Guilty

32: ¿Estamos a salvo?

Algunos minutos trascendieron para encontrar la casa de la que hablaba Jackson, la hermana de Félix aún seguía dormida y ninguno de los dos decía una palabra.

Se bajaron del vehículo y se acercaron a la casa, ¿Podría ser una trampa? No.. por una parte Félix aún confiaba en Jackson.

—¿Las llaves?

—Si no mal recuerdo Jackson dijo algo como "Alfombra y Jardín". —contó el peli-azul observando el suelo en busca de una alfombra.

Al poder divisarla le dijo a Félix y este fue en busca de la llave, ya que Hwang cargaba a la niña.

—Bingo. —tomo las llaves que habían debajo de dicho objeto y se dirigió a abrir la puerta, cerca estaba el interruptor de luces.

La casa se veía genial, tenía hermosos cuadros y sus paredes eran coloridas. Era algo que a Félix le agradaba.

Tenía una pequeña sala para ver televisión, detrás una cocina donde se podía ver una puerta que quizá llevaría a otro sitio. Había una habitación y unas escaleras hacia abajo, seguramente el sótano.

—Todo está lleno de polvo.. pero es lindo. —halago Hwang—, Dejaré a la niña en la habitación y te ayudaré.

El pecoso asintió y siguió dando un recorrido por la casa, pero no por gusto, si no para cerciorarse de que no hubiesen cámaras o micrófonos.

Reviso cada lugar posible, pero nada.

—¿Que haces?

El peli-azul lo miro incrédulo, Félix estaba de pie sobre la mesa de la cocina revisando la lámpara que daba luz.

—Jugando, ¿no es algo obvio?

—Ella tiene el sueño pesado, ¿siempre es así?

—La mayoría del tiempo.

Félix bajo de la mesa. —¿Tienes hambre?

—Tampoco es como que dispongamos de mucho en el frigorífico. —lo abrió, afirmando que no había absolutamente nada más que agua.

—Quiza debamos comer otra cosa.

Félix no había hablado en doble sentido, pero Hwang lo había entendido así.

—¿Cómo que?

—Cuando llegamos creo que vi unos árboles de manzana, puedo hacer algo de tomar.

—O.. —se acercó al pecoso— Podria comer tus labios.

Hwang nunca dejaría de ser un tonto.