Prólogo

541 37 4
                                    

Por fin había salido de aquel juzgado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por fin había salido de aquel juzgado.

Después de todos los maltratos que tuvo que pasar con aquel alfa que solo lo veía como un juguete con el cual podía satisfacer sus deseos y que lo vivía maltratando; por fin después de dos meses de procedimiento había firmado el divorcio y se había separado de aquel alfa con el que sus padres lo habían casado. Por fin ya era libre y eso no lo podía hacer más feliz.

Ahora salía con su pequeña cachorra de ocho meses en brazos la cual lo miraba con aquellos grandes y bonitos ojitos.

Él no podía seguir permitiendo que aquel alfa siguiera lastimando a él y a su pequeña cachorrita. Sus padres le habían quitado todo y ahora prácticamente no tenía nada, por suerte le habían comprando un pequeño apartamento, pero no lo hacían por él si no por su hija ya que apesar de ser malos padres, eran buenos abuelos.

Por órdenes del juzgado el alfa patético ese le tenía que mandar una pensión todos los meses para el bienestar de su hija algo que era muy bueno, pues aunque él sabía que tenía que trabajar, no podía hacerlo por que no tenía a nadie que cuidase de su pequeña bebé.

Ahora se dirigía al pequeño apartamento el cual quedaba en un pequeño barrio que se veía bastante tranquilo la verdad. El ya había visto y visitado el apartamento era pequeño apenas poseía una pequeña habitación, un baño más pequeño que la habitación, una cocina la cual estaba pegada a la pequeña sala de estar que poseía un gran ventanal al exterior.

No se sorprendió que al salir un auto blanco muy conocido lo esperara, tocó la ventanilla la cual segundos después se bajaba dejando ver al dueño, el cual nada más y nada menos era su mejor amigo Chigiri Hyoma, un omega al igual que el.

- Hasta que por fin te dignas a salir. - Se quitó las gafas de sol y le dirigió la mirada.

El azabache de ojos morados se encontraba abriendo la puerta de atrás acomodando a su pequeña bebé en la parte de atrás asegurándolo en la sillita para autos para acto seguido cerrarla y dirigirse al asiento del copiloto.

- Hola bebé Nori ¿Extrañabas a tu tío favorito? - La pequeña posó sus ojos en él sonríendo y aplaudiendo - Ay tan linda. - Sonrió volteándose para apretar aquellos regordetes cachetes, la pequeña al tacto soltó una risita.

- Por fin salí de ese lugar. - El otro omega se acomodó en su sitio volviéndose a poner las gafas de sol. - Ya eres libre denuevo. - El azabache sonrió emocionado, mientras que el trenzado ponía
una música poniendo en marcha el auto.

La pequeña miraba todo desde atrás con curiosidad, agarro su chupete llevándolo a su pequeña boca y cerrando los ojos.

Era buen momento para tomar una pequeña siesta.

Nagi Seishiro era una persona vaga, perezosa y olgazana por naturaleza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nagi Seishiro era una persona vaga, perezosa y olgazana por naturaleza.

Ahora se encontraba en su cama preguntándose por qué tenía que trabajar, por qué tenía qué levantarse temprano, por qué tenía que bañarse, por que tenía que desayunar ¿Qué acaso la vida no podía ser más fácil?

Suspiro derrotado porque sino trabaja entonces no tendría dinero para comer y bueno a él en realidad le daba pereza comer por que después tenía que cepillarse los dientes, pero si no comía no vivía y si no vivía no podría jugar videojuegos.

Se levantó de la cama dándole los buenos días a su pequeño cactus, no espero respuesta y se fue directo al baño para comenzar a alistarse que fastidio pensaba.

Cuando salió de baño ya alistado con su uniforme de trabajo, se dirigió a la cocina para agarrar algo con lo que pudiera desayunar, no se sorprendió cuando en su nevera no había nada, al final tendría que comprarse algo camino al trabajo.

Antes de irse regó a su cactus diciéndole que se iba a trabajar, agarro las cosas que necesitaba, saliendo de su departamento.

Al voltear su cabeza cuando iba saliendo se dio cuenta que al parecer alguien se había mudado en el departamento de al lado que ya tenía como dos años en venta y nadie lo compraba, le restó importancia segundos después continuando con lo suyo cerrando la puerta de su casa, guardó las llaves en el bolsillo de su pantalón dispuesto a dirigirse a las escaleras pero se detuvo en seco cuando sintió una especie de conexión y su alfa interior el cual estaba dormido las 24 horas del día despertó de repente dando saltos de emoción.

Volteó su cabeza para ver de donde provenía aquel olor que había llegado a sus fosas nasales encontrándose con un chico de espalda al que pudo distinguir cómo omega, tenía el cabello morado, era corto y estaba suelto.

¿Quién era el? ¿Y por qué lo hizo sentir así?

Lo que aquellos desconocidos no sabían era que el destino les tenía preparada una jugada.

Lo que aquellos desconocidos no sabían era que el destino les tenía preparada una jugada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Mi que? ¿Destinando? \ NagireoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora