Decidimos dormir aunque nuestro temor nos estuviese invadiendo. Me levantaron temprano para hacer actividades físicas. Peter quería que luchase contra los niños perdidos, para practicar ya que hacia días que no lo hacía.
Nick tu lucharás contra ella primero. El joven tenía sobre unos 16 años, nunca me había percatado de el. Era más alto que yo, posiblemente me sacara dos cabezas, era más corpulento, pero eso no me detuvo.
-Porque yo? No lucharé contra una mujer, sería un combate desigual. Nick se estaba riendo de mi por ser mujer. Y me hizo enfurecer.
-Es una orden. Dijo Pan. En su mente sabía que iba a ganar.
-No sufras mucho si te gana una chica. Le dije guiñandole el ojo. Con rabia me atacó de frente, me esperé su movimiento y lo detuve. Dí dos golpes en su espada de derecha a izquierda haciendo que su espada volase, lanzé un ataqué a su mejilla haciéndole un corte no muy profundo. No sentí pena, sentí satisfacción. El niño harto de mi actitud me tiró la espada al suelo, empujandome con todas sus fuerzas al suelo. Todos los niños estaban observando con atención.
-Peter la va a matar! Gritó Félix dando un paso hacia alante.
-Espera un poco. Dijo Peter entreponiendo su brazo para que no siga adelante. Nick me hizo mucho daño pero no podía mostrarlo. Estaba tirada en el suelo con las piernas encogidas pero levantadas. Nick se agacho para volver a atacarme pero lo cogí del brazo, estiré hasta que me llegase a la cara y con las piernas encerré su cuello, haciendo la llave del triangulo, asi estrangulandole. El chico no se quería rendir aún estando rojo y sin poder respirar bien, apreté más hasta que con su otra mano me tocó la pierna dos veces en señal de rendición.
Esa es mi chica. Pensó Pan mirandome con orgullo.
Me levanté del suelo sacudiendo la tierra de mi ropa. Los niños perdidos aplaudieron mirandome con orgullo, haciendome sentir que era una más. Miré a Nick, y le susurré, no llores mucho después de tu derrota. El me miró con despreció y se apartó esperando el turno del siguiente.
-Bien, quien quiere ser el siguiente? Preguntó Pan. Ninguno de los niños dijeron ni una palabra estando todos serios, sin querer ser elegidos. Al final luché contra cada uno de ellos, costandome muchísimo derroté a la mayoría. Por último me tocó luchar contra Peter.
-No llores mucho si te gano princesa. Me guiñó un ojo y cogió su espada. Con mirada de picardía le miré cogiendo mi arma, ataqué.
-Nada mal para una niñita. El hecho de que me llamase niñita en burla me hacía molestarme más y pelear con más ganas.
El segundo ataqué lo provocó el, haciendome casi caer, pero como pude detuve su golpe. Ataqué varias veces seguidas estando un poco agotada, ningun ataque fue eficaz. El atacandome, me hizo un pequeño corte en la pierna.-Va a llorar la princesita? Me dijo en burla. Desafiandole con la mirada solté la espada, nuestras miradas conectaron, el ya entendió mis intenciones de luchar cuerpo a cuerpo. Fui deprisa a golpearle con el puño, pero me detuvo el golpe cogiendome de la mano, el sonrió, me apretaba el puño cada vez más fuerte.
-Siempre atacas igual. Me comentó riendose de mi. Levanté su brazo lo puse en mi hombro, dandole la espalda lo levanté con toda la fuerza que pude apoyando mi espalda en su tronco asi pudiendolo tirar hacia delante de manera que caiga al suelo.
Rápido me subí a horcajadas para rematarlo, el estaba dolorido y yo también pero eso no nos impidió seguir el combate. Me cogió de la camisa volcandome hacia abajo y el arriba. Nuestros cuerpos se unian, me cogío de las muñecas, compartiendo respiración a centímetros de nuestros labios lo fui a besar y se apartó susurrando.
-Hay niños delante. Me guiñó un ojo y se levantó dejandome con las ganas.
-Pensabas que tenías alguna posibilidad de ganarme? Rió agachandose de cuclillas mirandome con picardía y una ceja levantada.
