7. ¿Vamos al parque?

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Los días iban pasando rápido

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Los días iban pasando rápido.

Ya habían pasado tres días desde aquella madrugada tan emblemática. La pequeña Nori ya estaba bastante recuperada es más ya ni se notaba que algún día hubiese estado enferma por lo imperativa que estaba y él Omega no podía estar más feliz por eso.

Desde ese día él y aquel Alfa se veían casi diario en las mañanas, pues él siempre solía regar aquella planta que Chigiri le había regalado. Él Omega había empezado a trabajar en una tienda de jardinería encargándose de la contabilidad de aquella tienda, o bueno eso le había contado.

El punto es que cuando le dijo lo que había pasado con Nori el peli rojo había ido al día siguiente con aquella planta preocupado; al ser algo grande la puso afuera y no va a negar que era una excusa regar las planta sólo para ver a su vecino y saludarlo.

Aun esperaba que el otro le dijera el día en el que iban a ir al parque pero al parecer se le había olvidado ya que solo le decía buenos días y se iba.

Su Omega interior había estado algo triste porque estaba emocionado por aquella invitación. Se preguntaba si debía decirle el mismo cuando iban a acordar para ir, pero ¿Eso no lo haría ver cómo un desesperado? Aparte fue el mismo Alfa que lo invito.

Ya no debería de hacerse ilusiones, el más que nadie lo sabía. Tal vez antes había confiado demasiado pero ahora que tiene a alguien a quien cuidar y que depende de él debe de pensar más las cosas antes de hacerlas.

Ya eran las cuatro de la tarde. El ya había hecho todo lo que tenía que hacer; ahora lo único que lo tenía ocupado era ver como su pequeña jugaba con algunos juguetes que habían regados en el suelo.

El tiempo pasaba muy rápido ya llevaba una semana viviendo en aquel edificio y en todo ese tiempo no había recibido ni una sola llamada de sus padres y mucho menos de su exmarido.

Aunque era mejor así.

- Nori ¿Tienes hambre? - La pequeña se volteo, tenía un pequeño peluche de oso en la boca todo babeado pobre peluche.

- Ba - Eso fue lo único que balbuceó cuando se sacó el peluche de la boca, pero no duró mucho cuando lo volvió a masticar o bueno eso trataba.

- Supongo que eso es un si. - Se levantó del sillón para entrar a la cocina y agarrar una papilla que él mismo había hecho gracias a que vio un tutorial con unas manzanas que había encontrado en la nevera.

La verdad sus padres fueron muy amables algo que aún se le hacía muy poco creíble. Cuando llegó la nevera estaba llena y la alacena también así que tenía comida como para dos meses o más porque él no comía mucho la verdad.

Ya tenía el pequeño topper en sus manos y una pequeña cuchara también ahora caminaba hacia la sala encontrándose con la misma escena que dejó. Se agachó para poder sentarse en el piso.

¿Mi que? ¿Destinando? \ NagireoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora