Almas Que Queman

¿En qué momento nos volvimos dos extraños?

9_"Nos desnudamos de prejuicios
y nos vimos como realmente somos,
diferentes...  pero con deseos en común"

Capítulo #9
¿En qué momento nos volvimos dos extraños?

Nicolás
— ¿Que nos pasó Nicolás? — pregunta Leyla pasando por mi lado cuando abro la puerta su departamento.

— No lo sé Lala, pero extraño lo que éramos aunque no lo creas ¿Sabes?

Sonríe.

— Hace mucho que no me decías Lala.

— Creo que ya nuestra historia pasó. Aunque me cueste aceptarlo.

Se detiene sentándose en el sillón.

— Es que ese es el problema Nico, que no creo que te cueste aceptarlo, creo que hace mucho lo hiciste.

— ¿Por qué dices eso?

— Porque hace mucho que dejaste de ser mi príncipe azul. Desde pequeñas nos inculcan en los cuentos de adas que solo un príncipe puede rescatarnos del dolor, pero no nos enseñan a que lo hagamos nosotras mismas, porque solo nosotras somos capaces de sanarnos — hace una pausa dejando escapar un suspiro — ¿En qué momento nos volvimos dos extraños?

— En el momento en que la luz se apagó. Lo siento Leyla.

Aguanto su mirada por un momento cuando la pregunta que sale de su boca me hace colapsar por dentro.

— ¿Quién era esa chica? — ladea la cabeza confundida — ¿Tú novia?

— Mi única novia haz sido tú, pero aún así si te explico la situación no la entenderías nunca, y respondiendo a tu pregunta, no, no era mi novia y está muy lejos de serlo alguna vez.

Da una mirada al techo pulido y con los ojos llorosos vuelve a conectarse conmigo.

— ¿Entonces por qué te brillaban los ojos mientras la mirabas?

Frunzo el ceño.

— Yo...  No, eso no era así — niego con la cabeza más para mí que para ella.

— Si que lo hacías, la mirabas como alguna vez me miraste a mí.

— Leyla...

— Venga ya Nico — me interrumpe dándome una sonrisa triste — Somos adultos y sé que una relación se puede romper, no creas que no vi venir esto, hace mucho que nos alejamos. Y ella es preciosa ¿Como te podría culpar por enamorarte de una chica así? Tiene todo con lo que algún hombre sueña.

— ¿Pero sabes qué pasa Lala? Que a las personas rotas y sin sentimientos no tiene sentido quererlas ni enamorarse de ellas. Sería como echarte andando a un precipicio del que sabes que no hay salida.
— No entiendo a qué te refieres.

— Algún día cuando todo esto se resuelva lo entenderás y te prometo que si aún queda una pequeña chispa de este amor, yo entonces lucharé por tí — susurro con la voz entrecortada.

— ¿Vale aún la pena luchar por nosotros?

— Tú siempre lo haz valido todo.

~•★•~

— ¿Nico? — susurra una vocecita delicada detrás de mí haciéndome sobresaltar. 

— ¿Kim? ¿Que haces despierta a estas horas muñequita?

Agarro a la pequeña niña entre mis brazos y la apego aún más a mí sentándome en el sofá.

— No podía dormir sin ti y quería verte.