Me sonrojé muchísimo.
-Callaros par de idiotas! Noté como alguien me cogía de la mano.
Miré abajo.
-Hola mamiii. Era Dilan, lo cogí en brazos y le llené la cara de pequeños besos. Miré a Peter, le estaba poniendo cara de asco al niño.
-Para mi no hay o que? Dijo receloso. Con una mano le cogí la cara y le dí muchos besos seguidos en los labios, mientras con la otra sostenía al renacuajo.
-Te amo. Le dije a Peter mientras le besaba. Su expresión cambió a diversión.
-Ya lo sé. Respondió chuleandose.
-Oye Peter, tengo una idea. Y si vamos todos a la playa?
-Esta lleno de sirenas, no podremos hacer nada.
-Pues amenazalas. Respondí con obviedad. El solo asintió no muy convencido. Cuando todos los niños perdidos se levantaron se fueron a desayunar con nosotros.
-Chicos, quereís ir a la playa todos juntos? Se quedaron un poco sorprendidos ya que nunca salen juntos a no ser que sea para cazar. Igualmente aceptaron. Al llegar a la playa Pan cogió la caracola gigante y sopló dentro de ella emitiendo el sonido de una trompeta. Las sirenas salieron mirando a Peter, ah, y estaba esa tal Ariadna.
-Sirenas, hoy mi reina, mis niños perdidos y yo hemos venido a la playa para disfrutar el día, como le hagaís daño a UNO de nosotros, os torturaré hasta el punto que queráis suicidaros. Entendido? Me gustaba ese punto cínico de el. Todas asintieron, pero como no, ese comentario.
-A tu juguete la podemos matar? Añadió Ariadna riendose de mi.
Pan la miró confuso.
-Que juguete? Preguntó el. Ariadna me señaló con la cabeza, a lo cual el no se lo tomo muy bien. Apunto de hacerla añicos me entre puse.
-Dejamelo a mi. Con mi magia la apreté del cuello, haciendo que no pueda respirar, atrayendola más a mi.
-Mira, ya me estas tocando mucho los huevos, sirenita. Me haces algo, y me encargaré de que tu miserable vida sea un puto infierno me entiendes? La miré a los ojos con frialdad y cinismo. Ella se dedicó a asentir mientras intentaba que la soltara. La solté tirandola al agua como si fuera una mierda. Me giré a ver a Pan. Se le veía orgulloso, y a la vez excitado por mi actitud con Ariadna. Y todas las sirenas se''fueron''.
-Porque me miras asi?
-Yo? Por nada. Respondió acercándose a mi y cogiendome de la cintura.
-Solo que me encanta lo loca que puedes llegar a estar...Susurró a centímetros de mis labios.
-Buuuuuuh. Se escucharon los gritos de los niños perdidos, nos dedicamos a reir y nos separamos. Todos nos quitamos la ropa estando en ropa interior. Noté todas las miradas puestas en mí. Eran los niños perdidos, era normal, nunca han visto a una mujer en ropa interior.
-Que cojones miraís? Ella es mía. Resaltó Peter cogiendome de la cintura y acercandome a el celoso. Me cogió como una princesa y me llevó al agua. Todos se metieron también. Jugando con el agua, salpicando, jugando a tirarse arena mojada(barro) entre ellos. Y Pan y yo estabamos tranquilos, abrazados.
-Me alegra que se lo pasen bien. Añadí separandome de el.
-Pareces su madre y todo. Se rió sarcastico. Me quedé mirándole a los labios.
-Tienes algo pegado en el labio. Agregué.
-El que? Respondió el limpiandose.
-Mi mirada. Reí de lado con intenciones divertidas. Me subí encima de el, y el me sujetó de los muslos con sus manos. Lo agarré del pelo por detrás enterrando mis dedos. Y nos besamos profundamente, con picardía. Noté una mirada. Miré y era Ariadna celosa.
-Se mira pero no se toca. Le dije a la sirena para provocarla, y le guiñé un ojo. Seguí besando a Peter. Hasta que.
-Pan!Pan! Gritó un niño perdido.
-Sombra a traido a alguien nuevo! Nos salímos todos del agua para ver al chico. Era bastante guapo. Era moreno, tenía el pelo liso. Era blanco de piel, bastante alto, delgado y de ojos color azul cielo. Me agaché mirándolo mientras el apenas despertaba.
-Q-Quien sois!? Sobresaltó el muchacho, asustado. Salió Pan entre la multitud.
-Esto es Nunca Jamas, yo soy el dueño de esta isla. Ahora me perteneces, serás uno de nuestros niños perdidos. Añadió con poco interés. Volvió al agua junto con algunos niños perdidos.
-Dejadme a solas con el un momento. Pedí a los niños perdidos que quedaban. Y así hicieron, volvieron al agua a jugar.
-Como te llamas chico? Me senté al lado suyo, mirandole.
-Daniel...
-Bien Daniel. Yo soy_____. Ese chico de antes es Peter Pan, mi novio. Ya te enseñaré toda esta isla cuando volvamos al campamento. Noté que no me estaba prestando atención. Solo me miraba de arriba a abajo analizandome.
-Me estas escuchando? Se sobresaltó.
-Eh, sisi, solo que... Eres muy guapa. Me sonrió de lado, como lo hacía Peter.
-Gracias. Ves a jugar con los niños perdidos. Ahora somos tu nueva familia. Me levanté para regresar con Pan.
-Gracias ____, ahora en un rato iré. Se quedó sentado observandome y cuando estuve apunto de entrar al agua ví a Ariadna coqueteando con Peter.
-Hija de puta... Susurré para mi. Furiosa la volví a ahogar, atrayendola hacia mi.
-Te he dicho que iba hacer de tu vida un infierno, y has seguido desobedeciendome. Ahora atenta a las consecuencias. La estaba ahogando apunto de matarla. Todos me estaban mirando.
-Ya basta. Ví a Pan acercandose a nosotras, lo ignoré. Y seguí torturando a la sirena.
-He dicho que basta! Me cogió del brazo apretandome. Solté a la sirena.
-No me toques! Solté mi brazo, estaba furiosa con el.
-Pero si yo no he hecho nada!
- Ese es el puto problema. No has hecho nada! Le grité, apunto de casi llorar por la rabia. El me miro confuso.
-Ella estaba coqueteandote, tocandote el pelo, y otras mierdas y tu solo sonreías!
-Y que se supone que haga, la mato!? Comenzamos a discutir bastante rato, me cansé y me fui con Daniel. Y el volvió al agua. Pero esta vez solo.
