El león alado nos está rondando como un halcón vigila a un conejo. Su cola es larga y parece la de un escorpión. El ruido que lanza es chirriante, solo ese ruido en sí ya hace daño. El aura que le rodea es blanca.
El coliseo está lleno, las gradas están inundadas de gente que grita emocionada. El león se lanza en picado hacia nosotros, la burbuja se rompe y una explosión provocada por uno de nosotros nos lanza a cada uno en una dirección, creo que es alguna habilidad copiada a un videojuego o algo así. El problema es que he quedado solo y mis poderes en solitario no me parecen muy aptos para este momento, por suerte el león se lanza contra un chico delgado que empieza a escurrirse tirando telarañas con los brazos. Intenta atrapar al monstruo con eso pero el león casi ni se inmuta. Al final consigue alcanzar al chico con una zarpa y lo lanza por los aires. El chico se queda extendido en el suelo con una herida en la pierna y el abdomen.
Mike llama la atención al monstruo con un "tratatatatata" y las manos sosteniendo una metralleta imaginaria. El león va hacia él, le molestan las balas aunque no parece que sea nada más serio. Cuando está cerca de él dice algo como "room" extendiendo la mano y se teletransportar a otro lugar. El chico de las telarañas acaba de ponerse en pié otra vez. Donde antes estaban las heridas ahora tiene unas marcas que van desapareciendo. El tercer chico, el de los escudos, está ahora cargando energía mientras grita y el pelo le empieza a crecer y a cambiar el color. Estoy descubriendo muchas cosas de ellos solo por como pelean. Sus compañeros también van preparándose para la batalla. Están muy preparados.
Como el león no está mirando puedo centrarme en la mejor manera de acabar con la bestia, aunque algo me dice que hay otra opción, que tras esta bestia vendrá otra y luego otra. Me fijo un poco en la grada principal. La silla del centro del palco principal está vacía, supongo debería haber estado Nico allí. En ese palco hay varias personas, todas ellas con el aura roja.
De alguna manera tienen controlada a la bestia, cada vez creo que eso es lo que está sucediendo. Debe haber un domador por algún lado de la plaza, ahora ¿Donde está? ¿La controla como a una marioneta o le da órdenes? quizás lo tenga sometido o peor, puede que hayan hecho una alianza... Si es así...
No me da tiempo a seguir con las reflexiones porque el bicho ha decidido ir a por mí, lo único que sé hacer es gritar, y no se me da nada mal. Con los grifos funcionó.
—¡Para!— Estoy seguro de que el grito no ha gustado nada a la grada. El león continúa hacia mí como si nada. Empiezo a aletear, voy muy lento, aún así sigo e intento ir al chico más cercano, el pseudo-songocu. Casi ni veo como se me cruza para cargar contra la bestia, al llegar al león le da un puñetazo cargado con toda su fuerza y su velocidad y lo manda contra las columnas de las gradas.
Mis compañeros se organizan. El chico de las telarañas prepara una zona de ellas muy densa y me pide que me ponga detrás de ellas. Empiezo a ayudarle a tirar hilos, pero soy muy lento. Luego Mike pone los brazos como si cargarse con un pancer y dice "bum". Toda la gente que estaba cerca del león se habían apartado y por suerte la explosión no les alcanza.
Ver al público me da una idea, voy ha hacerles el espectáculo insoportable. Para eso amplio todos los sonidos de las gradas, todos los chillidos del público, los roces de los zapatos, amplifico cualquier sonido, el aleteo de las moscas, las rozaduras de las túnicas y, porqué no, cualquier sonido corporal que tengan.
Puedo ser su espectáculo pero no será gratis. Además que si se van será fácil encontrar al domador. Esa es mi apuesta.
La bestia tarda en recuperarse, entre el público ha empezado a aparecer el khaos. Me alegra que cada vez importe menos el espectáculo. Mis compañeros solo están centrados en el león escorpión que empieza a levantarse. Todos estamos detrás de la telaraña, veo que el escudo está levantado y parece que el plan es que cuando toque la primera línea de la telaraña los que tienen ataques a distancia los empleen y luego rematamos. Nos la estamos jugando mucho porque estamos muy arrinconados detrás de esta red.
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La Puerta Dorada
Fantasy"Todas las puertas son opacas y no siempre sabemos qué hay al otro lado" Fausto va a tener que aprender a vivir en un mundo en el que todo lo imaginado es real y todo lo deseado, posible. Un mundo lleno de puertas cerradas de distintos colores. Libr...