La Sorpresa

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Decidí levantarme mucho más temprano de lo común dejando a Peter durmiendo. Se me ocurrió una idea. Prepararle una sorpesa a Peter. No sabía si hacerla en la playa o en el manantial, al final me decanté por el manantial. Me levanté de la cama habiendo pensado la sorpresa. Besé los labios de Pan y me vestí. Cogí una sábana ya que no creía que hubiesen manteles en la isla.

Caminé hasta el césped del manantial colocando la sábana, estirandola en el suelo. Después pensé en las cosas que tenía que haber en un picnic. Recordé una frase del propio Peter Pan solo que el de la peli, no recordaba exactamente la frase pero era como:

- Imagina lo que quieres en tu mano y lo obtendrás. Recordando esas palabras, imaginé diferentes tipos de comida, así dulces, saladas, picantes, amargas. Y las coloqué en ordén y que quede bonito, imaginé también platos y cubiertos. Pensé en como iba a anunciar la sorpresa, en el atardecer, y poner algunas velas alrededor. Y así hice. Coloqué petalos de rosas sobre el '' mantel'' de forma que se viese más romántico. El la entrada habían algunos árboles en línea asi que puse luces colgadas.

Pensé que nos bañaríamos así que fui a la cabaña a por toallas y ropa de respuesto para los dos. Cuando obtuve las prendas me giré y ví a Peter dormido. Estaba precioso durmiendo, parecía un niño pequeño. Pensé que sería buena idea ponerme el vestido de la primera vez que nos conocimos, así que lo busqué y me lo puse. Seguí por mi camino. Cruzandome a Félix. Más bien chocandome con el.

-Hola____, como que estás despierta tan temprano?

-E-em y-yo, nada no tenía sueño. Se me dió fatal mentir.

-Aja y las toallas y ropa? Y porque vas con vestido? Dijo Félix sin creerme ni una palabra.

-Emm... Para vestirme. No supe que responder a lo del vestido.

-Sabes que mientes fatal no? Rió Félix.

-Está bien, pero no le digas nada a Pan. Dije susurrando. Le conté el plan y la sorpesa. Pidiendole ayuda el accedió a ser el guía.

-A mi señal le taparás los ojos con una venda y le guiarás hasta su destino.

-Cuenta con ello. Guiñó Félix yéndose. Seguí con lo mío. También pensé en decorar la entrada con pétalos de rosas rojas, que tomaran forma de letras, poniendo:

Te amo. Como mensaje principal. Y eso hice, me costó bastante trabajo encontrar esas rosas pero lo conseguí. Tardé toda la mañana y el medio día para hacerlo.

Con Peter y Félix:

-Félix sabes donde se ha metido ____? No la encuentro.

-No, pero no la busques, me dijo que se iba a dar una vuelta y que no quería visita. Mintió Félix intentando que Pan no descubriese el plan. Justamente yo estaba saliendo, ví que ellos dos estaban hablando y me escondí mirando a Félix. Disimuladamente le hice una señal con la mano. Volví corriendo a mi posición, al manantial. Me escondí tras unos árboles esperando su llegada.

-Peter. Necesito que te pongas esto. Sacó un pañuelo de tela mostrándoselo.

-Para que? Preguntó confundido.

-Confía en mi y pontela. Peter accedió poniendose la venda en los ojos.

-Te guiaré hasta donde quiero que vayas, a mi señal te quitas la venda. Peter pusó cara de confusión. Pero siguió las ordenes de Félix. Apunto de llegar a la entrada, donde estaba el mensaje de rosas.

-Quieto, ya te la puedes quitar. Félix se retiró pero antes...

-Tienes mucha suerte Pan, no la cagues. Dándole dos palmaditas en la espalda se marchó. Peter no entendía nada.
Al retirarse la venda, Pan quedó alucinado, leyendo el mensaje de '' Te amo'' siguió adelante con lentitud observando cada detalle. Ví una sonrisa enorme en el. Como la de un niño pequeño cuando le regalas su juguete favorito.

Siguió adelante viendo el atardecer, el camino de rosas, el picnic, las velas... Caminando poco a poco se quedó quieto observando el picnic. Salí corriendo a abrazarlo por detrás. Se giró y me llenó de besos, abrazándome lo más fuerte que pudo.