-Si me has tocado es porque yo me he dejado. Soltó cogiendo mi barbilla. El roze entre el y yo me había provocado excitación y más cuando nos peleamos cuerpo a cuerpo. Se fueron todos los niños a jugar por ahí mientras estabamos el y yo a solas. El recogiendo las espadas tiradas y yo apoyada en un árbol sin dejar de mirarle.
-La belleza no se pega dulzura. Comentó riendose, refiriéndose a que no paraba de mirarle. Me quedé en silencio y dando pasos largos y a gran velocidad le cogí de la camiseta y lo empujé contra un arból. Me acerqué mucho más y lo besé con ganas inmensas. El me siguió el beso excitandose más. Salté encima de el. Haciendo una guerra de nuestras lenguas nos transportamos a su cabaña. Me tiró a su cama, los dos nos quitamos la camisa, se apoyó en la cama poniendose encima de mi besandome con hambre. Le quité el cinturón, separandonos del beso nos quitamos toda nuestra ropa quedando completamente desnudos. Lo volqué poniendome a horcajadas rozando su miembro y el mio.
El me volvió a volcar de manera que yo estaba abajo.
-Porque siempre quieres estar arriba? Pregunté sonriendo juguetona.
-Me gusta dominarte y que seas sumisa. Me respondió cogiendome del cuello y besandolo. Me dejó chupetones en el cuello, marcando territorio. Mientras me besaba acariciaba mis muslos, levantó mis piernas de manera que rodearan su cintura.
-Estas lista? Preguntó con deseo.
-Metemela ya. Dije ansiosa.
-Solo las niñas buenas merecen que se las follen. Me susurró.
-Seré una chica muy buena~. Le respondí con tono dulce pero picante.
-Venga metemela~ Dije haciendome la victima. Y así lo hizo, al principio dolío un poco, era más presión que dolor, luego se hizo satisfacorio. Muy satisfactorio.
-Más fuerte~ Gemía a Peter. El excitandose más, cada vez sus embestidas eran más rápidas y pasionales. Me encantaba la sensación, hormigueo en mi vientre, excitación y sobre todo mucho placer. Entrelazó sus dedos con los mios cogiendo mis manos y llevandolas arriba de mi cabeza. Haciendo que me excite más, cuando me ataba, me cogía de las muñecas o subía mis brazos entrelazando sus dedos y los mios hacía que me excitase aún más.
-Mmm~ Ahh~. Gimiendo, el se volvía loco.
-Mi turno~. Dije con una sonrisa grande mirando a su paquete.
Se sentó en el borde de la cama. De rodillas me puse en frente de el, subiendo y bajando mi mano con suavidad tocandole. Se le empalmó muchísimo.-Te dije que sería una chica buena. Dije mientras lo lamia y mirándole. Me lo metí a la boca, chupandolo, besandolo y pajeandolo. Lo miré con ojos de sumisa. Su reacción fue morderse el labio, soltó algunos gemidos por el placer y cerró los ojos con fuerza agarrando las sábanas con las manos. Chupé la punta, y luego entera otra vez. Al paso de poco tiempo sentí un líquido pegajoso en mi boca.
Llenandome toda de su semen, que se derramaba de mi boca, lo tragué completamente, mirándole con diversión. El solo observaba caliente y sorprendido por lo sucia que podía llegar a ser. Me levanté, sentandome encima de el. Haciendo que el la meta, pusé mis brazos detrás de su cuello el puso sus manos en mi culo y brinqué haciendo que sonara como aplausos. Mis pechos rebotaban también, los puse en su cara y el los lamió. Gimiendo su nombre el apretaba más mis nalgas y me besaba con agonia.
Sentí un líquido dentro de mi, era cálido, la sensación me enloquecía, asi es, nos corrimos dentro de mí. El se dejó caer en la cama asi cayendo yo encima, suspiramos dando a entender que ya habíamos acabado. Se nos hicieron las tantas de la mañana cuando nos dimos cuenta. Aún asi excitados nos acurrucamos dentro de las sábanas completamente desnudos y después de caricias y mimos caímos redondos en sueño.