O4: ¿Compartir casi todo?

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Era algo obvio que el gran Hyunjin empezaría una pelea. Enseguida los prisioneros hicieron un círculo al rededor de la pelea.

Hyunjin estaba arriba, no dejaba de golpear la cara de Jackson quien estaba siendo humillado cruelmente ante todos. Hyunjin golpeaba múltiples veces su cara, como si fuese en peluche.. dejando de lado que Hyunjin tenía problemas de ira y se estaba desahogando en el.

Un silbato comenzó a sonar, en señal de que los guardias estaban ahí.

Estos los separaron, Jackson tenía su labio partido y su nariz no pintaba bien para nada.

Ambos pelinegros se miraban, como si se fuesen a matar con la mirada. .

— ¡A sus celdas todos! — ordenó el mismo guardia que llevo a Hyunjin al principio.

[•••]

— Te lo dije, te dije que no te metieras con ellos pero vas y le haces caso a tu abuela. ¿No ves como tienes ese ojo? Esta.. horrible.

Hyunjin se miraba en un pequeño espejo que ofrecía la celda. Disgustado por cómo se veía su rostro empezó a maldecir a Jackson por lo bajo, ignorando por completo a Félix quien hablaba y hablaba como un perico.

— ¿Te puedes callar? Me estresas, su voz chillona me retumba en la cabeza, pareces un niño al que sus padres no le dan atención. Cállate ya.

Mágicamente, había dejado de oír la voz de Félix, o solo se había callado o había dicho algo que no le gustaba. En verdad no le importaba mucho a Hyunjin, estaba bien con el silencio.

Por el reflejo del espejo Hyunjin sabía que Félix no estaba en la cama, no habían muchas opciones para estar dentro de aquella celda, por lo que al Hyunjin darse la vuelta tenía a un enano de 3 centímetros menos en frente de el, mirándolo fijamente, algo que asusto a Hyunjin.

— Mierda Félix.

Hyunjin tocaba su corazón como si se fuese a salir, posiblemente le había dado un mini-infarto de los tres que le correspondían en la vejez.

— No toques nunca más, el tema de mis padres a menos que quieras amanecer sin los genitales. — fingió una sonrisa y fue directo a la cama.

— No lo sabía, por lo que, no es mi problema.

[•••]

La noche había sido pesada, Hyunjin no pudo dormir hasta al rededor de las tres de la mañana. A parte de problemas de ira, sufría de insomnio.

Ya había amanecido, Hyunjin había observado por aquella pequeña ventana de la celda como el sol salía, bueno, solo observaba una pequeña parte desde aquella litera.

— ¿Has dormido?

Félix silenciosamente se había levantado de la cama para verse en el espejo, acomodar su cabello y lavar sus dientes.

— No mucho. ¿Tendré un cepillo para mí? O lo compartimos.

— No se que te hace pensar que aquí tendrías ese lujo de tener algo para ti solo, aquí las cosas se comparten.

— Pff.. valla mierda. Me avisas cuando termines.

Hyunjin metió su cabeza entre sus brazos dando un largo suspiro, esto era demaciado aburrido. No sabía por qué razón pensaba que esto tendría adrenalina.. como en las películas.

He terminado, toma.

El castaño le otorgó su cepillo a Hyunjin, quien bajo de la parte superior y lo tomo. Fijó su vista en su ojo, aún estaba algo hinchado, dolía menos pero se veía fatal.

— Gracias, Félix ¿no hay alguna pequeña posibilidad de conseguir huelo?

— No, y si lo pides te dirán "si llegaste aquí, puedes soportar eso" así que, olvida esa posibilidad.

Félix estaba a menos de 10 centímetros del cuerpo de Hyunjin, desde pequeño era muy curioso. En esta ocasión estaba viendo los ojos del pelinegro, eran hermosos, eran una combinación entre azul y verde.

— Tus ojos son muy lindos. — halagó.

Hyunjin quien lavaba sus dientes detuvo su mano al escuchar eso, hacia mucho tiempo nadie se fijaba tanto en sus ojos.

— Gracias, mi madre lo decía con frecuencia.

Termino de cepillar sus dientes y enjuago su boca inclinado su cuerpo hacia abajo con algo de agua. Incluso eso sabía raro. Al voltear al lado, Félix seguía ahí y gracias a la cercanía ambos sentían sus respiraciones.

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