Reo es un Omega divorciado con una pequeña a cargo.
Nagi es un Alfa oficinista vago, cansado de su trabajo.
Los dos son tienen vidas y mentes diferentes pero que pasará cuando se encuentren? Y AUN PEOR
¿¡QUE PASARÁ CUANDO SEPAN QUE SON DESTINADOS!?
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Ya estaban de camino hacia el parque.
Estaban en un silencio algo incómodo porque a ninguno de los dos se le había ocurrido decir nada, o bueno, no sabían que decir.
No fue mucho lo que caminaron cuando al fin llegaron, era lindo poseía muchos árboles un área de juegos para niños que para la bebé que era cargada en brazos no fue desapercibida llenando de emoción a la pequeña, quien rápidamente empezó a revolverse en los brazos de su padre o madre?
— Nori tranquila ya vamos para allá. — Feliz de ver a la pequeña, el Omega se dirigió hacia el arenero dejando a la pequeña sentada, quien rio al sentir contacto con la arena. — Portante bien te estaré vigilando. — Le hizo una seña con sus dos dedos.
Cuando se volteo vio que el azabache había tomado asiento en unos de los bancos, estaba muy bien ubicado por qué daba directo al arenero asi que podía vigilar bien a la susodicha. Camino hacia allá topandose con los ojos negros que poseía el chico, ante está acción solo sonrió y tomo asiento su lado poniendo la mochila entre medio de ellos dos.
Y de nuevo nadie decía nada ¿Cuál era la vergüenza? Si se supone que son destinados, el Mikage no se iba a apenar así que empezó la conversación.
— Y... Bueno como te a ido en el trabajo? — No se le ocurrió que más decir, sentía un poco de pena pero ya debía de dejar eso atrás.
Se fijó en lo divertida que estaba su pequeña jugando con la arena y con otros, bebés, demonios debió de traer su celular habría sacado fotos para el álbum. Su expresión cambio a una molesta sin poder evitarlo cuando se trataba de ser "discreto" con sus expresiones Reo Mikage no era parte de eso.
— Muy agotador, está semana mi oficina no a dejado de tener expedientes y más expedientes. — Hablo con su característico tono desinteresado a la par que ponía sus brazos atrás del banco donde estaban sentados.
El Mikage le presto atención, riendo en sus adentros por la expresión del chico, trabajo... El debía de buscarse un trabajo, en cierto momento cuando llegó pensó que no era necesario por qué iba a recibir la pensión, pero carajo, ya era momento de que dejara su faceta de mantenido debía de demostrarle a aquel idiota que si podia llegar ser más de lo que pensaba.
Pero dónde conseguiría trabajo?
Digo apenas era un Omega, había terminado sus estudios por suerte. Había estudiado manejo de empresas por qué debía de hacerse cargo de " Mikage Corporation" la empresa de su padre pero como ya lo desheredaron, ya era obvio que no iba a ser dueño de nada.
— Suena agotador, yo debería ponerme a buscar trabajo. — Murmuró mirando al piso, el peliblanco lo miro con curiosidad.
— ¿Trabajo? Y el papá? No debería hacerse cargo, perdón por entrometerme. — El chico solo atinó a fruncir el ceño como si estuviera enojado.
