A la mañana siguiente me levanté al igual que todos los días, con cara de muerta y sin ganas de nada. Fui a clase y me encontré con Mateo como de costumbre. Tras varias clases me encontré con Mónica. Nos cruzamos en el pasillo y ambas nos miramos a los ojos sin saber que decir. Después de unos largos segundos me di cuenta de que empezaba a ser incómodo así que la saludé.
-Hola...-dije finalmente- ¿Todo bien? Después de la fiesta pensé en escribirte pero pensé que tal vez querías algo de espacio...
Me miró con una mirada distinta a la de siempre, como cansada. No, agotada. Suspiro y sonrió de forma forzada. Me dió un escalofrío. Aquella sonrisa sincera que tanto me gustaba de ella había desaparecido.
-No te preocupes.-dijo débilmente.
-¿Estás bien? No quiero que te sientas presionada a hablar de nada conmigo, pero me quedé algo preocupada...
Su cara se iluminó, como si lo que había dicho la hubiese desconcertado. Me miró con un pequeño brillo en los ojos, y sonrió de nuevo, está vez como siempre. Aliviada, le devolví la sonrisa. No tenía ni idea de si lo que había pasado ayer significaba algo para ella, pero me alegraba de poder seguir hablando como normalmente. Temía perderla.
-Estoy bien, gracias por preocuparte. Nos vemos luego en filosofía.
Nos saludamos con la mano y nos dirigimos a nuestras clases.Al cabo de una hora, entré al aula de filosofía. Allí vi a Mónica hablando con una compañera, Madison. Cuando entre, desvío la atención de lo que estaba hablando y me saludó con la mano. Le devolví el saludo y me senté. Al cabo de unos minutos, se sentó a mi lado cuando vio llegar al profesor. La observé mientras se sentaba y luego me miró con una media sonrisa.
Tomamos apuntes, pero ambas nos distraíamos con facilidad. El profesor se fue a buscar una fotocopias y supe que era un buen momento para hablar con ella. Cogí un cacho de hoja y escribí en ella.
"Quieres quedar esta tarde?"
La pasé disimuladamente por la mesa hasta ella. La abrió y la miró por unos segundos. Me miró y con una sonrisa escribió en la hoja.
"Claro :)"
La leí y volví a sonreír.
"A las 18h en el Starbucks?"
Justo llegó el profesor y ambas volvimos a prestar atención a lo que dictaba.
Al final de la clase, salimos del aula. Mónica sostenía algo en la mano. Me miró y me dió la nota.
-Me parece perfecto.- dijo, y se alejó sonriéndome.
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Mi perfecto caos de mierda
RomanceLeslie es una adolescente bi. Su vida es bastante desastrosa, y su vida amorosa lo es aún más 🤭