Pensando en ti sin conocerte (Pedri y tú/Gavi y tú)

Capítulo 62: Presunta honestidad

Miércoles 15 de marzo de 2023

Narra Jay

Me desvelé y fui a por agua, estaban todos dormidos, ni había salido el sol todavía, me seguía sintiendo mal por lo de Garnacho, sí, pero confiaba en que se disculparía.

Me tumbé otra vez en la cama, Garnacho me envolvió con su brazo y me aferré a su brazo acomodándome para dormir.

Me costaba encontrar una postura cómoda.

Mhm... Dormíte. -Me dijo Garnacho quejándose.-

No puedo. -Le respondí susurrando para no despertar a los demás.-

¿Te pasa algo? -Me preguntó con un ojo entreabierto.-

No, es que me cuesta dormir con cosas en la cabeza, duérmete que en unas horas tienes que estar despierto para entrenar. -Le dije.-

¿No me acompañarás hoy tampoco? -Me preguntó.-

No creo, con lo poco que he dormido, reza porque esté despierto para el almuerzo. -Le respondí riéndome sarcásticamente.-

Ts... -Rechisteó girándose al otro lado de la cama.-

Perdón. -Le dije incómodo.-

No si ya para eso te quedás en tu casa. -Me dijo borde.-

Tardé en procesar lo que me dijo, bueno, en sí, me quedé en shock.

Pues mejor compañía tendría seguro. -Le dije levantándome de la cama.-

¿A dónde vas? -Me preguntó.-

¿Desde cuándo eso te importa? -Le pregunté retóricamente.-

Fui a dar una vuelta, prefería estar en cualquier lado donde no estuviera Garnacho, mis buenas expectativas en él han desaparecido.

Me dirigí hacia la terraza.

Ahora sí aproveché para mandarle el audio a Pedri, asegurándome de que se enviaba correctamente.

No sé cómo estarás conmigo, o si ni querrás escucharme, pero siento que si no te mando este audio me estoy fallando a mí mismo, te quiero, pero solo como amigo, me encantó pasar esos buenos momentos contigo, como cuando íbamos con Inés y Gavi a cualquier italiano de Barcelona porque nos fascinaba ese tipo de comida, o cuando me alegrabas el día mientras estaba mal por mi ex, todas esas cosas formaron, forman y formarán parte de mi corazón, me encantaba como nuestros sentidos de humor se compenetraban a la par, me encanta tu risa, pero no te quiero así, y a mí también me duele que nunca más nos podamos ver de la misma manera de antes, y lo siento por si te hice creer que nuestra amistad era solo un camino para algo más, ¿y cómo pudieras haber sabido que iba a ser solo una amistad? Te quiero todavía, pero tengo miedo de que me quieras otra vez, porque yo también lo hago y este dolor nos consumirá a los dos, poco a poco, como una herida donde no hay cura y sientes como se propaga, siento que tengas que escuchar estas palabras por un estúpido audio, no me consideré, ni me considero lo suficientemente valiente para decírtelo en persona, te quiero Pepi. -Dije mandando el audio.-

Me aseguré de que el audio llegó y apagué el móvil.

Suspiré a la vez que veía las estrellas y el viento me despeinaba suavemente.

Volví a mi habitación y me senté en el sillón con el móvil esperando a que Garnacho se fuera a entrenar para acostarme.

Desafortunadamente me acabé quedando dormido.

Narra Garnacho

Estaba sonando la alarma y la apagué con desgana.

Suspiré a la vez que frotaba mis ojos.