercaron sus rostros y sus labios se aproximaron más y más, hasta que notaron la humedad y el calor de los labios del otro. Sus labios se movían en total sintonía, dejando también sus lenguas jugar después de tanto tiempo.

-Prométeme que nuestras vacaciones serán increíbles...-dijo Carol separándose de él y mirándolo a los ojos.
-No te preocupes...lo serán...-le aseguró Min Ho-. Y tú prométeme que tu próximo semestre también será en KISS...-le suplicó. Eso era una declaración de intenciones. Carol sintió que Min Ho quería tenerla cerca durante mucho tiempo...le estaba dando la seguridad de que lo suyo iba para largo.

-Si mis padres no ponen objeción...allí estaré...-contestó sonriendo.

Se volvieron a dar un beso, que parecía una forma de sellar esas promesas; se cogieron de la mano, y se fueron a dar un paseo.

Aquello no era más que el comienzo de unas vacaciones increíbles juntos, y aunque no sabían qué pasaría el próximo semestre, tenían la certeza de que lo descubrirían uno junto al otro, como habían hecho con todo hasta ahora.


***Nota de la autora: Este va a ser el final de la historia. No estoy muy orgullosa de cómo lo he terminado, pero sentía que era hora de ponerle fin. A los que habéis seguido la historia de Carol y Min Ho desde el principio hasta el final: gracias. Espero que el final no os decepcione demasiado, y que hayáis disfrutado el "trayecto" hasta aquí. Subiré otras historias pronto, que espero puedan ser de vuestro interés. Espero vuestras opiniones. XO, Charlotte.

Si no eres tú, soy yo... ( XO, Kitty )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora