Capítulo 3 - 13 años

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Acababa de salir del instituto y iba de camino a mi casa. Ese día estaba mucho mas feliz que los demás. ¡Acababa de dar mi primer beso! Fue con Noah, el chico más  popular del instituto. No se porque lo hizo, pero me besó. Noah era un chico amable pero algo presumido. De todas formas, era muy guapo. Tenía el pelo negro, los ojos verdes y era alto, ¿qué más? 

Ya estaba frente a mi casa, cuando la vecina de la casa de la izquierda, se acercó a mí. Yo le miré confusa y ella, que me miraba con una sonrisa, me preguntó:

-Te veo muy contenta, ¿ha pasado algo?

-Sí, he dado mi primer beso.- respondí con mi inocencia de niña pequeña, estaba tan feliz que no podía contenerme.

-Ohh, que bonito.- me contestó despeinándome un poco.

Yo sonreí y seguí andando hasta entrar a mi casa. No había nadie en casa, solo yo y Ron, mi gato. Mi madre supuestamente estaba en tenis, mi padre estaba trabajando y no llegaría hasta tarde y mi hermano se había ido a vivir a una mansión con sus amigos. Mi hermano acababa de empezar a trabajar de modelo de revista, igual que sus amigos, y con el dinero de todos consiguieron comprar una mansión. Estaba algo lejos de la casa de mis padres, entonces no le solíamos visitar muy a menudo. 

Eran las tres del mediodía y tenía mucha hambre, pero no quería comer mucho para no subir de peso, así que fui a la cocina y me prepare un sándwich. Después de comerme el sándwich, me senté en el sofá, puse un programa que me gustaba mucho y ahí me quedé dormida, soñando que volvía a vivir ese primer beso.

Cuando me desperté, cogí mi móvil para ver la hora; eran las 8 de tarde. Sentí que estaba sola hasta que oí la puerta. Me asomé a la entrada desde el sofá y vi a mi padre con cara malhumorada entrando a casa. Rápidamente, me tumbé en el sofá y cerré los ojos haciéndome la dormida.

-¡Addison! ¡¿Donde estás?!- gritó mi padre dando un portazo.

-Cariño, no grites, la niña está durmiendo.- escuche susurrar a mi madre, al parecer, ya estaba en casa.

-¡Me da igual! ¡Tengo que hablar seriamente con ella!- volvió a gritar.

-¿Qué ha pasado?- preguntó mi madre susurrando de nuevo.

-Mary me ha contado que Addison besó a un chico.- respondió mi padre con voz enfadada.

Mary era la vecina a la que le conté lo de el beso, y no se para que, no pensé. Sabía que en esa mujer no se podía confiar, pero es que estaba tan feliz...

-¿Qué más dará? Es una adolescente, ¿qué esperabas?- contestó mi madre.

-¡Es demasiado joven!- gritó.

Escuché pisadas fuertes acercándose hacía mí, iban muy rápido. Entre abrí un poco los ojos y vi a mi padre frente a mí. 

-¡Ajá! Sabía que estabas despierta.- exclamó.

Me senté de mala gana y con algo de miedo. Le miré a los ojos y hablé:

-Lo siento...

-¡Eres demasiado joven!- me gritó.

-¡Pedí perdón!- grité yo también, no podía contenerme.

Mi padre cogió aire exageradamente.

-¡Primero, no me grites! ¡Segundo, eres demasiado joven, entiéndelo!- volvió a gritarme.

-Cariño, ya está, déjalo, no es para tanto.- comentó mi madre.

Yo estaba con los ojos cristalizados y enfurecida.

-¡No voy a ser tu niñita por siempre! ¡Entiéndelo tú joder!- grité, luego, me arrepentí.

-¡¿Qué dijiste?!- me gritó mi padre mucho más fuerte que antes.

-¡Qué lo entiendas! ¡Encima, fue él fue que me besó!

-¿Como?- preguntó.

Se quedó quieto mirándome y, de repente, se fue de casa. Mi madre corrió detrás de el gritando:

-¡Cariño, no!

 Yo subí a mi habitación dando un portazo al cerrar la puerta y me tiré en mi cama para coger la almohada, ponérmela en la cara y gritar. ¿Por qué Mary no se podía callar? ¿Por qué mi padre me gritaba por vivir mi vida? ¿Habría ido a por Noah! ¿Por qué la vida era tan mierda?

687 palabras, capítulo más cortito por ser un recuerdo, espero que os haya gustado <33

Fue el destinoWhere stories live. Discover now