-No puedo respirar. Dije ahogada mientras reía.

-Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero. Repitió mil veces Peter abrazándome.

-Eres la mejor mi vida. Me dijo acariciando mi mejilla.

-No me ha quedado claro, me quieres o no? Comenté sarcastica. Me cogió en brazos dando vueltas repetitivamente besandome.
Cuando me soltó nos sentamos a comer un poco.

-Por cierto, no creas que no he notado que llevas ese vestido negro sexy, es la ropa que llevabas cuando nos conocimos... Soltó riendo con picardía.

-Sabía que te gustaría. Guiñé un ojo y le dí un pequeño beso.

- Y como has preparado toda esta comida si en la isla no hay? Preguntó mientras comía.

-Pensé en algo que quería y lo tuve en mi mano por arte de magia y asi hasta acabar. Pan quedó estupefacto quedando serio e impactado.

-Estás bien? Pregunté confundida.

En la mente de Peter:

Solo un verdadero creyente puede hacer ese tipo de cosas, acaso lo es ella? Acaso confia tanto en mi que se ha vuelto como Henry? Es ella ahora la verdadera creyente? Ningun niño de la isla puede hacer eso, solo yo. La última vez que alguien lo hizo fue Henry...

-Peter! Grité.

-Perdón, me he quedado absorto en mis pensamientos. Dijo sacudiendo su cabeza a los lados.

-No si, ya me he dado cuenta. Dije riendome. Al acabar de comer, me quité la ropa dejándome la ropa interior puesta.

-Se puede saber que haces? Añadió Peter sonriendo, alzando la ceja divertido.

-Voy a mojarme, vienes? El asintió y se quitó la ropa quedándose en boxers. Nos acercamos al borde donde llegaba el agua. Mojandonos los pies primero y luego medio cuerpo, hasta la cintura.

-Que fría esta el agua. Sobresaltó Peter.

-Que exagerado eres. Dije acercandome seductoramente.

-Podrías calentarme tú. Respondió poniendo sus manos en mi trasero acercandome a el. Íbamos calentandonos más. Nos besamos con lengua, haciendo una batalla llena de saliva y pasión. Se me ocurrió una idea un poco malevola. Metí una mano en el agua helada... Le tiré y salpiqué agua así mojandolo más.

-Serás!Gritó Pan sonriendo con malicia.

-Ven aqui! Corrió hacia mi, corriendo yo también, huyendo de el. En el agua costaba correr asi que se tiró encima mio hundiendome en el agua con el.

-Yo solo te he salpicado un poco, tu me has bañado entera! Exclamé riendo y mirandole a los ojos. De pronto algo me tocó el pie, asi subiendome encima de Pan como una loca.

-Algo me ha tocado! Algo me ha tocado! Grité.

-Si. Un pez. Cuidado no te vaya a matar. Respondió Peter entrecerrando los ojos con sarcasmo. Me bajé de el.

-Esta apunto de tocarte otra cosa. Me dijo Peter cogiendome del cuello. Mirándome seductoramente.

-Así? El que? Excitada, mirandole a los labios sentí unos dedos metiendose profundamente dentro de mi. Abrí los ojos con sorpresa. Apoyé mi cabeza en su cuello, gimiendole en la oreja, haciendo que el notase mi aliento en su cuello. El seguía moviendolos, arriba y abajo, dentro y fuera. Sentí que sus dedos salieron de dentro de mi. Volví a gemir en su oreja.

-No pares~ Sigue tocandome~
Me cogió en sus brazos llevandome a donde estaba el picnic, me acostó en la sábana poniendose encima, quitandome la ropa interior. Siguió haciéndome dedos. Levanté el mentón, los ojos en blanco y agarrandome fuerte de la sábana gemí varias veces. Podía ver su rostro lleno de excitación. Sentí que a los minutos volvió a quitar sus dedos.

Pero ahora note una lengua lamiendolo todo. Tardé poco en venirme en su lengua.

-Mhmm~ Gemía Pan, tragando todo mi líquido.

-Me gusta que te corras en mi lengua. Susurró. Estaba sintiendo mucho placer, no podía aguantar casi, haciendo que mi pecho subiera y bajara rápidamente, con mi respiración agitada, el se separó, se acercó a mi y me susurró en el oído...

Peter Pan y su Niña Perdida. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora