13. Los descartados

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No es difícil distinguir a los que han sido descartados, es gente que está ociosa por la base, pueden estar jugando al futbolín o dando paseos por el valle. Alguno se ha quedado en las literas mirando al techo.

Hablándolo con Lucas hemos decidido que invitaríamos a venir con nosotros a cualquiera que tenga su puerta roja en la dirección a los dragones. Si su puerta se encuentra allí deben ir para entender la razón.

No es muy difícil reclutarlos porque en general saben que querrían estar. Las gemelas y risas nos han pedido si iríamos antes de contarles nada. Liedna, que llevaba sin verla más de una semana ha aparecido para decirme que sí o sí me acompañaría. Es la primera vez que veo en ella el color verde azulado.

Otra que se nos une es la chica del mármol, por lo visto se llama Salene y su poder no es crear mármol sino que es transformar materiales en otros y también puede transformar a seres vivos. Llegó a la base acompañada de un gato que la sigue siempre. Hemos descubierto su poder por Lucas, ella no sabe que lo sabemos, ya lo contará cuando sea necesario.

Por lo visto Elástica y los dos amigos de Risas van con el ejército oficial. Me da la sensación de que Mike solo valora los poderes que ha visto en dibujos, series o videojuegos y que son de hacer daño. Si Javi hubiese estado aquí lo habría reclutado y supongo que a Sarah también. De hecho creo que ha creado una división de apoyo de magos de varita. Lo sé porque Sofi ha estado una hora creando varitas de sauco.

Sofi me da un poco de pena ahora mismo, está todo el día convirtiendo piedras en cosas, no tiene ni un descanso, cuando no hace naves hace láseres y cuando no hace láseres hace comunicadores. Por suerte usar su poder le desgasta muy poco aunque le exige concentración. No sé cómo aguanta. Dicen que la confianza da asco y lo corroboro, me acerco a ella y le pregunto

—Sofi, ¿tú podrías hacer unos drones de distancia infinita y con cámaras para poder seguir la acción desde aquí?

—Si, toma, aquí tienes— En un segundo me pone en las manos un dron y una pantalla con mandos. Le pido otro para Lucas y también me lo hace. No se lo plantea demasiado. Me lo da y sigue creando sus dispositivos.

—¡Muchas gracias! Cuando tengas un descanso avísame— señalo el comunicador que empleabamos cuando estábamos en la ruta de las nubes. Asiente con la cabeza y sigue construyendo lo que sea que haga. Ahora mismo me recuerda a Salene mientras hacía muros de arena sola para la ciudad. Me da pena.

—Ojalá pudiese ayudarte en algo— antes de irme le dejo un plato de lasaña al lado, seguro que sabrá cómo calentárselo cuando le apetezca hincarle el diente.

Al volver con Lucas veo que está hablando con un chico delgado y un poco encorvado. Le está intentando convencer de que se nos una. Pensaba que no insistiríamos a quien no quisiese venir, alguna razón tendrá.

—¿Dónde se encuentra tu puerta roja?— Le pregunta Lucas

—Hacia allá— dice mientras señala en una dirección totalmente opuesta a los dragones

—Entonces deberías plantearte ir a tu puerta roja porque créeme que todo es más agradable si no desprecias esa puerta— Explica Lucas

—¿Qué pasa si no lo hago?

—Si no lo haces perderás cualquier oportunidad de sentirte bien contigo mismo— responde Lucas con voz robótica, cuando acaba se lleva las manos a la cara y dice —te he dicho que no me hagas preguntas directas...

—Vale vale, solo quería saber la verdad. Mi puerta roja se encuentra en los dragones, pero me han descartado. No entiendo porqué quieres ir si ya se encargarán ellos.

La Puerta DoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora