Capitulo 10

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Esa mañana del domingo, Jeongin fue el primero en despertar. Abrió los ojos con cuidado, intentando estirar sus brazos pero no pudo. Algo, mas bien alguien, tenia sus brazos rodeados alrededor de su cintura y su espalda baja. Su mente despertó rápidamente y se acordó de que esa noche, había dormido con Hyunjin. Tan avergonzado, sus mejillas estaban rojas. Intento zafarse de el agarre, pero trágicamente no pudo; temía despertar a Hyunjin.

Tomo las manos de Hyunjin y las corrió suavemente a sus lados, quedando libre, pero aun seguía arriba del mayor, todo su cuerpo encima de Hyunjin.

¿Entienden la magnitud de eso?

Apoyo sus manos en la cama, moviendo un pierna hasta dejarla también en la cama, y cuando quiso hacer lo mismo con la otra, su pie se enredo en las sabanas, cayendo al piso y destapando a Hyunjin, lo que hizo que se despertara abruptamente. Jeongin se sobaba la pierna malherida por la caída, mientras veía al mayor recién despierto, intentando agarrar señal.

- ¿Te iras?- Pregunto el castaño con voz grave, debido a que recién despertaba.

Por alguna razón, a Jeongin se le derritió el alma, el corazón y hasta el cerebro de solo escucharlo.

- Jeongin.- El llamado a su nombre lo hizo volver a la realidad.

- ¿Ah?. E-eh, s-si... y-yo... me iré ahora, abandone mi casa por mucho tiempo.- Se levantó rápidamente, pero debido a la velocidad con la que lo hizo, se mareo y cayo de nuevo al suelo

-¿Que mierda...? Jeongin, ¿Estas bien o llamo a una ambulancia?.- Escucho el quejido por parte del menor, que se levanto bufando.

- ¿Crees que sonare muy aprovechado si digo que me dejes desayunar aquí?.- Dijo Jeongin, viendo la mueca pensativa de el contrario, rodo los ojos por su comportamiento sarcástico.

- Si.- Respondió Hyunjin, tratando de molestar a Jeongin, y lo logró, porque este puso los ojos en blanco, claramente ofendido, emprendiendo camino para irse si no fuera porque Hyunjin fue mas rápido y lo tomo de la mano.

- Era una broma, Jeongin. Si quieres quédate a vivir conmigo, no me molestaría.- "De hecho me gustaría mucho" fue lo que le hubiera gustado decir, pero no lo dijo.

- Tu sarcasmo empieza a molestarme, solo un poco.-

Luego de eso, Hyunjin le enseño un par de cepillos de dientes nuevos, que todavía se encontraban en sus empaques. Jeongin uso uno, y Hyunjin uso el que ya era de su propio uso diario. Ambos bajaron a la cocina, Hyunjin preparo panqueques con mermelada, y café. Desayunaron en un silencio cómodo, cada uno disfrutando de la comida y de la ligera luz del sol se aproximaba desde las ventanas.

Minutos después Jeongin ya se encontraba caminando de regreso a su preciado hogar, iba mirando su teléfono, Hyori le había contestado con un simple "Esta bien, ¿Quieres venir a casa hoy?. Por favor, quiero hablar contigo". Soltó un largo suspiro, guardando su celular en el bolsillo de su pantalón. Miro hacia el frente, varias personas yendo de aquí para allá, las hojas de los arboles siendo ligeramente movidas por el viento y el sol siendo participe de la hermosa mañana que hacia.

Siguió caminando hasta pararse en la puerta de su casa, sacando la llave de el bolsillo trasero de su pantalón. Al ingresar, volvía a ser ese Jeongin sumido en sus pensamientos. Recapitulo lo que paso un día anterior, lo que hizo, lo que dijo, lo que sintió. Y se sintió culpable.

Culpable por estar sintiendo cosas que no debería sentir.

Ese domingo, almorzó, quiso dormir una pequeña "siesta" pero se acordó que tenia que ir a la casa de Hyori.

En esos instantes estaba frente a la puerta de la casa de su novia, dudando en si tocar o no. Una parte de su mente le decía "Vamos, no seas imbécil y toca", mientras que la otra le decía "No la quieres. Lárgate de ahí y no vuelvas jamás." Se decidió por la primera opción. No podía dejarla sin decirle nada.

Still Into Your Heart [HYUNIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora