-Jyn.
Giro para encarar a mi amiga que sonríe con picardía.
-Ya mejor ni me digan que se traen, por cierto, Leandro, dejaste tu teléfono en el jardín y estuvo sonando un rato, toma.
Jyn le entrega el teléfono a Leandro y al revisarlo el gesto de este cambia por completo a uno más serio y preocupado.
-Debo hacer una llamada, ya regreso.
Ve a todos lados y me da un casto beso antes de irse dejándome con una sonrisa de idiota.
-No digas nada, ya sé que es una locura.
Continuo bajando las escaleras con Jyn detrás de mí.
-Ximena, no pienso reprocharte nada, pero tú sabes bien porque esto me parece mal, amo a Leandro, es el hermano que no tuve, ha estado más presente en mi vida que mis propios padres, pero eso no me ciega, lo que hace no está bien, se supone que es el adulto pero no está siendo nada responsable.
-Jyn, yo sé todo eso y aun así estoy dispuesta a vivir todos los momentos que pueda con él antes de que se vaya.
-Está bien, solo no hagas ninguna estupidez.
Asiento y posa su brazo sobre mis hombros
–Nada te va a sacar a Leandro del corazón ¿cierto?
Mi respuesta es un rotundo "no" y Jyn solo sonríe mientras niega con la cabeza.
-Ni modo, tal vez algún día sea madrina de su boda.
Ambas reímos a carcajadas y continuamos nuestro camino.
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-Chicas.
La voz de Leandro llama nuestra atención y dejamos lo que estamos haciendo para escucharlo.
-Acompáñenme adentro por favor.
Su seriedad me angustia y a medida que nos acercamos al hall puedo ver las maletas comprendiendo el origen de su expresión.
-Te regresas a la ciudad ¿cierto? – No contengo la pregunta.
-Sí, enana, voy a acomodar todas mis cosas porque me voy del país mañana mismo – Su confesión es un balde de agua fría, me quedo sin aire por un momento, ya sabía que se iba, pero no pensé que sería tan rápido – Ven conmigo a la ciudad, quiero pasar el poco tiempo que queda contigo – Sus manos están a los lados de mi cara y asiento con la cabeza incapaz de contener el llanto que baja por mi cara sin control – Jyn ¿vamos? – Mi amiga también asiente sin emitir palabra y puedo ver lo mucho que esto le afecta pues sus ojos están rojos y sé que se está haciendo la fuerte como siempre.
-Vamos a arreglar nuestras cosas – Jyn habla pero yo simplemente no me muevo – Ximena vamos – Me toma del brazo y una vez en la habitación empacamos todo lo más rápido que podemos y bajamos, nos despedimos de todos con la promesa de volver pronto y subimos al auto que Leandro conduce, Jyn va en los asientos de atrás y yo de copiloto, el camino se hace corto, en menos de lo que pensaba estamos en casa de Jyn y nos ayudan a bajar todo.
-Jyn despierta, ya llegamos – Tratamos de despertarla pero mi amiga tiene el sueño pesado, así que Leandro la toma en brazos como si no pesara nada y sube con ella a la habitación mientras yo me encamino al jardín con lágrimas surcando mi rostro sentándome en el mismo lugar en el que hablé con Leandro el día siguiente de mi cumpleaños hace un tiempo, parece que fue hace siglos.
-Hermosa – Me llama por ese apelativo que me hace saltar hacia él para colgarme de su cuello, despedirme de Leandro está siendo más difícil de lo que creí – No llores hermosa que no vale la pena, no después de todo lo que he hecho estas semanas.
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Albor (Borrador)
Teen FictionXimena una adolescente de 15 años tiene un amor secreto desde niña, Leandro, un hombre de 21 años quien considera a Ximena como parte de su familia, pues siempre han estado juntos gracias a la amistad de Ximena con Jyn, pues son mejores amigas desde...